Acci¨®n mutante: los nuevos espacios h¨ªbridos

Hay veces que el optimismo vence al azar. Frente al apag¨®n general empiezan a surgir chispas con ganas de abrir el fuego creativo. La pandemia ha acelerado algo que ya flotaba en el ambiente art¨ªstico: ganas de reinventar modelos de trabajo y formatos de exposici¨®n. El agotamiento prepandemia estaba ah¨ª, para qu¨¦ negarlo, pidiendo una nueva forma de consumo cultural, a otro ritmo y con otra escala, menos global y m¨¢s singular. Esa es la piedra angular de los muchos proyectos surgidos en el ¨²ltimo a?o. Uno de ellos lo firma ?v¨¹l ?. Durmusoglu, la comisaria, junto a Julia Moranderia, de la secci...

Hay veces que el optimismo vence al azar. Frente al apag¨®n general empiezan a surgir chispas con ganas de abrir el fuego creativo. La pandemia ha acelerado algo que ya flotaba en el ambiente art¨ªstico: ganas de reinventar modelos de trabajo y formatos de exposici¨®n. El agotamiento prepandemia estaba ah¨ª, para qu¨¦ negarlo, pidiendo una nueva forma de consumo cultural, a otro ritmo y con otra escala, menos global y m¨¢s singular. Esa es la piedra angular de los muchos proyectos surgidos en el ¨²ltimo a?o. Uno de ellos lo firma ?v¨¹l ?. Durmusoglu, la comisaria, junto a Julia Moranderia, de la secci¨®n Opening de Arco. Se trata de Die Balkone y naci¨® en Berl¨ªn en marzo de 2020, junto a la tambi¨¦n comisaria Joanna Warsza. Una frase de Naomi Klein cazada en una sesi¨®n de trabajo por Zoom funcion¨® como lanzadera: ¡°Hay que abrir la puerta a la posibilidad radical¡±.

La historia pol¨ªtica del balc¨®n les llev¨® a pensarlo como lugar de exposici¨®n y muchos artistas del barrio de Prenzlauer Berg se lanzaron a ello. As¨ª es como organizaron una exposici¨®n m¨²ltiple con casi nada. Sin presupuesto, sin apertura, sin espect¨¢culo, sin cita previa y sin mercado. En la base hay algo tan b¨¢sico como superar entre todos la angustia en la que andamos instalados y cuestionar qu¨¦ es a d¨ªa de hoy el arte p¨²blico. Tambi¨¦n estudia las posibilidades de los caminos paralelos: los que oscilan entre lo oficial y lo alternativo, lo visible y lo subterr¨¢neo, con una escala diferente al museo y sin la presi¨®n comercial de una galer¨ªa.

Son proyectos con una estructura m¨¢s flexible, muchas veces con fecha de caducidad y en los que el espacio es un medio m¨¢s que un fin. Garajes, pasillos, vitrinas, s¨®tanos o escaparates convertidos en espacios expositivos donde el objetivo es experimentar, reinventarse constantemente. Con esa idea, el pasado mes de abril, en Tenerife nac¨ªa Batalla, un espacio creado por Alejandro Casta?eda que da otra vuelta a la consabida exposici¨®n individual de un artista acompa?¨¢ndola de una serie de tertulias, encuentros presenciales o por internet que ayudan a contextualizar cada propuesta. Al mismo tiempo, en el madrile?o barrio de la Prosperidad, abri¨® Pradiauto, un antiguo taller mec¨¢nico convertido en un lugar de proyectos. Al mando est¨¢n Sof¨ªa Corrales y Vera Mart¨ªn con el objetivo de dar apoyo a artistas emergentes y de media carrera, repensando los t¨¦rminos de galer¨ªa, oficina y laboratorio para producir nuevas miradas en torno al arte en la capital. Arniches 26 es una nueva galer¨ªa cerca del Rastro de Madrid, dirigida por Ricardo Pernas y Marcos Rioja con buena dosis de frescura y cercan¨ªa. En el barrio de Lista est¨¢ Intersticio, a cargo de tres personas con amplia experiencia en el galerismo: Cristina Herraiz, Sol Abaurrea y Ana Coronel de Palma. El proyecto naci¨® en Londres como espacio de proyectos y en Madrid se vuelca con artistas sin representaci¨®n en galer¨ªas.

