Escribir como se escribe
Andrea Abreu construye en ¡®Panza de burro¡¯ una lengua literaria con una flexibilidad poco com¨²n en la literatura espa?ola: es a la vez localista, insumisa y universal
Publicada por una peque?a editorial independiente y en un momento poco propicio (pandemia y mundo editorial revuelto), la primera novela de Andrea Abreu (Tenerife, 1995) se ha convertido en un fen¨®meno literario: varias ediciones, venta de derechos para traducciones y una futura adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica¡ Y hace mal quien sospeche de alguna oculta estrategia publicitaria o de un simple azar, porque ...
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Publicada por una peque?a editorial independiente y en un momento poco propicio (pandemia y mundo editorial revuelto), la primera novela de Andrea Abreu (Tenerife, 1995) se ha convertido en un fen¨®meno literario: varias ediciones, venta de derechos para traducciones y una futura adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica¡ Y hace mal quien sospeche de alguna oculta estrategia publicitaria o de un simple azar, porque Panza de burro es una novela maravillosa por muchas razones. Es m¨¢s: uno de esos raros libros que tienen la oportunidad de ensanchar la percepci¨®n que una literatura nacional tiene de s¨ª misma.
Esto ¨²ltimo quiz¨¢ tenga que ver con una primera sorpresa en su lectura. Abreu construye una lengua literaria con una flexibilidad poco com¨²n en la literatura espa?ola: es a la vez localista, insumisa y universal. Desde que apareci¨® la novela se ha repetido que la autora escribe ¡°como se habla¡±, ¡°al margen de las normas de la RAE¡±. No obstante, ¨¦sta es una manera simple de verlo, e incluso parece restarle valor: Abreu no escribe como se habla, sino como se escribe. Antes que transcribir un posible dialecto canario, inventa una poderosa lengua literaria que no s¨®lo afecta a la elecci¨®n de un l¨¦xico local, sino a la encarnadura del idioma, a la ambici¨®n de su ritmo y su prosodia. Adem¨¢s, en Panza de burro la lengua no es un decorado colorido. Alcanza al n¨²cleo de la trama: el idioma privado que conforma una amistad.
Panza de burro es una novela de iniciaci¨®n. La narradora an¨®nima evoca su amistad con Isora. Ambas transitan el paso de la infancia a la adolescencia. Viven en un pueblo del norte de una isla (canaria) con el cielo cubierto de nubes a perpetuidad. Un territorio relegado donde tienen un peso especial las mujeres, en concreto las viejas y las ni?as, mientras padres y madres trabajan en el sur de la isla.
Isora, hu¨¦rfana de madre (del padre nada sabemos), vive con su t¨ªa y su abuela, que regentan una tienda de comestibles. Su personaje invoca un modelo de narraci¨®n cl¨¢sica: el amigo idolatrado por su madurez prematura, por una vulnerabilidad que ha transformado en fuerza. Pero no hay ning¨²n homenaje literario domesticado: Abreu transita las ambiguas zonas que comunican la amistad con el amor y el miedo al rechazo con el deseo. La construcci¨®n de la identidad a trav¨¦s de otro a quien decidimos admirar.
Si no fuera por la inteligencia que demuestra en cada una de sus decisiones narrativas, uno pensar¨ªa que la novela ha sido escrita en estado de gracia: por la gradaci¨®n sutil de la trama y la resonancia de las breves escenas (una clase de Internet, un bosque de helechos, una piscina prestada). Tambi¨¦n por la vibraci¨®n de cada personaje aparentemente menor. E incluso por la elecci¨®n de unos tiempos narrativos en pasado, una evocaci¨®n que funciona como un personaje secreto (una perspectiva oculta) de la novela: quien a?os despu¨¦s reconstruye un mundo de afectos, pero esconde su huella. Por eso, aunque Panza de burro evita cualquier f¨¢cil nostalgia, ti?e cada p¨¢gina de irreversibilidad: narra un tiempo clausurado. Adem¨¢s, todo sigue sucediendo porque no se supera. Se sabe en la transici¨®n de varios tiempos.
Y no hace falta ser adivino para confiar en que se seguir¨¢ leyendo incluso cuando deje de ser noticia.
PANZA DE BURRO
Autora: Andrea Abreu.
Editorial: Barrett, 2020.
Formato: tapa blanda (176 p¨¢ginas, 17,90 euros).