Ortega impulsa una reforma constitucional en Nicaragua que eleva a su esposa Murillo al cargo de copresidenta
Los cambios garantizan la permanencia del matrimonio en el poder y elimina la separaci¨®n de poderes
Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo, enviaron el martes a la Asamblea Nacional, bajo control total del Gobierno, una reforma casi total a la Constituci¨®n de Nicaragua que legaliza el andamiaje represivo, garantiza la sucesi¨®n din¨¢stica y aumenta el peso del Ejecutivo sobre el resto de los poderes del Estado. Con la creaci¨®n de las figuras de ¡°copresidente¡± y ¡°copresidenta¡±, la pareja presidencial podr¨¢ gobernar en igualdad de condiciones y nombrar a dedo vicepresidentes, como a su hijo Laureano Ortega Murillo, promovido desde hace a?os como el ¡°delf¨ªn¡± para sucederles.
La reforma del art¨ªculo 135 ampl¨ªa adem¨¢s el periodo presidencial de Nicaragua de cinco a seis a?os. Ortega y Murillo ya no tendr¨¢n que hacer un cambio de Gobierno en 2026, cuando est¨¢n fechadas elecciones generales, sino reci¨¦n en 2027. Con estos cambios, que dada la mayor¨ªa oficialista en el Congreso necesitar¨¢n solo de un tr¨¢mite parlamentario para ser aprobados, la pareja presidencial resuelve un tema que, seg¨²n fuentes sandinistas consultadas por El PA?S, llevaba en discusi¨®n internas ya varios a?os: seguir, en familia, atornillados al poder.
A nivel pol¨ªtico, la creaci¨®n constitucional de los cargos de copresidentes resuelve el embrollo de la sucesi¨®n constitucional que Ortega y Murillo han venido barajando desde hace a?os. Eliseo N¨²?ez, abogado y exdiputado opositor en el exilio, asegura que la figura de copresidente es ¡°innovadora, sin precedentes en otros pa¨ªses¡±. ¡°No est¨¢ bien definido qu¨¦ funciones tiene uno y cu¨¢les el otro. Ese tema no tiene asidero en la doctrina legal, pero ellos lo convierten en legalidad. Son ellos los que ahora, seg¨²n la Carta Magna, coordinan a los dem¨¢s poderes del Estado¡±, dice.
Sin balance de poderes
La reforma aniquila la independencia de poderes al someterlos a los designios del matrimonio presidencial. Dice el art¨ªculo 132 reformado: ¡°La presidencia de la Rep¨²blica dirige al Gobierno y como jefatura del Estado coordina a los ¨®rganos legislativo, judicial, electoral, de control y fiscalizaci¨®n, regionales y municipales, en cumplimiento de los intereses supremos del pueblo nicarag¨¹ense y de lo establecido en la presente Constituci¨®n¡±. En ese sentido, el art¨ªculo 8 tambi¨¦n recalca que la separaci¨®n de poderes ¡ªque de facto ya no funcionaba en Nicaragua¡ª ha sido extinguida: ¡°El pueblo ejerce el poder del Estado a trav¨¦s de la presidencia de la Rep¨²blica que dirige al Gobierno¡±.
Ortega y Murillo elevan a rango constitucional el nombrar y cesar ministros, viceministros, procuradores, directores de entes aut¨®nomos y gubernamentales; jefes de misiones diplom¨¢ticas y jefes de misiones especiales, como ya lo ven¨ªan haciendo de hecho con la purga estatal comandada por Murillo. Adem¨¢s, proh¨ªben postular para presidente a los centenares de opositores despojados de su nacionalidad nicarag¨¹ense.
¡°Esta reforma, en vez de modernizar nuestra Constituci¨®n, nos devuelve al medievo para instalar una figura de rey y reina¡ es decir, copresidentes con poderes plenipotenciarios. Figuras que pueden estar por encima de todos los poderes del Estado, y que tendr¨¢n voz, voto y decisi¨®n en materia legislativa, judicial, electoral, de defensa¡±, dice Jes¨²s Tefel, presidente de la organizaci¨®n exiliada Hagamos Democracia.
El Ej¨¦rcito a la calle
Seg¨²n el texto constitucional propuesto por Ortega, el presidente podr¨¢ ahora ¡°ordenar la intervenci¨®n del Ej¨¦rcito de Nicaragua en apoyo a la Polic¨ªa Nacional, cuando la estabilidad de la Rep¨²blica lo requiera¡±. El Ej¨¦rcito siempre ha negado su participaci¨®n en la represi¨®n pol¨ªtica, pero hay indicios claros que desde la Direcci¨®n de Informaci¨®n para la Defensa (DID) han ejercido labores de espionaje y acoso pol¨ªtico.
Durante la Operaci¨®n Limpieza contra opositores en 2018, cuando grupos paramilitares ejercieron violencia letal, se hizo com¨²n el armamento de alto calibre, solo disponible en el Ej¨¦rcito. Para justificar el accionar de estas milicias irregulares, el jefe de la Polic¨ªa Nacional, el comisionado Francisco D¨ªaz (y consuegro de la pareja presidencial) dijo en aquel entonces que eran ¡°polic¨ªas voluntarios¡±. Ahora, el art¨ªculo 97 ¡°crea la Polic¨ªa Voluntaria como cuerpo auxiliar y de apoyo a la Polic¨ªa Nacional, integradas por ciudadanos nicarag¨¹enses que prestan sus servicios de forma voluntaria¡±.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n.