La Cumbre Iberoamericana escenifica la cr¨ªtica relaci¨®n entre los pa¨ªses latinoamericanos
Espa?a recibe de Ecuador la secretar¨ªa general ¡®pro t¨¦mpore¡¯ tras un evento marcado por la ausencia de grandes l¨ªderes regionales
La Cumbre Iberoamericana, que se ha celebrado estos d¨ªas en la ciudad de Cuenca, Ecuador, ha escenificado la desuni¨®n de los pa¨ªses latinoamericanos, enfrascados ahora mismo en una serie de conflictos cruzados que han hecho imposible mostrar al mundo unidad y consenso. Espa?a, que brind¨® la participaci¨®n de su jefe de Estado, Felipe VI, y del canciller, Jos¨¦ Manuel Albares, recibe ahora la secretar¨ªa general pro t¨¦mpore, y tiene por delante dos a?os para ejercer una labor de di¨¢logo que saque de esta situaci¨®n de o¨ªdos sordos al continente.
La cumbre termin¨® cuatro horas antes de lo esperado tras la suspensi¨®n de varios eventos. No ha habido una declaraci¨®n conjunta por falta de unanimidad respecto a una propuesta cubana, as¨ª que se acab¨® firmando un documento entre los pa¨ªses, al margen de la reuni¨®n. El ambiente en los pasillos del Museo Pumapungo ¡ªde arqueolog¨ªa y antropolog¨ªa¡ª no fue el ideal. A la ausencia de grandes l¨ªderes se sum¨® el malestar de los presentes con Daniel Noboa, que centr¨® la cumbre demasiado en ¨¦l y sus problemas al frente de Ecuador, desconociendo el funcionamiento de una multilateral.
A la cumbre, creada en 1991 para estrechar los lazos entre Espa?a y Am¨¦rica Latina, le ha jugado en contra que Noboa, apenas d¨ªas antes, suspendiera de forma abrupta a su vicepresidenta, Ver¨®nica Abad, para impedirle que asuma su cargo cuando ¨¦l dimita para poder presentarse a las elecciones presidenciales de febrero de 2025. La medida se ha interpretado como un hecho in¨¦dito que viola los derechos de un cargo electo que, adem¨¢s, pone a prueba las costuras de la Constituci¨®n ecuatoriana. Adem¨¢s, nadie olvida que Noboa orden¨® el asalto a la embajada mexicana en Quito, un quebrantamiento al derecho internacional. Por eso, ning¨²n presidente quer¨ªa acudir a esta cita y que eso se interpretara como una forma de respaldar sus pol¨ªticas agresivas.
Un enemigo del encuentro tambi¨¦n ha sido el expresidente Rafael Correa que, a trav¨¦s de la candidata Luisa Gonz¨¢lez, aspira a arrebatarla la presidencia a Noboa en febrero. Correa promovi¨® en el Grupo de Puebla un documento en contra de la cumbre que finalmente no sali¨® a la luz por falta de consenso. Los expresidentes que integran este foro pol¨ªtico de izquierdas le calmaron y le aseguraron que la cita iba a fracasar por s¨ª misma, sin necesidad de una declaraci¨®n expresa. Esa sensaci¨®n de no haber podido organizar una cumbre robusta acompa?¨® a los mismos integrantes del Gobierno de Noboa, que hicieron esfuerzos por mostrarse optimistas, como la canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld. La canciller culp¨® a los medios de comunicaci¨®n, que seg¨²n ella muestran a un Ecuador violento ¡ªlo que es un hecho con los datos en la mano¡ª, de la ausencia de m¨¢s mandatarios de peso.
En p¨²blico, el ambiente fue cordial, con la excepci¨®n de un intercambio dial¨¦ctico entre Eduardo Acevedo, embajador argentino, y Rodolfo Ben¨ªtez, coordinador nacional de Cuba. El primero acus¨® al Gobierno de La Habana de no respetar los derechos humanos y el segundo respondi¨® que el Gobierno de Javier Milei, entre otros atropellos, respaldaba la matanza de palestinos a manos del ej¨¦rcito israel¨ª. Por otra parte, no se hizo menci¨®n oficial a Venezuela, salvo al final, cuando Noboa dijo, en el momento de la clausura, que jam¨¢s apoyar¨¢ ¡°un golpe de Estado¡±, en referencia al fraude electoral ¡ªcomo todo parece indicar¡ª que el chavismo ha perpetrado en las elecciones presidenciales que se celebraron en julio de este a?o. Nicol¨¢s Maduro, por el momento, asegura que se posesionar¨¢ el 10 de enero, cuando empieza el nuevo periodo presidencial. En las cenas y los corrillos se comentaba que no existe ning¨²n mecanismo para desalojar al chavismo del poder, salvo el uso de la fuerza, que nadie quiere y que parece un asunto del pasado en la regi¨®n.
La elecci¨®n de Donald Trump de un secretario de Estado como Marco Rubio, un halc¨®n que dice no querer dialogar con gobiernos autoritarios, tambi¨¦n fue motivo de conversaci¨®n. Aunque se conoce el talante de Trump por su primer periodo en la Casa Blanca, existen muchos dudas sobre cu¨¢les ser¨¢n sus pol¨ªticas concretas respecto a Am¨¦rica Latina. Se tiene a Trump como un presidente impredecible. En cualquier caso, la cumbre cierra con una sensaci¨®n de fracaso e intrascendencia. Albares lo dijo de manera diplom¨¢tica al finalizar: ¡°Hay que decidir el futuro del dise?o de las cumbres¡±.