El Gobierno boliviano achica el cerco judicial alrededor de Evo Morales

La disputa pol¨ªtica entre Evo Morales y el presidente, Luis Arce, se juega en los tribunales. Este mi¨¦rcoles, una fiscal pidi¨® la detenci¨®n del expresidente en un caso de presunto estupro y trata de menores. La orden qued¨® sin efecto de inmediato, porque la fiscal fue destituida por su jefe, Juan Lanchipa, un hombre cercano a Morales. La defensa dijo que la investigaci¨®n se basa en ¡°datos de las redes sociales¡± y denunci¨® que su cliente est¨¢ siendo acosado por la justicia. Al pedido fallido de detenci¨®n se le sum¨® otra investigaci¨®n sobre el origen de la camioneta Toyota que Morales usa para s...

La disputa pol¨ªtica entre Evo Morales y el presidente, Luis Arce, se juega en los tribunales. Este mi¨¦rcoles, una fiscal pidi¨® la detenci¨®n del expresidente en un caso de presunto estupro y trata de menores. La orden qued¨® sin efecto de inmediato, porque la fiscal fue destituida por su jefe, Juan Lanchipa, un hombre cercano a Morales. La defensa dijo que la investigaci¨®n se basa en ¡°datos de las redes sociales¡± y denunci¨® que su cliente est¨¢ siendo acosado por la justicia. Al pedido fallido de detenci¨®n se le sum¨® otra investigaci¨®n sobre el origen de la camioneta Toyota que Morales usa para sus traslados. El exministro de Justicia Iv¨¢n Lima denunci¨®, antes de dejar el cargo d¨ªas atr¨¢s, que el veh¨ªculo fue adquirido por la estatal Petr¨®leos de Venezuela (PDVSA) por 90.000 d¨®lares y revendida enseguida a una joven de 21 a?os a menos de una sexta parte de su valor. Lima habl¨® de una ¡°intervenci¨®n extranjera en la pol¨ªtica boliviana¡±. Bolivia vive d¨ªa a d¨ªa las consecuencias de la fractura entre Morales y Arce, su delf¨ªn pol¨ªtico.

Morales emple¨® la camioneta para trasladarse desde la regi¨®n cocalera del Chapare, donde vive, hasta la Marcha para Salvar Bolivia, la protesta que organiz¨® hace dos semanas para mostrar fuerza de masas ante el Gobierno y exigir su habilitaci¨®n a las elecciones de 2025. Durante esta marcha, que tard¨® siete d¨ªas en recorrer 189 kil¨®metros y llegar a La Paz, varios dirigentes del oficialismo y la oposici¨®n pidieron la detenci¨®n de Morales, seguros de que la mayor¨ªa de la poblaci¨®n respaldar¨ªa este desenlace. Al final, la entrada a La Paz de los fieles de Morales, que fueron aplaudidos en los barrios perif¨¦ricos, fue pac¨ªfica, sus dirigentes evitaron enfrentarse a la polic¨ªa y el expresidente pudo retornar tranquilamente a su hogar en el Chapare.

La lucha entre Morales y Arce ha ido escalando sin cesar desde que este no mencionara a su mentor en su discurso de posesi¨®n como presidente, el 8 de noviembre de 2020. Arce sostiene que el distanciamiento se produjo por la ¡°incontrolable ambici¨®n de poder de Evo¡± y su deseo de convertirlo ¡°en un t¨ªtere¡±. Por su parte, Morales compara a Arce con Lenin Moreno, el presidente ecuatoriano que lleg¨® al poder de la mano de su predecesor, Rafael Correa, y luego rompi¨®. ¡°Me he equivocado con Lucho¡±, ha dicho varias veces.

