Guerra abierta entre el Gobierno argentino y la Corte Suprema

Ya es una guerra pol¨ªtica en toda regla. Se inici¨® en los medios hace casi tres a?os, en paralelo al avance de los juicios por corrupci¨®n contra la vicepresidenta, Cristina Kirchner. En el arranque de su gesti¨®n, el presidente, Alberto Fern¨¢ndez, envi¨® al Congreso una profunda reforma de la justicia federal, a la que acusaba de red...

Ya es una guerra pol¨ªtica en toda regla. Se inici¨® en los medios hace casi tres a?os, en paralelo al avance de los juicios por corrupci¨®n contra la vicepresidenta, Cristina Kirchner. En el arranque de su gesti¨®n, el presidente, Alberto Fern¨¢ndez, envi¨® al Congreso una profunda reforma de la justicia federal, a la que acusaba de redactar fallos a la medida de la oposici¨®n. El proyecto no prosper¨®. La tensi¨®n entre la Casa Rosada y los Tribunales creci¨® y creci¨®. Se esparci¨® como la espuma entre altos funcionarios, diputados, senadores y jueces. El 6 de diciembre, un tribunal conden¨® a Kirchner a seis a?os de c¨¢rcel. Dos semanas despu¨¦s, la Corte Suprema fall¨® contra el Gobierno en una demanda de la ciudad de Buenos Aires, opositora, por el reparto nacional del dinero de los impuestos. Esta semana que pas¨®, finalmente, la sangre lleg¨® al r¨ªo: Fern¨¢ndez convoc¨® a sesiones extraordinarias del Congreso (no habr¨¢ receso de verano, muy que les pese a los legisladores) para tratar el juicio pol¨ªtico contra los jueces de la Corte Suprema.

Al juicio pol¨ªtico contra los cuatro supremos (hay un puesto vacante) se le suma un proyecto para llevar a 15 el n¨²mero de magistrados. Los diputados del Frente de Todos, la alianza de las distintas corrientes del peronismo que est¨¢ en el poder, ya presentaron formalmente el pedido de juicio ¡°por mal desempe?o¡± contra la Corte. El argumento es que ¡°ha realizado arbitrarios ataques sobre las facultades constitucionales asignadas¡± a los poderes ejecutivo y legislativo. Adem¨¢s del asunto de los impuestos, que da recursos extraordinarios al alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodr¨ªguez Larreta, uno de los presidenciables del macrismo, critican un fallo que declar¨® inconstitucional una ley de 2006 que retiraba a la Corte del Consejo de la Magistratura, el ¨®rgano que elige y juzga a los jueces. Los supremos decidieron reflotar una ley anterior que hab¨ªa sido derogada por el Congreso.

El partido de Gobierno tiene los votos suficientes para abrir una comisi¨®n de juicio pol¨ªtico que trabajar¨¢ durante 60 d¨ªas, pero chocar¨¢ luego en el recinto, donde no alcanza los dos tercios necesarios para avanzar m¨¢s all¨¢ de la acusaci¨®n. Juntos por el Cambio, la coalici¨®n que re¨²ne a la derecha liderada por Mauricio Macri, ya anticip¨® que rechazar¨¢ la iniciativa peronista por considerar que ¡°atenta contra el orden republicano¡±. Si el Gobierno insiste, paralizar¨¢ el Congreso, amenaz¨®.

La pelea entre los poderes del Estado crispar¨¢ los ¨¢nimos en un a?o especialmente sensible: en octubre, los argentinos elegir¨¢n al sucesor de Alberto Fern¨¢ndez en la Casa Rosada. El clima pol¨ªtico no podr¨ªa ser peor. Fern¨¢ndez ingres¨® al ¨²ltimo a?o de su mandato con la popularidad por los suelos, la econom¨ªa en declive, la inflaci¨®n cercana al 100% y a la sombra del poder que ejerce sobre su gesti¨®n Cristina Kirchner. A la Justicia no le va mejor. El 59% de los consultados en abril para un sondeo de la Universidad de San Andr¨¦s asegur¨® que tiene una imagen ¡°muy mala¡± del Poder Judicial, 19 puntos m¨¢s de los que opinaron lo mismo acerca del Fondo Monetario Internacional (dif¨ªcil encontrar una instituci¨®n con peor imagen en Argentina). Sorprendi¨® a los encuestadores que el apartado ¡°imagen buena¡± qued¨® en 0%.

El presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, ensay¨® una explicaci¨®n durante una entrevista con el periodista Carlos Pagni para LN+. ¡°En la mayor¨ªa de las democracias consolidadas del mundo la imagen de la Justicia no es buena¡±, argument¨®. Seg¨²n su visi¨®n, el problema est¨¢ en que el Poder Judicial asume conflictos que la sociedad no resuelve y eso genera ¡°ciertas expectativas¡± que luego se ven frustradas. Los ciudadanos, dijo, ven ¡°que la Justicia resuelve con lentitud, no correctamente o que no falla a su favor¡±. Esa ¡°judicializaci¨®n de los conflictos¡±, dijo, es atribuible a ¡°cierta incapacidad¡± de la sociedad para resolverlos por v¨ªas no judiciales.

El conflicto por el reparto dfe los impuestos federales fue una muestra de ello. En 2016, el Gobierno de Macri subi¨® del 1,4% al 3,75% la parte correspondiente a la ciudad de Buenos Aires, su principal basti¨®n electoral, para financiar a una nueva polic¨ªa. Cuando Fern¨¢ndez lleg¨® a la Casa Rosada, una de sus primeras medidas fue bajar en forma unilateral hasta el 2,35% ese porcentaje. Como las negociaciones pol¨ªticas fracasaron, el asunto termin¨® en la Corte, que en diciembre elev¨® el porcentaje correspondiente a la ciudad hasta el 2,95%.

Fern¨¢ndez primero dijo que no acatar¨ªa el fallo porque no ten¨ªa el dinero para hacerlo; luego dio marcha atr¨¢s y prometi¨® un pago en bonos del tesoro. Mantuvo, eso s¨ª, su decisi¨®n de llevar a los jueces ante el banquillo del Congreso. Sum¨® en su estrategia el favor de 14 de los 23 gobernadores del pa¨ªs, temerosos de que el dinero que ahora ir¨ªa a parar a Buenos Aires (unos 1.000 millones de d¨®lares) saliese de sus propias partidas presupuestarias.

El juicio pol¨ªtico no prosperar¨¢ m¨¢s all¨¢ de la comisi¨®n dominada por el Frente de Todos, pero habr¨¢ espect¨¢culo. Los diputados quieren que declaren los cuatro supremos. Pidieron adem¨¢s la presencia de Silvio Robles, secretario privado del presidente de la Corte, y del jefe de Seguridad de la ciudad de Buenos Aires, Marcelo D¡¯Alessandro, ahora de licencia. La Comisi¨®n les pedir¨¢ que expliquen por qu¨¦ en unos chats filtrados a la prensa Robles adelanta al funcionario de la ciudad la decisi¨®n de su jefe respecto al diferendo por los fondos.

El Gobierno intentar¨¢ demostrar que los mensajes son evidencia de la connivencia entre la Justicia y la oposici¨®n. En cualquier caso, lo que resta de enero y febrero ser¨¢ de mucha actividad pol¨ªtica, mientras buena parte de los argentinos est¨¢n de vacaciones. En marzo, el pa¨ªs ya estar¨¢ lanzado de lleno en la campa?a por la sucesi¨®n presidencial.

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