Toda la verdad sobre la Armada Invencible
¡®Contra Armada¡¯ reconstruye la gran victoria de Felipe II sobre Isabel I que los expertos brit¨¢nicos siempre han ocultado
Un relato que se extiende desde el siglo XVII afirma que sir Francis Drake, almirante de la reina Isabel I, jugaba a los bolos el 28 de julio de 1588 en Plymouth cuando fue avisado de que las naves de Felipe II se acercaban a Inglaterra para invadirla. Haciendo gala de la tradicional flema brit¨¢nica, pronunci¨®: ¡°Nos da tiempo a acabar la partida. Luego, golpearemos a los espa?oles¡±. Y lanz¨® una bola. Se supone que esbozando una ligera media sonrisa. Pero todo es completamente falso. En cambio, lo que s¨ª est¨¢ comprobado es la total parsimonia y frialdad mostradas por el gobernador ...
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Un relato que se extiende desde el siglo XVII afirma que sir Francis Drake, almirante de la reina Isabel I, jugaba a los bolos el 28 de julio de 1588 en Plymouth cuando fue avisado de que las naves de Felipe II se acercaban a Inglaterra para invadirla. Haciendo gala de la tradicional flema brit¨¢nica, pronunci¨®: ¡°Nos da tiempo a acabar la partida. Luego, golpearemos a los espa?oles¡±. Y lanz¨® una bola. Se supone que esbozando una ligera media sonrisa. Pero todo es completamente falso. En cambio, lo que s¨ª est¨¢ comprobado es la total parsimonia y frialdad mostradas por el gobernador Juan Pacheco, conde de Cerralbo, cuando se le comunic¨® el 4 de mayo de 1589 ¡ªentre el estruendoso ta?ido de las campanas de las iglesias y el encendido de la torre de H¨¦rcules como se?al de peligro inminente¡ª que la flota isabelina de respuesta estaba a punto de arrasar la entonces peque?a A Coru?a. Sin inmutarse, Pacheco sigui¨® presidiendo un juicio sobre una disputa aristocr¨¢tica, mientras los presentes daban claras muestras de nerviosismo. Solo concluido el proceso, el conde emprendi¨® la desesperada, exitosa y heroica defensa de la capital gallega.
En abril de 2019, durante el Congreso Internacional La Armada Espa?ola de 1588 y la Contra Armada Inglesa de 1589, el escritor Luis Gorrochategui se encar¨® con un grupo de historiadores brit¨¢nicos que asist¨ªan al simposio. Les ech¨® en cara que supieran mucho de las bolas de ca?¨®n que los barcos de Felipe II escupieron contra las naves inglesas en el fallido ataque a las islas, pero no dijeran nada sobre el completo desastre que supuso la respuesta brit¨¢nica un a?o despu¨¦s. Aquellas palabras provocaron que la BBC encargase una investigaci¨®n que se plasm¨® en un cap¨ªtulo de la serie Royal History¡¯s Biggest Fibs (Los mayores bulos de la historia real), donde se daba la raz¨®n al escritor gallego. Esto, a su vez, le anim¨® a plasmar los hechos que los historiadores ingleses nunca mencionan en el magn¨ªfico Contra Armada. La mayor victoria de Espa?a sobre Inglaterra.
Contra Armada, en realidad, son dos libros en uno, y no se entiende uno sin el otro. La primera parte est¨¢ dedicada a detallar por qu¨¦ fracas¨® la invasi¨®n de las costas inglesas por parte de Felipe II, mientras que la segunda disecciona la frustrada respuesta militar de Isabel I, lo que incluye el relato de la pr¨¢ctica destrucci¨®n de la armada brit¨¢nica con m¨¢s de 20.000 soldados muertos en mar y tierra.
Gorrochategui lo resume as¨ª en la primera p¨¢gina de su libro: ¡°Durante el a?o transcurrido desde julio de 1588, cuando zarpa de Espa?a la Gran Armada, la famosa Invencible, y julio de 1589, cuando arriban a Inglaterra los restos de su r¨¦plica inglesa, la desconocida Contra Armada, se van a consumar dos de las mayores cat¨¢strofes navales de la historia. A la primera de ellas, desde que se produjo hasta la actualidad, se le ha brindado una enorme atenci¨®n. Se ha convertido en uno de los grandes hitos de la historia de Europa. A la segunda, y tambi¨¦n desde que se produjo hasta hoy en d¨ªa, no se le ha dedicado ninguna, o mejor dicho, la que se le dedic¨® fue para ocultarla, con lo que ha acabado por desaparecer por completo del relato hist¨®rico. Sin embargo, y para m¨¢s sorpresa, el desastre ingl¨¦s de 1589 super¨® con creces al espa?ol del a?o anterior¡±.