En la tercera edici¨®n de su libro sobre el modelo econ¨®mico boliviano, publicad en 2020, Arce, entonces candidato presidencial, reconoc¨ªa a Morales como ¡°el ejecutor¡± y ¡°el que tom¨® la decisi¨®n pol¨ªtica de hacer un cambio¡­ que signific¨® desechar el viejo modelo neoliberal e implantar uno hecho en Bolivia¡±. Quien hab¨ªa ¡°hecho¡± este nuevo modelo era el propio Arce, acompa?ante de Morales en la cartera de Econom¨ªa de 2006 a 2019. Tal era la identificaci¨®n entre ambos que se hablaba indistintamente de ¡°Evonomics¡± y de ¡°Arcenomics¡± para describir los extraordinarios resultados financieros de un pa¨ªs que no estaba acostumbrado a destacar por su ¨¦xito en esta materia.

Cuatro a?os despu¨¦s, y con la econom¨ªa boliviana haciendo aguas , ambos l¨ªderes se culpan mutuamente: ¡°Cuando era ministro de Econom¨ªa [Luis Arce] valoraba y reconoc¨ªa los ¨¦xitos del modelo implementado por nuestro gobierno¡­ y ahora los desconoce para justificar los p¨¦simos resultados econ¨®micos de su gesti¨®n¡±, poste¨® Morales en X el 11 de septiembre. Por su parte, Arce atribuye los actuales descalabros econ¨®micos a que Morales ¡°no cuid¨® la nacionalizaci¨®n¡± de los hidrocarburos y permiti¨® que las reservas petroleras ese secaran. Bolivia tiene hoy que importar alrededor de 3.000 millones de d¨®lares de combustibles cada a?o y por eso sufre un d¨¦ficit comercial que, sumado a la fuga de capitales, ha acabado con las divisas extranjeras. Sin d¨®lares, Bolivia anda muy apretada. Hay un semi-corralito a los dep¨®sitos bancarios nominados en d¨®lares y una incipiente pero inequ¨ªvoca alza de precios. Hasta hora, el pa¨ªs se ha salvado de entrar en default de su deuda externa, pero no puede acceder a financiamiento externo no condicionado.

Ninguno de los coautores del modelo econ¨®mico ha propuesto cambiarlo, pero Morales es el m¨¢s pragm¨¢tico de los dos: ha hablado de revisar las subvenciones a los combustibles, que aumentan la demanda y promueven el contrabando de gasolinas a los pa¨ªses vecinos, donde su precio es tres veces mayor. Morales tambi¨¦n tiene mejores relaciones con los empresarios, a los que les fue muy bien durante sus 14 a?os de gesti¨®n. El recuerdo de ese tiempo de bonanza lo mantiene fuerte en las encuestas, aunque encerrado en los sectores de menores ingresos, mientras que la aprobaci¨®n de Arce se ha desplomado.

La cuesti¨®n de fondo es que tanto Arce como Morales se disputan el liderazgo de la izquierda boliviana. Arce asegura que Evo Morales est¨¢ constitucionalmente impedido de postular en nuevas elecciones. Defiende la tesis, que aparece tangencialmente en una sentencia de 2023 del Tribunal Constitucional, de que la reelecci¨®n discontinua (dejando un tiempo entre dos mandatos) est¨¢ prohibida por la Constituci¨®n. La ¨²nica reelecci¨®n permitida, seg¨²n Arce, es ¡°una continua¡±. Esto lo habilita a ¨¦l, que no ha descartado presentarse pese a su actual debilidad en los sondeos.

Morales considera la sentencia del TCP inconcluyente y recuerda que en Bolivia siempre estuvo permitida la reelecci¨®n discontinua antes de la aprobaci¨®n de la Constituci¨®n de 2009. Al mismo tiempo, ha se?alado que los ¡°arcistas¡± quieren ¡°matar al MAS¡±, el partido de Gobierno. Ambas alas buscan que las instituciones electorales y judiciales las reconozcan como las ¨²nicas con derecho a usar la sigla. Como Morales cuenta con la directiva del partido, sus rivales no han logrado su prop¨®sito hasta ahora. Al mismo tiempo, el expresidente no puede convocar a congresos, porque necesita el acuerdo de las organizaciones sociales que est¨¢n en manos del ¡°arcismo¡±. El resultado es que es posible que la sigla del partido sea eliminada de la competencia electoral del pr¨®ximo a?o.

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