Evo Morales lleva su guerra contra el presidente Luis Arce a La Paz y le sugiere que debe renunciar
El expresidente de Bolivia se?ala que el actual mandatario debe cumplir su obligaci¨®n de gobernar bien y ¡°si no puede, sabr¨¢ lo que tiene que hacer¡±, en alusi¨®n a la renuncia presidencial
Tras una caminata de 189 kil¨®metros, la multitudinaria marcha que encabez¨® el expresidente Evo Morales durante siete d¨ªas lleg¨® a La Paz y entr¨® a la capital administrativa de Bolivia arrancando aplausos de los vecinos de los barrios perif¨¦ricos y m¨¢s pobres de la ciudad. ¡°Evo s¨ª, Arce no¡±; ¡°Digan lo que digan, hagan lo que hagan, Evo presidente¡±, coreaban los manifestantes. Ni las amenazas de detenci¨®n, ni los intentos de bloqueo, ni los llamados al di¨¢logo del Gobierno de Luis Arce impidieron a Morales lograr su objetivo.
En la concentraci¨®n que cerr¨® la protesta, se decidi¨® darle un plazo de 24 horas a Arce para que cambie a sus ministros, a los que calificaron de ¡°racistas y fascistas¡±, ¡°narcos y drogos¡± por criticar la marcha y a su l¨ªder. De lo contrario, advirtieron, ¡°continuar¨¢n las movilizaciones¡±. Morales tambi¨¦n se?al¨® que el mandatario debe cumplir su obligaci¨®n de gobernar bien y ¡°si no puede, sabr¨¢ lo que tiene que hacer¡±, en alusi¨®n a la renuncia presidencial que sus seguidores ya piden abiertamente.
¡°Me equivoqu¨¦ con Lucho para presidente. Ahora nuestra obligaci¨®n es recuperar la democracia¡±, asegur¨®. Como jefe del Movimiento al Socialismo (MAS), Moralesl decidi¨® que el actual presidente boliviano representara al partido en las elecciones de 2020, en las que ¨¦l no pod¨ªa participar. Hoy, su principal ariete fue, adem¨¢s de recordar algunos logros de su gesti¨®n de 14 a?os, la supuesta corrupci¨®n gubernamental. ¡°Defender a los humildes es un delito para un gobierno corrupto¡±, enfatiz¨®. Y pidi¨® a Arce que levante el secreto que protege a sus cuentas bancarias.
Horas antes, en una cadena televisiva nacional, Arce se dirigi¨® directamente a Morales, algo que en este tiempo ha repetido ya dos veces, y lo interpel¨®: ¡°Tu negativa a dialogar [con el presidente, como este le pidi¨®] nos hacen ver que solo te motiva una obsesi¨®n pol¨ªtico-electoral y una ambici¨®n de poder que se reviste de una inexistente preocupaci¨®n por los problemas del pueblo¡±, argument¨®.
Los marchistas, que consideran a Arce ¡°un traidor al proceso¡± izquierdista boliviano, buscaban inicialmente la suspensi¨®n del referendo que el Gobierno pretende convocar para confirmar con el voto popular una sentencia del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), seg¨²n la cual la reelecci¨®n discontinua se halla prohibida por la Constituci¨®n, que en cambio permite una reelecci¨®n continua. Esta sentencia inhabilita a Morales definitivamente y, al mismo tiempo, autoriza la postulaci¨®n de Arce en las elecciones de 2025. Los abogados de quien fuera presidente de Bolivia ya tres veces alegan que no tiene valor legal porque contradice la Constituci¨®n, la cual no se refiere al tema de la reelecci¨®n discontinua, por lo que, seg¨²n ellos, se debe inferir que no la proh¨ªbe.
Al mismo tiempo, el TCP, que es considerado cercano al oficialismo, est¨¢ analizando un recurso que puede conducir a que Morales pierda el partido que fund¨® en los a?os noventa . ¡°No van a matar al MAS y menos a mi candidatura¡±, declar¨® Morales poco antes de viajar desde su casa en Cochabamba hasta Caracollo, un pueblo en el sur del altiplano boliviano desde donde sali¨® la marcha.
Algunos voceros de la protesta han radicalizado las exigencias originales con la petici¨®n de la renuncia de Arce y su vicepresidente boliviano, David Choquehuanca, para que se haga cargo del poder el presidente del Senado, el joven l¨ªder ¡°evista¡± Andr¨®nico Rodr¨ªguez. Morales no ha atajado ni contradicho estas declaraciones.
A lo largo de la semana que tom¨® la marcha en llegar a La Paz, varios jerarcas del oficialismo y de la oposici¨®n han pedido por separado la detenci¨®n de Morales. El 18 de septiembre, el d¨ªa en que un tribunal conden¨® a tres a?os de prisi¨®n a tres campesinos por el bloqueo de una carretera, Morales anunci¨® que abandonar¨ªa la marcha, pero la gente que lo acompa?aba se lo impidi¨®. Ese mismo d¨ªa, sus fieles cocaleros de Cochabamba, junto a grupos de mineros y campesinos de distintas regiones bolivianas, sortearon a pu?etazos y pedradas un bloqueo que se les interpuso en la localidad de Vila Vila, formado por funcionarios p¨²blicos y miembros de las organizaciones sociales alineadas con el presidente Arce. Tras superar estos problemas, el movimiento se fue fortaleciendo progresivamente.
El domingo 22 de septiembre, en El Alto, la ciudad de migrantes aimaras que, extendi¨¦ndose sobre el altiplano, colinda con La Paz, grupos oficialistas intentaron impulsar a los vecinos para que al d¨ªa siguiente interrumpieran el paso de la marcha, pero fracasaron. Grupos de activistas que se alinean con Morales atacaron con violencia su mitin y lo desactivaron. Tampoco la alcaldesa de El Alto, la oficialista Eva Copa, consigui¨® que su municipio rechazara al expresidente, como hab¨ªa anticipado que har¨ªa. Una vecina del barrio de Ventilla, donde se produjeron enfrentamientos el domingo, cont¨® a este peri¨®dico que la mayor parte de la gente del lugar, que est¨¢ entre los m¨¢s pobres del pa¨ªs, quer¨ªa que la marcha lograra entrar a la ciudad. ¡°Somos de Evo, no de Arce¡±, explic¨®. Seg¨²n qu¨¦ encuesta, el primero tiene entre tres y seis veces m¨¢s apoyo electoral que el segundo. Al mismo tiempo, la figura de Morales es m¨¢s fuertemente rechazada que la de Arce por las clases medias urbanas.
La marcha, finalmente, atraves¨® El Alto y la zona norte de La Paz y se junt¨® con m¨¢s manifestantes que llegaron desde los Yungas, al este de la ciudad, para terminar en una gran concentraci¨®n en un sitio alejado de la plaza Murillo, donde se encuentra el Parlamento y las oficinas del presidente. All¨ª, grupos arcistas realizaban una vigilia para defender al Gobierno legal en contra del ¡°golpe de Estado¡± que atribu¨ªan a los marchistas. Esta decisi¨®n impidi¨® que la marcha terminara en un enfrentamiento entre los dos lados en los que est¨¢ dividida la izquierda boliviana. En su discurso, Morales dio a entender que su plan es continuar con las demostraciones en contra de Arce, pero no especific¨® qu¨¦ har¨¢ exactamente ni cu¨¢ndo.
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