Cuando Leonora Carrington tiraba las cartas del tarot

Desde muy peque?a, Leonora Carrington (Clayton Green, Reino Unido, 1917 - Ciudad de M¨¦xico, 2011) oy¨® a su madre y a su abuela irlandesa decir que por sus venas corr¨ªa sangre gitana. Algo que no result¨® anodino en el universo fant¨¢stico de una ni?a cuyos ojos negros y cabellos oscuros contribu¨ªan a alimentar tal aseveraci¨®n. Su infancia transcurri¨® en un ir y venir entre distintos internados, de los que ser¨ªa expulsada, y una aristocr¨¢tica mansi¨®n con torreones. Fue en esos d¨ªas cuando se fragu¨® buena parte del imagina...

Desde muy peque?a, Leonora Carrington (Clayton Green, Reino Unido, 1917 - Ciudad de M¨¦xico, 2011) oy¨® a su madre y a su abuela irlandesa decir que por sus venas corr¨ªa sangre gitana. Algo que no result¨® anodino en el universo fant¨¢stico de una ni?a cuyos ojos negros y cabellos oscuros contribu¨ªan a alimentar tal aseveraci¨®n. Su infancia transcurri¨® en un ir y venir entre distintos internados, de los que ser¨ªa expulsada, y una aristocr¨¢tica mansi¨®n con torreones. Fue en esos d¨ªas cuando se fragu¨® buena parte del imaginario que compone su obra, de la que Bu?uel dir¨ªa que estaba destinada ¡°a liberarnos de la miserable realidad de nuestros d¨ªas¡±.

Uno tiende a pensar que la artista pudo entroncar esta supuesta ascendencia gitana con su gusto por la adivinaci¨®n. La magia, la revelaci¨®n y la atracci¨®n por lo esot¨¦rico articularon la traves¨ªa art¨ªstica y espiritual de esta hija rebelde de un adinerado industrial textil ingl¨¦s, que a los 18 a?os fue presentada a la corte de Jorge V. Tan solo dos a?os antes de conocer al pintor Max Ernst, 26 a?os mayor que ella, y de huir con ¨¦l al sur de Francia, dispuesta a ahondar en la senda abierta por los surrealistas. Un camino lleno de revelaciones m¨ªticas, traducidas en im¨¢genes y relatos, desbrozado mediante la incursi¨®n en terrenos inexplorados que conducen al estado menos domesticado de la mente. Para la preparaci¨®n de ese periplo sol¨ªa echar mano de distintos or¨¢culos, entre los cuales el tarot encontr¨® un lugar especial.

Era bien conocido entre los estudiosos de su obra que el tarot supuso para la artista una continua fuente de inspiraci¨®n ¡ªalgo com¨²n entre los miembros del grupo surrealista¡ª, pero se desconoc¨ªa la existencia de una baraja pintada por ella misma, en 1955, durante su residencia en M¨¦xico. Una serie pintada al ¨®leo sobre cart¨®n, que ilustra los arcanos mayores: 22 cartas que vienen a simbolizar algunos de los arquetipos fundamentales de la psique. Los naipes forman parte de un colecci¨®n privada y fueron descubiertos en 2018 por las historiadoras Tere Arcq y Susan Aberth. Se expusieron por primera vez en la exposici¨®n Leonora Carrington, cuentos m¨¢gicos, celebrada en el Museo de Arte Moderno de M¨¦xico, durante ese mismo a?o. El libro The Tarot of Leonora Carrington, publicado por Fulgur Press, re¨²ne ahora la baraja completa.

