La morgue de Guayaquil se colapsa con m¨¢s de 200 cad¨¢veres putrefactos de personas asesinadas
Los cuerpos sin identificar han sido apilados en un solo contenedor por las fallas de refrigeraci¨®n en las instalaciones del Instituto de Medicina Legal de la segunda ciudad de Ecuador
M¨¢s de 200 cad¨¢veres putrefactos de personas asesinadas, muchas de ellas sin identificar y otras que no han sido reclamadas por sus familiares, han colapsado la morgue de Guayaquil, motor econ¨®mico de Ecuador. As¨ª lo corroboran tres fuentes distintas a EL PA?S, que adem¨¢s ha documentado con fotograf¨ªas el operativo de las autoridades para subsanar esta crisis. El olor a muerte ha inundado los alrededores de las instalaciones de Medicina Legal de ...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
M¨¢s de 200 cad¨¢veres putrefactos de personas asesinadas, muchas de ellas sin identificar y otras que no han sido reclamadas por sus familiares, han colapsado la morgue de Guayaquil, motor econ¨®mico de Ecuador. As¨ª lo corroboran tres fuentes distintas a EL PA?S, que adem¨¢s ha documentado con fotograf¨ªas el operativo de las autoridades para subsanar esta crisis. El olor a muerte ha inundado los alrededores de las instalaciones de Medicina Legal de la ciudad de Ecuador con la mayor cantidad de homicidios. Hace seis meses, uno de los contenedores que albergaba estos cuerpos dej¨® de funcionar y fueron trasladados al ¨²nico que segu¨ªa operativo. Ahora, este espacio se ha sobrecargado y los cad¨¢veres ya no caben. Los l¨ªquidos de la descomposici¨®n han empezado filtrarse por las rendijas.
Los funcionarios han recogido en la puerta del contenedor pedazos de cuerpos que se han salido de las fundas forenses y los han guardado en bolsas. Han usado unas torres de luz para alumbrar el fondo del dep¨®sito, donde se apilaban brazos, cabezas y troncos sueltos. Los familiares son los que sufren la incapacidad institucional de velar por los cad¨¢veres de los suyos. Daniel lleva meses pidiendo a la instituci¨®n que le devuelva el cuerpo de su hija, asesinada cruelmente. Su cuerpo entr¨® para que se le realizara la autopsia y todav¨ªa no ha salido. ¡°No ven nuestro dolor, ni siquiera podremos velar su cuerpo, porque la ni?a lleva demasiado tiempo aqu¨ª¡±, dice el padre. A otros familiares los funcionarios les dan largas para no entregarles los cuerpos: ¡±todav¨ªa no est¨¢n listos¡±, ¡°regrese ma?ana¡±. Y cuando ya est¨¢n cansados de mentir les han dicho la verdad: ¡°El cad¨¢ver est¨¢ perdido¡±. ?C¨®mo? ?D¨®nde se han perdido? Los cad¨¢veres se pierden en el mismo lugar donde el Estado los custodia, donde se buscan las evidencias para resolver las causas de las muertes.
De lo que va el a?o se registran m¨¢s de 1.300 cr¨ªmenes en Guayaquil, pero hasta esos laboratorios llegan los de muchos m¨¢s lugares. Aqu¨ª se revisan los cuerpos de los baleados, asfixiados y mutilados de Dur¨¢n, Posorja, Playas, Tenguel, Samborond¨®n y Daule, lugares cercanos. Cuando el m¨¦dico legista termina la autopsia, los cad¨¢veres se guardan individualmente en una c¨¢mara frigor¨ªfica, que tiene la capacidad para almacenar 15 cuerpos, y ah¨ª esperan hasta que los familiares los retiraran. Sin embargo, las masacres carcelarias comenzaron a acumular partes de cuerpos humanos calcinados en las instalaciones de la morgue sin poder ser identificados. Y en lugar de guardar un cad¨¢ver, se aprietan dos o hasta tres cuerpos en cada c¨¢mara.
