Lula anuncia una inversi¨®n millonaria en universidades de Brasil para intentar poner fin a una huelga de profesores
Desde abril, maestros y funcionarios de universidades e institutos federales realizan paros en centros de todo el pa¨ªs. Piden aumentos de salarios, mejoras presupuestarias, entre otras medidas
El presidente brasile?o Luiz In¨¢cio Lula da Silva anunci¨® el lunes un paquete de 5.500 millones de reales (unos mil millones de d¨®lares) para mejorar las universidades federales y construir una decena de campus nuevos, un anuncio que llega en medio de una huelga de profesores y personal administrativo que para el Gobierno ya est¨¢ durando m¨¢s de lo razonable, como expres¨® el propio Lula en un tono m¨¢s impaciente de lo habitual. El presidente brasile?o hizo el anuncio de ...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
El presidente brasile?o Luiz In¨¢cio Lula da Silva anunci¨® el lunes un paquete de 5.500 millones de reales (unos mil millones de d¨®lares) para mejorar las universidades federales y construir una decena de campus nuevos, un anuncio que llega en medio de una huelga de profesores y personal administrativo que para el Gobierno ya est¨¢ durando m¨¢s de lo razonable, como expres¨® el propio Lula en un tono m¨¢s impaciente de lo habitual. El presidente brasile?o hizo el anuncio de las inversiones de forma solemne, en el Palacio del Planalto de Brasilia, junto al ministro de Educaci¨®n y varios rectores. Fuera protestaba un pu?ado de manifestantes.
La inversi¨®n, que incluye m¨¢s de 200 obras en total, se dedicar¨¢ sobre todo a renovar aulas, laboratorios, auditorios o bibliotecas, pero tambi¨¦n habr¨¢ una partida para crear 10 nuevos campus adscritos a universidades ya existentes. Estar¨¢n en una decena de peque?as ciudades del interior de Brasil. Tambi¨¦n se refuerzan las becas, sobre todo las dedicadas a garantizar que estudiantes m¨¢s vulnerables, como ind¨ªgenas o quilombolas (descendientes de las comunidades de esclavizados que escaparon de sus amos) no tiren la toalla y sigan en la universidad. Algunas de estas medidas ya se hab¨ªan anunciado a cuentagotas y ahora se les ha dado un nuevo empaque. La idea es aliviar el descontento en la ense?anza superior.
Desde abril, profesores y funcionarios de universidades e institutos federales (centrados en la formaci¨®n profesional) realizan paralizaciones en centros de todo el pa¨ªs. Piden subidas en los salarios, mejoras presupuestarias para los centros y que se anulen normas aprobadas en los gobiernos de los expresidentes Michel Temer (2016-2018) y Jair Bolsonaro (2019-2022). La movilizaci¨®n tiene un seguimiento desigual y no ha llegado a paralizar las universidades por completo, pero es una piedra en el zapato para el Gobierno, sobre todo porque la defensa de la educaci¨®n p¨²blica siempre ha sido una de las banderas de las pol¨ªticas sociales del Partido de los Trabajadores (PT). Las protestas empa?an esa imagen.
Lula, que forj¨® su carrera pol¨ªtica como l¨ªder sindical, reconoci¨® que los profesores y funcionarios tienen derecho a protestar, pero dej¨® entrever que est¨¢ perdiendo la paciencia con unas negociaciones que no avanzan como a ¨¦l le gustar¨ªa: ¡°No es por un 3%, un 2% ciento o un 4% que vamos a estar toda la vida en huelga. Vamos a ver otros beneficios. ?Tienen una idea de lo que se ha ofrecido? Porque Brasil est¨¢ lleno de dirigentes sindicales que son valientes para decretar una huelga pero no tienen valent¨ªa para acabar con ella¡±, se quej¨® el mandatario en el acto de presentaci¨®n de las inversiones.
En la misma ceremonia, a la rectora de la Universidad de Brasilia y presidenta de los rectores de las universidades federales, M¨¢rcia Abrah?o, le toc¨® dar el tir¨®n de orejas, recordando que los salarios est¨¢n realmente desfasados y que hay algunos administrativos que incluso ganan menos que el salario m¨ªnimo ¡ªque est¨¢ en 1.412 reales (263 d¨®lares)¡ª. Las demandas var¨ªan, pero en general los profesores piden aumentos del 22% empezando ya este a?o, y el Gobierno los promete a partir del a?o que viene. Todo se complica porque hay varios sindicatos involucrados. Algunos ya llegaron a acuerdos, pero otros no. Esta semana hay nuevas rondas de negociaci¨®n y se espera que las medidas anunciadas por Lula ayuden a destensar el ambiente.
En paralelo al trabajo en las mesas de negociaci¨®n, los impulsores de las protestas tambi¨¦n hacen malabarismos para que la oposici¨®n bolsonarista no se apropie de sus reivindicaciones para desgastar a Lula. Muchos de los docentes o personal universitario vot¨® al l¨ªder de la izquierda con esperanza tras los recortes y el desd¨¦n de Bolsonaro hacia las instituciones de educaci¨®n superior, y a pesar de la frustraci¨®n actual no quieren ver sus quejas en manos de la extrema derecha. La semana pasada, la comisi¨®n de Educaci¨®n de la C¨¢mara de Diputados, que preside Nikolas Ferreira, uno de los congresistas ultras m¨¢s locuaces y activos en redes, cre¨® un grupo de trabajo sobre la huelga. A los sindicatos no les hizo mucha gracia: ¡°Buscan resignificar la lucha de los trabajadores (¡) No podemos aceptar esa situaci¨®n. La huelga tiene el sentido de defender y ampliar la democracia y los derechos sociales y no la destrucci¨®n de la clase trabajadora¡±, dec¨ªa Luis Acosta, uno de los representantes del Sindicato Nacional de Docentes de las Instituciones de Ense?anza Superior.
Siga toda la informaci¨®n de El PA?S Am¨¦rica en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.