El festival de cine INSTAR alienta un di¨¢logo entre Cuba y otros pa¨ªses bajo reg¨ªmenes autoritarios
La cita presenta hasta el 3 de noviembre 37 pel¨ªculas en Barcelona, Berkeley, Madrid, M¨²nich y Par¨ªs
Era diciembre del a?o 2019 y la artista Tania Bruguera abr¨ªa su casa de La Habana Vieja para recibir al p¨²blico en la primera edici¨®n del festival de cine INSTAR, organizado por el Instituto de Artivismo Hannah Arendt (INSTAR), que la propia Bruguera fund¨® cuatro a?os antes para ¡°la promoci¨®n de la alfabetizaci¨®n c¨ªvica y la justicia social en Cuba¡±. Pero no hubo p¨²blico, nadie ocup¨® los asientos de la peque?a sala de cine, excepto los propios directores o el equipo de trabajo del Instituto. ¡°No fue casi nadie, en esa ¨¦poca la gente ten¨ªa mucho miedo de ir a INSTAR¡±, cuenta Bruguera, una de las m¨¢s prominentes artistas cubanas que tuvo el sue?o alguna vez de ser directora de cine. Hoy el festival que naci¨® para apoyar y acompa?ar el cine joven e independiente cubano se ha vuelto transfronterizo y recibi¨® m¨¢s de 3.000 propuestas de filmes dispuestos a concursar en su quinta edici¨®n.
Bruguera lo llama ¡°ser persistente¡±. En la segunda edici¨®n del evento -que se hace cada a?o y ha estado en la mira de la polic¨ªa pol¨ªtica cubana- la muestra cinematogr¨¢fica se hizo online, a causa de la pandemia de coronavirus. En el verano de 2022 su sede fue Documenta15 de Kassel, una de las exposiciones de arte contempor¨¢neo m¨¢s importantes del mundo, donde el Festival de Cine INSTAR particip¨® con la proyecci¨®n de m¨¢s de 160 pel¨ªculas, hasta hoy la mayor retrospectiva de cine cubano alternativo. En medio de la crisis pol¨ªtica y econ¨®mica en Cuba, y el hostigamiento por parte del Gobierno que han enfrentado activistas, artistas o cineastas, los creadores no han quedado fuera del ¨¦xodo hist¨®rico que tiene lugar en el pa¨ªs. Desde entonces el festival, que sigue destacando la producci¨®n independiente de los cineastas cubanos, ha apostado por ser un evento ¡°cada vez m¨¢s inclusivo e internacional¡±, seg¨²n Jos¨¦ Luis Aparicio, cineasta y director art¨ªstico del festival.
En esta quinta edici¨®n, que se extender¨¢ desde el 28 de octubre al 3 de noviembre, 21 de las 37 pel¨ªculas del programa son obras producidas por cineastas cubanos, emigrados o residentes en la isla. El festival -que otorga el premio Nicol¨¢s Guill¨¦n Landri¨¢n a la obra que mejor abarque alg¨²n tema tab¨² de su sociedad y el Fondo P. M. para audiovisuales cubanos independientes- no dej¨® de ser un espacio cubano, sino que comenz¨® a ser ¡°itinerante y transnacional¡±, en palabras de su director.
¡°Nos parec¨ªa fundamental establecer un di¨¢logo entre el cine cubano independiente y las cinematograf¨ªas de regiones tambi¨¦n azotadas por dictaduras y autoritarismos, donde se hace dif¨ªcil la producci¨®n de un cine libre y alternativo, pues los artistas enfrentan represalias similares a las que enfrentamos nosotros en Cuba: censura, represi¨®n y exilio forzado¡±, dice Aparicio. Hoy el festival cuenta con la participaci¨®n de obras que llegan de pa¨ªses como Nicaragua, Venezuela, Ir¨¢n, Hait¨ª, China, Hong Kong, Palestina, Ucrania, Rusia, Hait¨ª, Croacia, Guinea-Bis¨¢u, Rep¨²blica Dominicana y Costa Rica.
Para Bruguera, esta apertura significa que ¡°Cuba empez¨® a dialogar con sus pares¡±. ¡°Los cubanos tenemos que entender que la solidaridad es de dos lados. No puedes pedir solidaridad si no eres solidario. Una cosa que en INSTAR me interesa mucho es crear di¨¢logos entre situaciones diferentes pero similares, para ver si de una vez y por todas Cuba puede entrar en esa lista de dictaduras internacionales. Y para entender qu¨¦ otras soluciones tienen otros lugares, c¨®mo lo manejan¡±, insiste la artista.
Este a?o el festival tendr¨¢ proyecciones f¨ªsicas en Barcelona, Berkeley, Madrid, M¨²nich y Par¨ªs. En Cuba, el p¨²blico podr¨¢ acceder desde la plataforma online Festhome, una posibilidad que viene acompa?ada de la incertidumbre sobre cu¨¢ntas personas podr¨¢n participar o usar un servicio de Internet tan costoso para tener presencia en el festival.
¡°Es sorprendente cuando el acceso desde Cuba supera las expectativas¡±, dice Aparicio. ¡°El a?o pasado hubo m¨¢s de un centenar de visualizaciones, que no parecen muchas a primera vista, pero sabemos lo dif¨ªcil que resulta, no solo por las cuestiones econ¨®micas y tecnol¨®gicas, sino tambi¨¦n por lo que implica separar un tiempo en medio de la tortuosa realidad insular, plagada de cortes de energ¨ªa y de filas interminables para comprar comida o tomar el bus o conseguir medicamentos, para ver cine independiente o de autor, como el que proponemos en el festival¡±.