Pradera arranca en el barrio de Embajadores en el estudio de Ana Mart¨ªn Fern¨¢ndez, con tres exposiciones al a?o y una serie de podcasts sobre la soledad. La conversaci¨®n es tambi¨¦n un campo de trabajo desde El Chico, un espacio dirigido por Javier Aparicio en Ronda de Toledo, tambi¨¦n en Madrid, y definido como plataforma para la exposici¨®n de proyectos que en otros contextos no tendr¨ªan cabida. ?Su meta? Alterar los modelos de la industria y el mercado cultural y desbancar ese viejo complejo de que lo de fuera es mejor. Aqu¨ª, la apuesta es local, y la mirada, de dentro hacia fuera. Una tarea a la que se suman, tambi¨¦n en Madrid, las nuevas PHotoEspa?a Gallery en el barrio de las Letras, Furiosa Gallery cerca del Paseo del Prado, Visi¨®n Ultravioleta en Delicias y Corner Gallery en Carabanchel.

Sin horario de cierre vemos Aparador Montele¨®n: tres metros c¨²bicos que se dejan ver a trav¨¦s de un escaparate. Est¨¢ en el estudio del artista Aldo Chaparro y lo programa Javier Montoro. Las limitaciones son aqu¨ª una virtud, como en Habitaci¨®n N¨²mero 34, el proyecto que lanzaron desde Londres Belinda Mart¨ªn y Paula Ramos (Lava Art Projects) en pleno confinamiento. Ocupa una de las esquinas de Usera y tiene como promotor el artista RGB. La programaci¨®n es mensual, y los proyectos, volcados en la performance y la m¨²sica. Tambi¨¦n hay galer¨ªas que han movido ficha. Rosa Santos acaba de abrir una sede de su galer¨ªa valenciana en Lavapi¨¦s, y hasta ese barrio se traslad¨® ya Mira Bernabeu con 1 MiraMadrid. Las alianzas siempre dan alegr¨ªas. Lo saben los arquitectos Schneider Colao y la galerista Elba Ben¨ªtez, que tambi¨¦n se han unido para ofrecer en la capital un espacio de encuentro entre el arte, el dise?o y la arquitectura.

Garajes, s¨®tanos o escaparates se convierten en espacios expositivos con el objetivo de experimentar y reinventarse

Mientras, en Valencia, Pols sigue animando la escena independiente del mismo modo que lo hace en Santander Fluent Books, con el inicio de una nueva etapa en manos de Alejandro Alonso. Okela, la antigua carnicer¨ªa convertida en espacio de proyectos y gestionada por Izaro Ieregi, Irati Urrestarazu y Sahatsa Jauregi, coge cada vez m¨¢s fuerza en Bilbao en su af¨¢n por identificar los vac¨ªos en el entramado cercano, generando otras formas de hacer. Es lo que busca tambi¨¦n Artiatx, en la antigua f¨¢brica de galletas que hoy acoge los estudios de los art¨ªfices de Okela. Un proyecto de artistas para artistas llevado a cabo con intenci¨®n y entusiasmo.

Barcelona tambi¨¦n acoge nuevos proyectos. A la m¨¢s que floreciente escena de L¡¯Hospitalet de Llobregat, la apertura de Pas une Orange a cargo de Aur¨¦lien Le Genissel, en el antiguo local de Bombon Projects y al lado de Dalilica, se suma tambi¨¦n The Green Parrot, proyecto de Rosa Lle¨®. Para esta nueva fase, la tercera tras abrir un piso en el G¨®tico y su paso por la Fundaci¨® T¨¤pies como residentes, la idea es seguir trabajando con los artistas de forma experimental. El nuevo local coge distancia con la t¨ªpica tipolog¨ªa industrial y ocupa una antigua tienda-casa del Eixample desde donde buscan trabajar con otra temporalidad y formatos. All¨ª llegar¨¢ en oto?o Regina de Miguel. En Sevilla, la pie.fmc, siglas de la Plataforma Independiente de Estudios Flamencos Modernos y Contempor¨¢neos, tambi¨¦n abre etapa y espacio para indagar en las derivas culturales y pol¨ªticas del flamenco. La exposici¨®n Romper el aire, en la galer¨ªa Alarc¨®n Criado, en medio de las urgencias de la pandemia, llev¨® a la pie.fmc a tomar este nuevo rumbo. Un proyecto ejemplar que naci¨® en el marco de la UNIA arteypensamiento y que tiene como vocaci¨®n ser un espacio de investigaci¨®n, ense?anza y exposici¨®n de las artes, bajo un consejo editor formado por mentes como las de Georges Didi-Huberman y Pedro G. Romero. Nada menos.

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