¡®Capitaloceno¡¯
Varios ensayos de inspiraci¨®n marxista analizan la noci¨®n de antropoceno, la humanidad como fuerza geol¨®gica autodestructiva, bajo el prisma del capitalismo
El negacionismo ecol¨®gico es, de momento y por fortuna, residual en nuestro pa¨ªs. Nadie con un m¨ªnimo de credibilidad cient¨ªfica o intelectual cuestiona que el cambio clim¨¢tico, la p¨¦rdida de biodiversidad y el agotamiento de los recursos naturales nos abocan a una situaci¨®n catastr¨®fica. Tampoco que el margen del que disponemos para acometer cambios estructurales que mitiguen el colapso es extremadamente corto. Tal vez por eso lo...
El negacionismo ecol¨®gico es, de momento y por fortuna, residual en nuestro pa¨ªs. Nadie con un m¨ªnimo de credibilidad cient¨ªfica o intelectual cuestiona que el cambio clim¨¢tico, la p¨¦rdida de biodiversidad y el agotamiento de los recursos naturales nos abocan a una situaci¨®n catastr¨®fica. Tampoco que el margen del que disponemos para acometer cambios estructurales que mitiguen el colapso es extremadamente corto. Tal vez por eso los numerosos ensayos sobre la crisis ecol¨®gica que han llegado a las librer¨ªas en los ¨²ltimos tiempos transmiten a primera vista una falsa sensaci¨®n de unanimidad. En realidad, si bien el diagn¨®stico de los cient¨ªficos es un¨¢nime, existen importantes discrepancias sobre el sentido hist¨®rico de la crisis ecosocial y feroces batallas pol¨ªticas acerca de c¨®mo paliarla.
Incluso entre las filas de los profetas del apocalipsis abundan los integrados. No pocos expertos conf¨ªan en que una mezcla afortunada de tecnoburocracia, geoingenier¨ªa, buena voluntad e innovaci¨®n mercantil sean suficientes para conseguir un aterrizaje suave en un nuevo capitalismo verde capaz de surfear la crisis ecol¨®gica sin mayores sacrificios que un proceso de reciclaje m¨¢s minucioso y la sustituci¨®n de los coches di¨¦sel por flamantes SUV h¨ªbridos. En el extremo contrario, numerosos autores subrayan la insuficiencia de cualquier tipo de medida que no implique un giro antropol¨®gico radical, un cambio en nuestro sistema productivo, nuestros valores y nuestras formas de vida. Pero ni siquiera estas ¨²ltimas corrientes son consensuales. En general, en el ecologismo profundo ha dominado una especie de colapso bioc¨¦ntrico que diluye la frontera entre lo natural y social. La noci¨®n de antropoceno, por ejemplo, tiende a describir la humanidad en su conjunto como una fuerza geol¨®gica autodestructiva: desde el Neol¨ªtico habr¨ªamos estado busc¨¢ndole las cosquillas a la naturaleza hasta que en el ¨²ltimo siglo las tensiones acumuladas por el avance tecnol¨®gico ecologicida nos han estallado en la cara.
Recientemente, una serie de estudios de inspiraci¨®n marxista est¨¢ tratando de matizar el paradigma antropoc¨¦nico subrayando los procesos sociales complejos que han mediado nuestra relaci¨®n catastr¨®fica con la naturaleza, que se han incrementado exponencialmente desde los inicios de la modernidad capitalista. El antropoceno ser¨ªa, en realidad, un capitaloceno. En El capitalismo en la trama de la vida, un ensayo particularmente l¨²cido en sus aspectos metodol¨®gicos, Jason W. Moore desarrolla esta perspectiva desde la tradici¨®n historiogr¨¢fica de la longue dur¨¦e. Propone una reformulaci¨®n medioambientalista de los an¨¢lisis de Immanuel Wallerstein o Giovanni Arrighi acerca de las din¨¢micas seculares de acumulaci¨®n capitalista para hablar de una ¡°ecologi?a-mundo¡± ¡ª por analog¨ªa con la noci¨®n braudeliana de econom¨ªa-mundo¡ª resultado de la articulaci¨®n de capital, poder pol¨ªtico y naturaleza.