Los cad¨¢veres han seguido acumul¨¢ndose con el aumento de la violencia. El estado de descomposici¨®n de muchos est¨¢ tan avanzado que no se puede conseguir huellas dactilares, as¨ª que para determinar su identidad se necesita de perfiles gen¨¦ticos y de un familiar para compararlos. Pero como muchos no han sido reclamados por nadie, los cuerpos catalogados como NN (no identificados) comenzaron a llenar dos contenedores de 12 metros cada uno, los mismos que se habilitaron provisionalmente para conservar los cad¨¢veres por Covid-19 en los primeros meses de la pandemia. Hace seis meses, sin embargo, uno de estos lugares de conservaci¨®n se da?¨®. Seg¨²n las fuentes consultadas, hay alrededor de dos centenares de cuerpos pudri¨¦ndose en el ¨²nico contenedor habilitado.
El Servicio de Medicina Legal y Ciencias Forenses, responsable de la administraci¨®n de las morgues, se refiri¨® a la crisis a trav¨¦s de un comunicado en el que se?ala que el 8 de junio se logr¨® poner en marcha uno de los refrigeradores da?ados. Pero los cuerpos todav¨ªa no han podido ser trasladados porque no le han dado al personal el equipo de bioseguridad necesario para evitar enfermedades producto de la descomposici¨®n de los cad¨¢veres, por lo que es imposible que puedan entrar al contenedor, a pesar de la desesperaci¨®n de las autoridades por solucionar la crisis.
A pesar de las cifras que muestra el Gobierno de que la violencia se ha reducido, el Servicio Nacional de Medicina Legal reconoce que debido al incremento de la violencia criminal en el pa¨ªs existe un mayor n¨²mero de cad¨¢veres NN. Es decir, cuerpos que no han sido identificados, ni retirados por sus familiares. El n¨²mero de m¨¦dicos legalistas no se ha aumentado a pesar de la alta demanda de autopsias. Los cad¨¢veres llegan por decenas cada d¨ªa al centro forense, donde solo cuatro se ocupan de todo el trabajo. Deben atender m¨¢s de 15 cad¨¢veres en una jornada de ocho horas, cuando el protocolo estima que el procedimiento de revisi¨®n, toma fotograf¨ªas y muestras periciales puede tardar entre tres y seis horas por cada cuerpo. Ahora, los m¨¦dicos no pueden tardar m¨¢s de 30 minutos.
La situaci¨®n de la morgue es cr¨ªtica, de acuerdo a los testimonios. Se pierden las pruebas que se puede recolectar de los cad¨¢veres por la urgencia con la que se practican las autopsias. Hay cad¨¢veres baleados que cuando han llegado a la mesa de los m¨¦dicos no se puede determinar cu¨¢l es el orificio de entrada o salida porque los gusanos se han comido los bordes de las hendiduras que provocaron los proyectiles. Lo m¨¢s dif¨ªcil es tener la certeza de un cad¨¢ver asesinado por estrangulamiento o suicidio por ahorcamiento, ya que las marcas se borran cuando el cuerpo comienza a descomponerse. Entonces cambia el sentido del delito.
En medio de los cad¨¢veres baleados y apu?alados en la morgue desbordada, tambi¨¦n est¨¢n los cuerpos de las mujeres v¨ªctimas de femicidio, perdiendo evidencias en la espera. En un cuerpo fresco se pueden tomar hisopados de las u?as para recolectar c¨¦lulas que permita a los peritos hacer una identificaci¨®n del presunto agresor, pero si el cuerpo llega en estado de putrefacci¨®n las u?as se caen. Tampoco se pueden tomar muestras de fluido vaginal en caso de violaci¨®n, que es un agravante en caso de una sentencia contra el agresor. El Gobierno, sin embargo, asegura que los feminicidios tambi¨¦n han disminuido en un 17%.
Al caer la tarde del mi¨¦rcoles, el Servicio de Medicina Legal arm¨® un operativo para sacar los cuerpos del contenedor. Ahora s¨ª, el personal ten¨ªa el equipo de protecci¨®n de bioseguridad. Entre dos y hasta tres personas mov¨ªan las bolsas negras del contenedor que colapsado para trasladarlo al dep¨®sito reci¨¦n habilitado. La crisis de la morgue, sin embargo, contin¨²a intacta.
Siga toda la informaci¨®n de El PA?S Am¨¦rica en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.