Una angustia colectiva

Tras el ¨¦xito fulminante de El clamor de los bosques (2018), novela ganadora del Premio Pulitzer, parec¨ªa oportuno rescatar algunos t¨ªtulos de Richard Powers (Evanston, Illinois, 1957) pendientes de traducci¨®n a nuestro idioma, y nada m¨¢s id¨®neo que empezar con su pen¨²ltima novela, Orfeo (2014). Como esp¨¦cimen literario, Powers constituye una anomal¨ªa, pues de ser escritor de culto ha pasado a tener una ingente can...

Tras el ¨¦xito fulminante de El clamor de los bosques (2018), novela ganadora del Premio Pulitzer, parec¨ªa oportuno rescatar algunos t¨ªtulos de Richard Powers (Evanston, Illinois, 1957) pendientes de traducci¨®n a nuestro idioma, y nada m¨¢s id¨®neo que empezar con su pen¨²ltima novela, Orfeo (2014). Como esp¨¦cimen literario, Powers constituye una anomal¨ªa, pues de ser escritor de culto ha pasado a tener una ingente cantidad de lectores sin haber cambiado un ¨¢pice las premisas sobre las que se asienta su escritura. De una sabidur¨ªa enciclop¨¦dica, en sus complejas construcciones narrativas Powers se adentra con asombrosa autoridad en campos tan diversos como la neurociencia, la f¨ªsica te¨®rica, la musicolog¨ªa, la gen¨¦tica molecular, la teor¨ªa de juegos, la tecnolog¨ªa de la informaci¨®n, los avances de la inteligencia artificial o los mecanismos de la realidad virtual. Todas estas disciplinas desempe?an una funci¨®n primordial en el conjunto de su corpus narrativo, integrado por 12 novelas, la mayor¨ªa de considerable extensi¨®n.

Aunque curs¨® estudios formales en algunas de las materias de las que se ocupa en sus narraciones (f¨ªsica, interpretaci¨®n musical, ret¨®rica), se inici¨® en la mayor¨ªa por su cuenta, llegando en alg¨²n caso, como el de la bioqu¨ªmica o la computaci¨®n, a adquirir el nivel necesario para ejercerlas profesionalmente (Powers ha trabajado como programador de ordenadores y como t¨¦cnico de laboratorio).

Considerado uno de los narradores m¨¢s s¨®lidos de su pa¨ªs, de su impecable trayectoria, caben mencionar algunas obras de gran inter¨¦s. En The Gold Bug Variations (1991), t¨ªtulo que remite simult¨¢neamente a Poe y a Bach, la acci¨®n gira en torno a las infinitas mutaciones derivadas del encuentro entre m¨²sica y gen¨¦tica. En Galatea 2.2 (1995), reescritura del mito de Pigmali¨®n en clave cibern¨¦tica, un escritor hura?o adiestra a una computadora llamada Helen en el arte de la lectura. En otras obras Powers sit¨²a como trasfondo circunstancias tan diversas como los desmanes de la industria qu¨ªmica, el cine de Walt Disney, los estragos del c¨¢ncer o el virus del racismo. El eco de la memoria (2006), novela ganadora del National Book Award, explora la patolog¨ªa del cerebro. Inevitablemente, este tipo de planteamientos hace pensar en una visi¨®n forzada y artificial de la escritura, pero no es as¨ª. Los mundos que constituyen el trasfondo de las novelas de Powers no son m¨¢s que teatros de operaciones en los que somete a examen situaciones profundamente humanas. Sus dos armas mayores son la calidad de la prosa, dotada con frecuencia de gran fuerza l¨ªrica, y su agudeza como observador de la realidad social. El paso del plano de las emociones individuales a la certera disecci¨®n del cuerpo social tiene lugar de manera imperceptible.

En Orfeo los temas que se entrecruzan, conformando el trasfondo de la narraci¨®n, son la m¨²sica y el bioterrorismo. El protagonista, Peter Els, es un compositor vanguardista de 70 a?os que lo ha sacrificado todo en aras de su b¨²squeda del absoluto a trav¨¦s de la m¨²sica. Profesor jubilado, Els vive recluido en una caba?a perdida en un bosque (Thoreau) donde ha instalado un laboratorio casero en el que lleva a cabo sus experimentos, sirvi¨¦ndose de materiales adquiridos en tiendas biopunk por Internet (el Unabomber). Su objetivo es intentar manipular el genoma de la bacteria Serratia marcescens, aunque el sentido final de su b¨²squeda es aplicar estructuras musicales a c¨¦lulas vivas. Sus actividades lo hacen sospechoso a los ojos de la polic¨ªa, que lo toma por un bioterrorista. Nada de esto supone desvelar un ¨¢pice de la trama, pues no es m¨¢s que el planteamiento que dar¨¢ pie al comienzo de la acci¨®n, que discurre de manera retrospectiva. La narraci¨®n se desdobla en dos planos, el musical y el que reconstruye la trayectoria vital de Peter Els, que regresa a los momentos m¨¢s importantes de su pasado. La forma en la que Powers trata los aspectos musicales de la historia es fascinante. Hay descripciones subyugantes de piezas musicales como el Cuarteto para el final de los tiempos, de Messiaen, las sinfon¨ªas de Mozart, Shostak¨®vich o Mahler, o las piezas vanguardistas de John Cage. Pero incluso la m¨²sica constituye una suerte de tel¨®n de fondo, por encima del cual se escucha con nitidez el lenguaje de las pasiones humanas. Lo m¨¢s valioso de Orfeo es el empuje emocional del relato, la historia personal del supuesto bioterrorista, la conmovedora recreaci¨®n de los personajes a los que regresa, de manera particular los femeninos.

Es aqu¨ª donde cobra sentido el ruido de fondo en que se sumerge la acci¨®n, el bioterrorismo, un ruido de fondo que no es otro que los terrores y paranoias de la imaginaci¨®n americana. Nada en esta historia es gratuito ni casual. La novela se ocupa de cat¨¢strofes como las que vemos cada d¨ªa en la prensa, aludiendo a momentos hist¨®ricos como el asedio de Waco. Como demuestra el clima t¨®xico que se ha vivido estos d¨ªas, en v¨ªsperas de las elecciones presidenciales, Estados Unidos es una sociedad profundamente enferma y su presidente actual su s¨ªntoma m¨¢s evidente. A esto se a?ade la realidad de una pandemia cuyo epicentro a escala global es la propia naci¨®n norteamericana. La narraci¨®n de Powers conecta con un tipo de terror paranoico que la sociedad de aquel pa¨ªs empez¨® a experimentar de manera cada vez m¨¢s estridente a partir del 11 de septiembre de 2001, hasta llegar a aberraciones como QAnon. Como hicieran Pynchon y DeLillo antes que ¨¦l, Powers saca a la luz la realidad de una angustia colectiva que solo el arte es capaz de reflejar.