Balneario Cambori¨², la Dubai brasile?a que es basti¨®n del bolsonarismo
La ciudad escogida para la gran convenci¨®n de la extrema derecha y la primera visita de Javier Milei a Brasil es un destino tur¨ªstico aspiracional y uno de los rincones m¨¢s conservadores de Brasil
Balneario Cambori¨² es una ciudad costera del estado de Santa Catarina, en el sur de Brasil, famosa por sus rascacielos, orgullosa de su calidad de vida y due?a de un estilo opulento que la ha convertido en un im¨¢n para los nuevos ricos brasile?os. Tambi¨¦n es uno de los rincones m¨¢s conservadores del pa¨ªs: en las elecciones de 2022, aqu¨ª el expresidente Jair Bolsonaro arras¨®, con casi el 75% de los votos frente a los 25% que obtuvo el presidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva. Los asistentes al CPAC, la gran convenci¨®n de la extrema derecha que se celebra este fin de semana en la ciudad, est¨¢n en su salsa. Javier Milei, la gran estrella del congreso, fue recibido por decenas de fan¨¢ticos a su llegada al hotel. Los empresarios y autoridades locales est¨¢n ansiosos por reunirse con ¨¦l en su primera visita a Brasil como presidente de Argentina.
El s¨¢bado, el gobernador de Santa Catarina, el bolsonarista Jorginho Mello, daba la bienvenida a los asistentes sacando pecho: este es el estado m¨¢s seguro del pa¨ªs, aqu¨ª nadie fuma marihuana, el lenguaje de g¨¦nero en las escuelas est¨¢ prohibido, nadie mama de las tetas del Estado, los presos en las c¨¢rceles trabajan y quienes no quisieron vacunarse contra el covid-19 no tuvieron problemas, dec¨ªa. M¨²sica para los o¨ªdos de cualquier votante de extrema derecha. ¡°?Tenemos el orgullo de ser el estado m¨¢s conservador de Brasil!¡±, gritaba para orgullo de los presentes, la mayor¨ªa residentes de la regi¨®n.
Pero Balneario Cambori¨² no es el prototipo de una ciudad de provincias encerrada en s¨ª misma. A pesar de tener pocos m¨¢s de 140.000 habitantes, en los ¨²ltimos a?os se ha convertido en un trampantojo cosmopolita, un s¨ªmbolo del lujo aspiracional, sobre todo para los que amasan fortunas con el pujante sector agr¨ªcola y ganadero del interior de los estados sure?os. Apenas queda nada de la peque?a aldea de pescadores ni del humilde retiro vacacional de los primeros inmigrantes alemanes que llegaron al sur de Brasil. La procesi¨®n de gr¨²as y rascacielos en el paseo mar¨ªtimo refleja la pujanza actual. De los 10 edificios m¨¢s altos de Brasil, ocho est¨¢n aqu¨ª.
El ¨²ltimo motivo de orgullo es la Triumph Tower, que con sus m¨¢s de 500 metros ser¨¢ el edificio residencial m¨¢s alto del mundo. El precio del metro cuadrado ya es el m¨¢s caro del pa¨ªs y la bola de nieve se hace mas y m¨¢s grande cada vez que alguna celebridad anuncia inversiones en la ciudad. En las torres gemelas del Yachthouse (abundan los pomposos nombres en ingl¨¦s) un ilustre bolsonarista, Neymar, se compr¨® un apartamento de 60 millones de reales (casi 11 millones de d¨®lares). Otro jugador que es f¨¢cil de ver por aqu¨ª, al menos con su cara estampada en vallas publicitarias, es Cristiano Ronaldo, imagen de la principal constructora local y con millonarias inversiones en apartamentos y establecimientos comerciales.
Es una ciudad no apta para los seguidores del ¡°lujo silencioso¡±. Aqu¨ª el dinero se exhibe: se lleva el m¨¢rmol, cuanto m¨¢s mejor, los acabados dorados, el lujo-ostentaci¨®n. Aunque es una de las ciudades m¨¢s seguras de Brasil, las calles peatonales para pasear tranquilamente no son precisamente abundantes, los car¨ªsimos coches importados atascados en un tr¨¢fico infernal son el mejor s¨ªmbolo de status. Predomina la idea de la meritocracia, no es dif¨ªcil escuchar argumentos como el que defiende que Santa Catarina trabaja mientras el noreste de Brasil (m¨¢s pobre y donde Lula tiene sus mejores resultados) vive a costa del Estado. La religi¨®n tambi¨¦n es un ingrediente importante que lo decanta todo hacia la derecha. Cada a?o, el congreso de los Gide?es Misionarios de la ?ltima Hora, una denominaci¨®n evang¨¦lica, re¨²ne a m¨¢s de 100.000 personas en la vecina ciudad de Cambori¨².
El postureo de este destino vacacional tiene una ir¨®nica cara B. El ansia por acumular torres frente al mar convirti¨® su playa en un lugar sombr¨ªo. Por la tarde, la sombra llega a la arena hasta seis horas antes de que se ponga el sol. Mejor darse un ba?o por la ma?ana, aunque hay que tener cuidado: la mayor¨ªa de las playas presentan graves ¨ªndices de contaminaci¨®n. Las causas est¨¢n en la desigualdad que tapan los rascacielos: en las ciudades vecinas apenas hay alcantarillas, toda la suciedad de las casas va al r¨ªo Cambori¨², y del r¨ªo directo al mar. Aun as¨ª, la ciudad ha conseguido posicionarse como el lugar al que hay que ir. En 2024 espera recibir cuatro millones de turistas, un 15% m¨¢s que el a?o pasado. Parte del ¨¦xito se explica porque se ha convertido en una especie de meca para los conservadores brasile?os.
En este escenario de fantas¨ªa de cart¨®n piedra es donde dar¨¢ sus primeros pasos en la pol¨ªtica el m¨¢s joven del clan Bolsonaro. Los hijos del expresidente ya hace a?os que est¨¢n todos estrat¨¦gicamente colocados: Carlos es concejal en R¨ªo de Janeiro; Fl¨¢vio, senador y Eduardo, diputado y gran art¨ªfice de las conexiones internacionales de la extrema derecha brasile?a. Ahora, Renan Bolsonaro, de 26 a?os, se prepara para convertirse en concejal de Balneario Cambori¨² en las elecciones municipales que Brasil celebrar¨¢ en octubre. Renan est¨¢ imputado por blanqueo de dinero y su m¨¦rito m¨¢s conocido es ser un gran jugador de videojuegos. Siempre ha vivido en R¨ªo de Janeiro, pero en la ciudad elegida para dar el salto a la pol¨ªtica no hay margen para el riesgo. Se espera que se convierta en concejal con una votaci¨®n r¨¦cord.
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