La polic¨ªa acusa formalmente a Bolsonaro, a dos generales y a 34 personas m¨¢s de intento de golpe de Estado en Brasil
Los investigadores sostienen que la trama urdida por el expresidente contra Lula no fue consumada porque los jefes del Ej¨¦rcito y la Fuerza A¨¦rea rechazaron sumarse
La Polic¨ªa Federal brasile?a ha acusado formalmente este jueves al expresidente Jair Bolsonaro, 69 a?os, un militar retirado de extrema derecha, de intentar perpetrar un golpe de Estado, seg¨²n ha informado la corporaci¨®n en un comunicado. El ultra pretend¨ªa ignorar el resultado de las elecciones e impedir que el izquierdista Luiz In¨¢cio Lula da Silva regresara al poder. Junto al hombre que gobern¨® Brasil entre 2019 y 2022, est¨¢n acusadas otras 36 personas, incluidos dos generales en la reserva que fueron ministros de su Gobierno. El informe policial ha sido entregado ya al Tribunal Supremo. Bolsonaro ya est¨¢ sometido a medidas cautelares en este caso. Tiene prohibido viajar al extranjero y, por eso, hace meses le retiraron el pasaporte. El expresidente se ha referido a la acusaci¨®n en X, el antiguo Twitter: ¡°Tengo que ver qu¨¦ hay en esa acusaci¨®n de la PF [Polic¨ªa Federal]. Voy a esperar al abogado (...) No puedo esperar nada de un equipo que usa creatividad para denunciarme¡±.
La polic¨ªa informa de que su pliego de acusaci¨®n se basa en las pruebas obtenidas en estos dos a?os mediante ¡°investigaciones policiales, el levantamiento del secreto sobre las comunicaciones telem¨¢ticas, telef¨®nicas, informaciones bancarias, fiscales, colaboraciones premiadas [con delatores], registros, e incautaciones, otras medidas debidamente autorizadas por el Poder Judicial¡±, a?ade la nota.
La acusaci¨®n formal de la polic¨ªa ya ha sido enviada al Tribunal Supremo, que la debe remitir a la Fiscal¨ªa General del Estado. Esta decidir¨¢ si formaliza la denuncia contra el anterior presidente, si la archiva o si solicita nuevas diligencias. Los 37 sospechosos est¨¢n acusados de abolici¨®n violenta del Estado democr¨¢tico de derecho, golpe de Estado y pertenencia a organizaci¨®n criminal.
Bolsonaro, un nost¨¢lgico de la dictadura, ya fue inhabilitado por los jueces hace meses para concurrir a las elecciones hasta 2030. En ese caso, fue condenado por abuso de poder, por aprovecharse del cargo presidencial para cuestionar de manera sistem¨¢tica la seguridad del sistema de votaci¨®n.
Sostienen los investigadores que el golpe no fue consumado porque los golpistas no lograron el apoyo de los entonces comandantes del Ej¨¦rcito de Tierra y de la Fuerza A¨¦rea, los generales Marco Antonio Freire Gomes y Carlos de Almeida Baptista. Ambos implicaron al expresidente en la trama al comparecer como testigos del caso, seg¨²n se supo en marzo. Contaron que el entonces jefe del Estado los convoc¨® a reuniones en su residencia del palacio de la Alvorada, en Brasilia, donde les mostr¨® un borrador del documento para declarar el estado de sitio, como primer movimiento para que Lula no asumiera el poder. En cambio, el entonces comandante de la Marina, el almirante Almir Garnier, se sum¨® a los golpistas y ofreci¨® a sus marineros para la asonada.
Entre los acusados en la trama destacan dos generales retirados del ej¨¦rcito que fueron ministros y estaban entre los m¨¢s estrechos colaboradores de Bolsonaro durante su mandato. Walter Braga Netto fue ministro de la Presidencia, de Defensa y candidato a vicepresidente en las elecciones que les gan¨® Lula, en 2022. Augusto Heleno fue ministro de Seguridad Institucional, encargado de la protecci¨®n de la Presidencia.