La estrella emergente en esta familia de estudios ecomarxistas es el sueco Andreas Malm, cuya obra, Capital f¨®sil, se ha convertido en un cl¨¢sico instant¨¢neo. Para Malm la disponibilidad de combustibles f¨®siles fue un factor esencial en la configuraci¨®n del capitalismo hist¨®rico, no tanto por las posibilidades tecnol¨®gicas que abr¨ªa, sino a causa de sus efectos pol¨ªticos. Seg¨²n Malm, inicialmente la m¨¢quina de vapor no era m¨¢s eficiente o barata que los molinos de agua. Su generalizaci¨®n fue la consecuencia de una estrategia capitalista dirigida a concentrar los recursos productivos para, de ese modo, dominar las reglas del juego en los mercados de trabajo emergentes y controlar a la clase trabajadora. An¨¢logamente, la sustituci¨®n tras la Segunda Guerra Mundial del carb¨®n por el petr¨®leo como fuente de energ¨ªa primaria en los pa¨ªses occidentales se habr¨ªa producido no solo por su mayor rentabilidad energ¨¦tica, sino tambi¨¦n como una manera de atenuar el poder de los sindicatos mineros. Esta tendencia se habr¨ªa acelerado en el periodo neoliberal, cuando los procesos de desregulaci¨®n se vieron acompa?ados de un enorme crecimiento de las emisiones de CO2.
El gran reto no es tanto anunciar la inminencia de la cat¨¢strofe como construir un sujeto pol¨ªtico capaz de afrontar ese desaf¨ªo
La potencia del enfoque de Malm resulta particularmente impactante cuando reduce su foco de an¨¢lisis para explicar el origen de la crisis de la covid en una obra urgente y demoledora. El murci¨¦lago y el capital expone las razones por las que, dadas las din¨¢micas extractivas del capitalismo global, la cuesti¨®n nunca ha sido si la zoonosis iba a producir una pandemia, sino cu¨¢ndo lo har¨ªa. La deforestaci¨®n causada por los monocultivos industriales necesarios para satisfacer la demanda de los pa¨ªses ricos ha disparado la posibilidad de transmisi¨®n de virus que antes quedaban contenidos en los h¨¢bitats salvajes. En palabras del propio Malm: ¡°El capital abarca cada vez m¨¢s suelo y se apropia de su contenido para ponerlo en circulaci¨®n a un ritmo cada vez m¨¢s fren¨¦tico; y eso no puede sino derivar, como ley general, en un alto riesgo de pandemia zoon¨®tica, una consecuencia del caos ecol¨®gico provocado¡±.
Por su parte, Jaime Vindel propone una aproximaci¨®n a esta perspectiva desde el campo de la est¨¦tica y la teor¨ªa cultural. La tesis de Vindel es que nuestra relaci¨®n con las energ¨ªas f¨®siles ha afectado a las formas de subjetividad dominantes en la modernidad industrial. Los imaginarios energ¨¦ticos presentes en nuestra sensibilidad compartida naturalizaron el industrialismo e industrializaron la naturaleza y, por eso, parafraseando a Heidegger, Vindel habla de la modernidad f¨®sil como ¡°¨¦poca de la imagen energ¨¦tica del mundo¡±. Est¨¦tica f¨®sil es una obra de una erudici¨®n fascinante que incluye intervenciones acerca de episodios esenciales de la teor¨ªa del arte moderno, una cr¨ªtica mesurada a algunas pr¨¢cticas art¨ªsticas contempor¨¢neas, pero tambi¨¦n preguntas relacionadas con las tareas pol¨ªticas del ecologismo. Al fin y al cabo, el gran reto al que se enfrenta el medioambientalismo hoy no es tanto anunciar la inminencia de la cat¨¢strofe ecosocial, algo que nadie serio niega en serio, como construir un sujeto pol¨ªtico capaz de afrontar ese desaf¨ªo para nuestra civilizaci¨®n: un nuevo r¨¦gimen de los afectos, reglas y aversiones que definen nuestra cotidianidad adecuado para impulsar una democracia posfosilista.
CAPITAL F?SIL
Autor: Andreas Malm.
Traducci¨®n: Emilio Ayll¨®n.
Editorial: Capit¨¢n Swing, 2020.
Formato: tapa blanda (632 p¨¢ginas. 26 euros).
EL MURCI?LAGO Y EL CAPITAL
Autor: Andreas Malm.
Traducci¨®n: Miguel Ros Gonz¨¢lez.
Editorial: Errata Naturae, 2020.
Formato: tapa blanda (248 p¨¢ginas, 19,90 euros).
EL CAPITALISMO EN LA TRAMA DE LA VIDA
Autor: Jason W. Moore.
Traducci¨®n: Mar¨ªa Jos¨¦ Castro Lage.
Editorial: Traficantes de Sue?os, 2020.
Formato: tapa blanda (357 p¨¢ginas. 25 euros)-
EST?TICA F?SIL
Autor: Jaime Vindel?.
Editorial: Editorial Arcadia, 2020.
Formato: tapa blanda (364 p¨¢ginas, 20 euros).