Toda su vida y su da?o

Si en Historial, su anterior libro, Marta Agudo desplegaba una estremecedora reflexi¨®n sobre la enfermedad, dando forma y textura po¨¦tica al dolor, Sacrificio se yergue de manera m¨¢s demoledora, si no desafiante sin rendici¨®n, frente al ¡°c¨¢ncer que no supe¡± y al conjuro del sacrificio mismo de la vida: ¡°Entre el margen del agua y la atm¨®sfera sucede el mundo, / su desmayo inaudito¡±. Estar enferma ¡°no...

Si en Historial, su anterior libro, Marta Agudo desplegaba una estremecedora reflexi¨®n sobre la enfermedad, dando forma y textura po¨¦tica al dolor, Sacrificio se yergue de manera m¨¢s demoledora, si no desafiante sin rendici¨®n, frente al ¡°c¨¢ncer que no supe¡± y al conjuro del sacrificio mismo de la vida: ¡°Entre el margen del agua y la atm¨®sfera sucede el mundo, / su desmayo inaudito¡±. Estar enferma ¡°no es un estado, es una condici¨®n¡±.

Cincuenta fragmentos o poemas en prosa, incluido un ep¨ªlogo que no quiere serlo, guiados por un ¡°decir retr¨¢ctil¡±, por los ¡°ritmos sincopados¡± que habitan ¡°en la circunscripci¨®n del miedo¡± y saben ¡°a lo sumo las s¨ªlabas del da?o¡±. Una gram¨¢tica a la que le ¡°falta l¨¦xico¡± y le ¡°faltan letras¡±, pues no alcanza a ser sino ¡°otro posible orden al que brindar la raz¨®n del sacrificio¡±. Poemas como sucesivas tiras de Moebius, entradas y salidas que ubican y dislocan a la vez, obligando a leer al l¨ªmite de lo excluido, en una forma de suspensi¨®n que, como grieta o fractura, condici¨®n o circunstancia, s¨®lo se da en la escritura. Por eso muchos de los poemas se abren o se cierran, o incluyen en su sucesi¨®n, puntos suspensivos como base de una escritura a¨²n abierta, acaso incompleta, con final en pausa. Sacrificio plantea una pregunta repetida: ?c¨®mo y para qu¨¦ he llegado hasta aqu¨ª? No se trata de escapar, sino de buscar c¨®mo decir la enfermedad y su tiempo borroso, el abandonado fluir que reconfigura la existencia: ¡°Dame la postura de la muerte, su estudio preparatorio, / recado de piel¡­¡±.

Es un puente y un vac¨ªo, algo duro y limpio a la vez, pues sus versos son estremecedores y extremos en muchos sentidos. Por encima de las fallas y las grietas del lenguaje, para dar cuenta de la enfermedad y del dolor, los poemas de Sacrificio abren la posibilidad de mirar hacia aquello que est¨¢ m¨¢s all¨¢ de cualquier palabra. Como el Minotauro, emergen de la ¡°sima azul¡± en el interior del laberinto y, fruto de su sacrificio, se hacen ¡°imagen que contiene toda vida y su da?o, toda la p¨¦rdida y el placer del soplo. Comisura y patera¡±.

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