La ‘primavera democrática’ que prometió Bernardo Arévalo aún no florece en Guatemala
La lucha contra la corrupción, principal promesa de campa?a del presidente, se ve empa?ada por la resistencia de sectores del poder judicial y de la Fiscalía
El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, cumple esta semana un a?o en el cargo. Doce meses en los que la lucha contra la corrupción, su principal promesa de campa?a, se ha convertido en una carrera de obstáculos. La llegada del mandatario progresista supuso un soplo de aire fresco en un país carcomido por la descomposición de las instituciones, especialmente el sistema judicial. Ese “pacto de corruptos” que dominó la esfera pública sigue en pie y amplios sectores de la ciudadanía demandan a Arévalo una respuesta más contundente.
“En un a?o no se termina la corrupción. ?Terminamos con la corrupción? No. Pero estamos luchando contra la corrupción de frente y de manera determinada […]. Y sí, nos sentimos solos a veces porque el ministerio público no apoya”, dijo el presidente en referencia a la Fiscalía, uno de los organismos que más resistencia opone a cualquier cambio y sigue tratando de emprender cacerías políticas, durante la conferencia previa a la presentación oficial de su informe de primer a?o de gestión.
El mandatario agregó que uno de los indicadores para medir esa lucha es el número de denuncias, 216, que la Comisión Nacional contra la Corrupción presentó ante el ministerio público (MP) en 2024. Sin embargo, según datos oficiales, siete de esas denuncias fueron archivadas, 17 desestimadas y 24 no fueron atendidas. La Fiscalía sigue a los mandos de Consuelo Porras, una funcionaria que ha sido sancionada por Estados Unidos, Canadá y varios países de la Unión Europea debido a sus intenciones de “socavar la democracia” en el país centroamericano.
Tras ganar las elecciones, Arévalo anunció que pediría a Porras la renuncia y, a pesar de los intentos de citarla y solicitarle su dimisión, no ha podido destituirla de su cargo. Además, Porras está protegida por la ley, ya que el ministerio público es un ente autónomo. Al presidente le queda más de un a?o para lidiar con su antagonista, porque su cargo al frente del ministerio decae en mayo de 2026.
La evaluación de Arévalo
Analistas y ciudadanos consultados coincidieron, además, en que el bloqueo en el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) no permitió avances en la construcción y mejoramiento de carreteras; y cuestionaron la baja ejecución presupuestaria y el desempe?o del oficialismo, encarnado por el Movimiento Semilla, en el Congreso. La cartera de Comunicaciones es uno de los 13 ministerios históricamente más se?alado de corrupción debido a los negocios ilegales que se pactan para la contratación y el pago de las obras contratadas cada a?o. Arévalo llegó con el propósito de “limpiar” la entidad, pero los poderes empresariales y políticos allí enquistados no se lo permitieron, al punto de bloquear los planes del nuevo gobierno y no permitirle ejecutar todo el presupuesto de esa cartera.
Durante 2024, dos ministros ocuparon el CIV: Jazmín De la Vega, quien fue destituida en mayo por no seguir las instrucciones de Arévalo en el pago de la deuda a proveedores, y Félix Alvarado, que renunció en noviembre. Alvarado dijo en una entrevista con el medio local Prensa Libre que en Guatemala la obra pública solo se concreta si hay corrupción. Al día siguiente de esa aseveración, el ministerio público allanó su residencia y abrió un caso en su contra por supuesto lavado de dinero. Al inicio de esta semana, Arévalo presentó al tercer y nuevo ministro que dirigirá el CIV, un militar experto, según el gobernante, en caminos.
“Había muchas expectativas de que se iba a combatir la corrupción, eso denota que mucha gente no sabe que la corrupción es una cosa enraizada. Creo que hay un poco de decepción porque la gente pensó que iba a haber más dinamismo”, cuestionó María del Carmen Ace?a, exministra de Educación e investigadora asociada del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN). Francisco Marroquín pertenece a un sector social que aupó a Arévalo. Estudiante universitario de 21 a?os, comenta que entre sus principales expectativas estaba que Arévalo mejoraría la infraestructura de carreteras, hospitales y escuelas. Algo en lo que considera debería priorizar el Gobierno este a?o.
En relación con el Congreso, el Movimiento Semilla no logró formar bancada porque su representación jurídica quedó suspendida, lo que les restó poder político la mayor parte del a?o. Sin embargo, al final consiguieron la aprobación de leyes que ellos promovieron, un Presupuesto General de la Nación para 2025, acorde con sus requerimientos. En medio de esa sesión, el pasado noviembre, los diputados también aprobaron un incremento de sus salarios del 82%, una medida que el oficialismo no pudo frenar.
“Los guatemaltecos están un poco desencantados, aunque le van a dar el beneficio de la duda este a?o. Pero no quieren ver un Congreso tan corrupto como lo que vimos en la aprobación del presupuesto y de la guinda del pastel cuando se aumentaron el salario”, indica Ace?a. El analista político y columnista Renzo Rosal es menos duro con Arévalo y le da un siete de 10 de calificación en su primer a?o. “Nunca habíamos tenido la experiencia en el país de tener un conjunto de actores, tanto públicos como no públicos, orientados a embestir al Gobierno y sacarlo de la jugada. Este Gobierno entró con enemigos, enemigos abiertos, evidentes, que se mantienen hasta el día de hoy y que intentaron deponer esa segunda vuelta electoral y la toma de posesión”, explica.
Según Rosal, los detractores de Arévalo continúan con la idea de sacarlo de la jugada. El Gobierno tiene a los enemigos en el interior. El analista también enfatiza que Guatemala ha recuperado la imagen en el mundo de que quizás no es un país incorruptible, pero sí es “sano y distante a las evidentes muestras de impunidad” que tuvieron los gobiernos anteriores.
Sofía Poladura, 21 a?os, estudiante del último a?o de Relaciones Internacionales, opina que Arévalo tuvo un a?o bastante difícil y algo desordenado. Algo comprensible, considera, por las barreras políticas y económicas que tuvo. “Considero que hay cosas que él no podía hacer, pero también hay cosas que sí debió hacer y se mantuvo tibio”, se?ala.
Los retos
El presidente adelantó el lunes pasado que entre sus prioridades para este a?o están las obras de infraestructura, puntualmente las carreteras del país y disminuir los precios de la canasta de productos básicos.
Los analistas también le piden resultados en la lucha contra la desnutrición, pues en 2024 murieron 83 ni?os y ni?as menores de cinco a?os por desnutrición aguda, 29 más que el a?o anterior. Otra solicitud de la sociedad civil es que Arévalo logre detener la persecución judicial que el ministerio público y las Cortes tienen contra de periodistas, defensores de derechos humanos y activistas porque, aunque son entes autónomos del Gobierno, los guatemaltecos esperan más del presidente en este tema.