De los 137 barcos que Felipe II envi¨® para tomar Inglaterra, solo 35 no volvieron a Espa?a, fundamentalmente embarcaciones de transporte de f¨¢brica mediterr¨¢nea y que resultaron incapaces de enfrentarse a los temporales del Atl¨¢ntico. ¡°El m¨¢s terrible incidente se produjo en la bah¨ªa de Sloigo [Irlanda], en la que tres naos fueron a embestir en medio de un gran temporal a una playa cercada de grand¨ªsimos pe?ascos y fue cosa jam¨¢s vista¡±. Solo sobrevivieron 300 de sus mil hombres.
No obstante, ¡°los galeones y las naos cant¨¢bricas, volvieron en su mayor¨ªa a puerto¡±, recuerda el escritor. De hecho, de los 20 galeones de la expedici¨®n, solo tres, el San Felipe, el San Mateo y el San Marcos no regresaron, aunque su p¨¦rdida no se produjo en combate, ¡°porque la Gran Armada no fue nunca derrotada¡±.
El plan brit¨¢nico de respuesta al fiasco espa?ol consist¨ªa, a grandes rasgos, en destruir los barcos en reparaci¨®n en el puerto de Santander con una gigantesca flota formada por 180 naves que transportaba una fuerza militar de 27.667 marinos y soldados. Posteriormente, atacar¨ªan Lisboa para nombrar a un nuevo rey en Portugal y expulsar a los espa?oles, tomar¨ªan a continuaci¨®n las Azores, romper¨ªan las comunicaciones entre Am¨¦rica y la Pen¨ªnsula y dominar¨ªan as¨ª todos los territorios ultramarinos.
Pero el almirante Drake, m¨¢s acostumbrado a piratear que a presentar batalla en mar abierto, desobedeci¨® a su reina y, en vez de destruir el puerto de la capital c¨¢ntabra, decidi¨® atacar la entonces desguarnecida A Coru?a. Ese fue el gran error que llev¨®, a la postre, a la desmoralizaci¨®n de las tropas y a la pr¨¢ctica destrucci¨®n de su flota.
La ciudad gallega solo contaba con 500 soldados profesionales, adem¨¢s de la compa?¨ªa regular de ?lvaro de Troncos, de 150 hombres. A ellos se sumaron 560 vecinos que fueron armados con todo lo disponible para intentar rechazar el ataque. Unos 1.200 hombres frente a m¨¢s de 20.000 soldados desembarcados. Drake ¡°sent¨ªa mayor predilecci¨®n por los ataques sorpresa y los botines seguros que por las grandes batallas navales, o terrestres, cuerpo o cuerpo¡±, escribe el autor.
¡°Cinco miserables chelines¡±
Lo que vino despu¨¦s ¨Cel famoso episodio de Mar¨ªa Pita enardeciendo a las mujeres para que defendiesen una ciudad pr¨¢cticamente ya sin hombres, la llegada a marchas forzadas de los estudiantes de la Universidad de Santiago como refuerzo o la lucha a muerte entre aldeanos y soldados gallegos contra la caballer¨ªa acorazada inglesa en el puente de El Burgo¡ª son suficientemente conocidos, que no reconocidos. Sin embargo, la bruma hist¨®rica se extiende sobre hechos posteriores como el fallido ataque a Lisboa por parte de Francis Drake y John Norris, su derrota completa en suelo portugu¨¦s o su huida desesperada para reembarcarse hacia Inglaterra, mientras las galeras de Felipe II atrapaban o hund¨ªan las naves rezagadas de Isabel, reina a la que sus capitanes ocultaron inicialmente la verdad. Tras el desastre, los pocos hombres que consiguieron volver fueron recompensados ¡°con cinco miserables chelines¡± y quienes osaron hacerse ver por las calles de Londres fueron directamente ahorcados.
Luego, vino un pacto de Estado para ocultar el desastre, la exaltaci¨®n de las acciones propias, el ingeniar un nombre de mofa para la expedici¨®n militar ¡ªlo de Invencible es una invenci¨®n inglesa¨D la elaboraci¨®n de pasquines burlescos, el trenzado de impresionantes tapices laudatorios expuestos en palacios, la reescritura de la historia¡ Y la falta de respuesta espa?ola.
Hoy d¨ªa, las banderas inglesas ganadas al ej¨¦rcito de Norris por el militar Sancho Bravo el 5 de junio de 1589 en Portugal se guardan en la catedral de Sig¨¹enza. ¡°Sobre la historia de Espa?a pesa un paradigma de negaci¨®n¡±, escribe Gorrochategui, ¡°y mientras validemos [la mentira] como referencia para dimensionar nuevos, u olvidados, hallazgos historiogr¨¢ficos no conseguiremos dar a estos su verdadero significado¡±. ¡°Sean estas palabras¡±, concluye, ¡°en recuerdo de los que lucharon y murieron, humilde contribuci¨®n para que cambie este estado de cosas¡±.
CONTRA ARMADA
Autor: Luis Gorrochategui.
Editorial: Cr¨ªtica, 2020.
Formato: tapa dura (448 p¨¢ginas, 22,90 euros) y e-book (10,99 euros).