El director, no obstante, considera que en la Isla ¡°hay un p¨²blico muy ¨¢vido de cine, dispuesto siempre a la reflexi¨®n y la experiencia est¨¦tica. Espectadores que desean encontrarse con im¨¢genes y sonidos de su pa¨ªs y del mundo, aunque sea en las pantallas de sus m¨®viles o sus ordenadores. Siempre que haya un espectador en Cuba que desee ver las pel¨ªculas de nuestro festival, o los debates y conservatorios que organizamos en l¨ªnea, este gesto tendr¨¢ sentido para nosotros¡±.
Como parte de las novedades de esta quinta edici¨®n est¨¢ el lanzamiento del primer n¨²mero de la revista anual Fantasma Material, en colaboraci¨®n con el sello Rialta Ediciones, que se realizar¨¢ el pr¨®ximo 26 de octubre en la Cineteca Madrid. ¡°Desde hace mucho tiempo, en charlas con cineastas y cr¨ªticos amigos, sent¨ªamos la ausencia de una revista de cine concebida por aquellas personas que est¨¢bamos haciendo y pensando en colectivo el nuevo cine de la isla¡±, explica Aparicio. ¡°Como el propio festival, nos interesa reflexionar sobre el cine que se produce en contextos autoritarios o dictatoriales, en zonas donde se encuentra coartada la libertad de expresi¨®n. Tambi¨¦n aquellas cinematograf¨ªas del sur global que se encuentran ahora en pleno desarrollo y exploraci¨®n de sus posibilidades creativas¡±.
Existen otros espacios para apoyar y visibilizar el cine independiente cubano, como el Cuban Diaspora Film Archive, que organizan desde Miami Eliecer Jim¨¦nez Almeida y Santiago Juan Navarro. Con frecuencia tambi¨¦n se hacen exhibiciones, charlas y eventos con la producci¨®n cinematogr¨¢fica cubana como tema central. Desde las instituciones estatales hay espacios como el Festival Internacional de Cine La Habana y el Festival de Gibara que han sido hist¨®ricamente criticados por la censura que tienen sus programas y las restricciones para admitir determinadas obras o cineastas. En 2020 el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematogr¨¢ficos suspendi¨® la Muestra Joven, un espacio que acog¨ªa las obras de cineastas en los inicios de su carrera, y que aviv¨® el debate en un pa¨ªs y una instituci¨®n con sonados casos de censura.
¡°Dentro de la Isla el panorama es m¨¢s desolador¡±, asegura Aparicio. ¡°Si bien algunos filmes independientes se exhiben en festivales del estado, estos son espacios donde impera la censura de las visiones art¨ªsticas y pol¨ªticas m¨¢s frontales¡±.
Tambi¨¦n cuenta que ¡°hay escasos reductos de libertad en espacios alternativos¡± y estos ¡°suelen tener una vida corta por la presi¨®n gubernamental y la precariedad¡±. No obstante, ¡°todos estos espacios, los que existieron antes y los que surgir¨¢n en el futuro, son fundamentales¡±, dice el director del Festival de Cine INSTAR. ¡°La ¨²nica forma de resistir y, eventualmente, superar el embate de la censura, la represi¨®n y la desidia institucional cubana es crear nuestras propias plataformas, con cineastas, cr¨ªticos, curadores y gestores culturales dentro y fuera de la isla. Tejer redes, forjar alianzas, romper la l¨®gica centralizada y monol¨ªtica del ecosistema cultural en el que crecimos. Por eso, no deber¨ªa haber un solo festival, ni una sola revista de cine, ni un solo fondo de fomento a la producci¨®n, ni una sola forma de producir, pensar, imaginar nuestras pel¨ªculas¡±.
Hoy el cine cubano rebasa los l¨ªmites de la Isla. Es diasp¨®rico, como su p¨²blico. M¨¢s all¨¢ de la crisis econ¨®mica en el pa¨ªs, muchos cineastas han decidido optar por el camino de la emigraci¨®n a causa de la censura desmedida por parte de las autoridades culturales. ¡°Cuando el cine cubano independiente llegaba a una etapa de madurez est¨¦tica y mayor independencia productiva, se vio forzado a desbandarse y repensarse en la intemperie del exilio¡±, dice Aparicio.
Pero los cineastas evitan hacer separaciones entre el cine que se hace dentro o fuera de la Isla, porque estos procesos no son m¨¢s que el resultado natural que atraviesa de manera transversal la sociedad cubana. Cineastas como Aparicio prefieren llamarlo ¡°un cine de la Gran Cuba¡±, apropi¨¢ndose del t¨¦rmino de la pensadora cubano-americana Ana L¨®pez.
¡°El cine cubano es cada vez m¨¢s transnacional, tanto en sus l¨®gicas productivas como en sus b¨²squedas tem¨¢ticas y est¨¦ticas¡±, dice. ¡°Es cierto que, sobre todo en los ¨²ltimos cinco a?os, una gran cantidad de cineastas cubanos ha emigrado, entre ellos algunas de las voces m¨¢s significativas del audiovisual cubano reciente, pero se siguen produciendo pel¨ªculas en la isla tan dignas de atenci¨®n como las que se realizan fuera. Lo que s¨ª considero muy estimulante son los nuevos caminos expresivos que esta dispersi¨®n, que estos procesos de reinvenci¨®n personal y art¨ªstica que atraviesa el migrante abren para el cine cubano del futuro¡±.