La acusaci¨®n formal se conoce despu¨¦s de que la polic¨ªa revelara esta semana que, como parte de la trama, los golpistas planearon matar a Lula cuando era presidente electo y otras autoridades con un plan que dise?ado por el n¨²mero dos del Ministerio de la Presidencia e impreso en el palacio donde despachan los mandatarios. Adem¨¢s, la semana pasada un simpatizante bolsonarista se hizo estallar ante el edificio del m¨¢ximo tribunal.
Gleisi Hoffmann, la presidenta del Partido de los Trabajadores, el de Lula, considera que es hora de que Bolsonaro entre en prisi¨®n despu¨¦s de que ¨¦l ¡°y su banda (¡) intentaran cometer un fraude electoral, asesinar a autoridades e instalar una dictadura¡±. Antes de conocerse la acusaci¨®n contra su predecesor, el presidente Lula se ha referido al plan de matarlo: ¡°El intento de asesinarnos no sali¨® bien, aqu¨ª estamos¡±. Tambi¨¦n ha aprovechado el izquierdista para recalcar que ¨¦l ¡°no persigue a nadie¡±.
Para el analista Eduardo Heleno, profesor del Instituto de Estudios Estrat¨¦gicos de la Universidad Federal Fluminense (sin relaci¨®n con el acusado Augusto Heleno), la acusaci¨®n formal ¡°deja claro c¨®mo las Fuerzas Armadas fueron politizadas e instrumentalizadas para cumplir el proyecto de poder de Bolsonaro y su c¨ªrculo de confianza¡±. A?ade el especialista que, ¡°para la parte de la c¨²pula militar que rechaz¨® el llamamiento golpista, permite separar la paja del trigo, sin duda, y reafirma el compromiso con el juramento de proteger las instituciones (¡) Sin embargo, los valores reaccionarios del bolsonarismo todav¨ªa est¨¢n arraigados en la cultura de muchos militares brasile?os¡±.
Durante todo su mandato, Bolsonaro abraz¨® un discurso que coqueteaba una y otra vez con la amenaza de ruptura democr¨¢tica. En un acto oficial lleg¨® a proclamar que desobedecer¨ªa al juez del Supremo Alexandre de Moraes, adem¨¢s de insultarlo, y, en octubre de 2023, se neg¨® a reconocer la victoria electoral de Lula, en las elecciones m¨¢s re?idas de la historia de Brasil. Al d¨ªa siguiente, decenas de miles de bolsonaristas acamparon ante cuarteles por todo el pa¨ªs reclamando a una intervenci¨®n militar.
Fue en los dos meses del periodo de transici¨®n cuando, seg¨²n la acusaci¨®n oficial de la polic¨ªa, se multiplicaron las reuniones, mensajes y movimientos para dar un golpe y que Lula no volviera a gobernar el pa¨ªs.
Miles de seguidores de Bolsonaro protagonizaron un asalto golpista en Brasilia el 8 de enero de 2023, una semana despu¨¦s de que Lula tomara posesi¨®n para un tercer mandato no consecutivo. Hasta ahora solo han sido juzgados, y condenados, parte de los autores materiales de aquel ataque. El Tribunal Supremo ha impuesto duras condenas a m¨¢s de 200 personas, pero ninguno de los se?alados por instigar o financiar el intento de golpe se ha sentado en el banquillo por el momento.
El secretario personal de Bolsonaro, el militar que le llevaba el m¨®vil mientras fue presidente y lo acompa?aba en todos los actos, Mauro Cid, es una pieza clave de la investigaci¨®n policial contra el anterior mandatario y el resto de los sospechosos de participar en la trama golpista. Tras unos meses en prisi¨®n preventiva en un penal castrense acept¨® colaborar con la polic¨ªa y detallar la intentona golpista.