A Carrington siempre le fascinaron aquellas f¨¢bulas ex¨®ticas en torno a gitanos que dominan el arte de la cartomancia, la interpretaci¨®n del futuro a trav¨¦s de una bola de cristal y los sortilegios. A su hijo, Gabriel Weisz Carrington, le cont¨® que fueron unos gitanos quienes la ayudaron a librarse de sus captores, una vez hubo abandonado el sanatorio mental del doctor Morales, en Santander, en 1940. Un episodio traum¨¢tico en su vida, narrado por ella misma en Memorias de abajo. ¡°Gaby, venimos de los tinkers [chatarreros], an luch si¨²il [n¨®madas irlandeses en ga¨¦lico], o gente errante¡±, le aseguraba. ¡°Fantaseaba con vivir y viajar en una caravana de gitanos tirada por caballos Vanner por las carreteras del campo irland¨¦s¡±, recuerda su descendiente, en un texto que se incluye en el nuevo monogr¨¢fico. La figura del caballo salvaje, muy habitual en su obra, vendr¨ªa a definir la imaginaci¨®n desenfrenada de la artista.

Conexi¨®n con lo esot¨¦rico

Weisz fue testigo del proceso de elaboraci¨®n del tarot de su madre y lo describi¨® como ¡°un objeto personal surrealista¡±, un veh¨ªculo compuesto por objetos subliminales separados del mundo racional, destinado no solo a un proceso de adivinaci¨®n sino a la exploraci¨®n del subconsciente y de aquellos dominios donde las percepciones y las sensaciones quedan silenciadas. Un viaje por una senda superior de realizaci¨®n y autoconocimiento a trav¨¦s de elementos psicol¨®gicos y espirituales, asociado con el automatismo y al azar objetivo, dos de los conceptos fundamentales del surrealismo.

Si bien es verdad que la artista no dudo en buscar inspiraci¨®n en las cartas del tarot de Rider-Waite, y en las de Marsella, se trata de una interpretaci¨®n muy libre. No solo refleja su intenso v¨ªnculo filos¨®fico con las materias del ocultismo sino que ofrece una nueva perspectiva sobre muchos aspectos de la obra de la artista, y revela una conexi¨®n muy profunda con lo esot¨¦rico. ¡°No podemos subestimar el significado de estas pinturas para una autora que dedic¨® varias d¨¦cadas al estudio del tarot¡±, se?alan Aberth y Arcq. ¡°El simbolismo de la baraja permeaba gran parte de su arte y, de forma continua, lo volv¨ªa a combinar adecu¨¢ndolo a su pensamiento esot¨¦rico y a su propio desarrollo¡±.

El ahorcado es la carta con la que m¨¢s se identificaba. Aparece representado, de una forma u otra, en varias de sus obras pict¨®ricas y literarias. ¡°Es particularmente hermoso¡±, se?alan las historiadoras, que apuntan que ¡°emana serenidad, rodeado por un suave color lila, que en la teor¨ªa del color de la teosof¨ªa viene a indicar una alta espiritualidad¡±. El demonio es una interesante mezcla de hombre y mujer. El loco es descrito por Carrington como ¡°el fantasma de la psique¡±. Conocido el profundo inter¨¦s de la artista por la mitolog¨ªa egipcia, la estrella podr¨ªa aludir a Nut, la diosa del cielo, normalmente representada como una mujer desnuda rodeada de astros. Se trata de la carta m¨¢s poderosa del conjunto. ¡°Los fans de Carrington reconocer¨¢n inmediatamente a esta figura et¨¦rea, blanca lunar y de ojos dorados como su adorada diosa blanca, de la que supo por primera vez en 1948, a trav¨¦s del libro de Robert Graves que lleva el mismo t¨ªtulo, y que cambiar¨ªa su actitud y su obra art¨ªstica¡±, destacan las autoras. ¡°La diosa blanca de la estrella es la sanadora de la naturaleza, protectora del misterio, y en su sabidur¨ªa Carrington predijo que la necesitar¨ªamos ahora m¨¢s que nunca. El tarot de Leonora est¨¢ dotado de una iconograf¨ªa subliminal, una ventana abierta a una representaci¨®n de lo prodigioso¡±, escribe Weisz Carrington. Es una invitaci¨®n ¡°a so?ar despiertos¡±.

The Tarot of Leonora Carrington. Susan Aberth y Tere Arcq. Fulgur Press. 120 p¨¢ginas. 45,95 euros.