Calcetines, copla y barras de pan
Un paseo por tres exposiciones en galer¨ªas de Madrid: Daniel Jacoby y Dar¨ªo Villalba en MaisterraValbuena, Antoni Herv¨¤s en The Ryder Projects y Mar¨ªa Jerez en Twin Gallery
Hay exposiciones que siempre me recuerdan a la manera de escribir de Eliot Weinberger. Tal vez sea por Algo elemental, editado hace una d¨¦cada, un ensayo que estira tanto los l¨ªmites entre narrativa y poes¨ªa que hay quien dice que m¨¢s que un escritor parece un saltimbanqui. Cuando Weinberger escribe un art¨ªculo, env¨ªa la versi¨®n inglesa por correo electr¨®nico a amigos que a su vez lo env¨ªan a otras personas que a su vez lo traducen a varias lenguas. Hace 30 env¨ªos y sus textos aparecen en 200 p¨¢ginas web, convirtiendo la escritura en un virus. Su m¨¦todo consiste en crear constelaciones de asociaciones sorprendentes, en poner el foco en la simultaneidad de un collage realizado con distintas teor¨ªas y pruebas.
Ocurre viendo la exposici¨®n Doble piel, de Daniel Jacoby (1985) y Dar¨ªo Villalba (1939-2018) en la galer¨ªa MaisterraValbuena. Menuda pirueta. Villalba es conocido por sus m¨ªticos Encapsulados rosas, esos que Warhol calific¨® de ¡°pop con alma¡± y que le dieron el reconocimiento internacional. En 1970 luc¨ªan en el pabell¨®n de Espa?a en la Bienal de Venecia: esculturas con una pompa de metacrilato transparente y rosado que acog¨ªan en su interior a personajes en estado l¨ªmite. Para el artista, eran ¡°juguetes patol¨®gicos para adultos¡±. Para su amigo Pierre Restany, el cr¨ªtico de arte que abander¨® el Nuevo Realismo en los a?os sesenta, son ¡°un escalofr¨ªo en la m¨¦dula¡±. Aparece todav¨ªa hoy al recorrer esta galer¨ªa madrile?a.
En un di¨¢logo poroso, le acompa?an las esculturas con camisetas y calcetines de Daniel Jacoby. Como Villalba, tambi¨¦n explora el potencial escult¨®rico de lo corporal eliminando todo tipo de culto al cuerpo. Jacoby tira de referentes culturales de su Lima natal y una de esas tiendas que venden prendas de algod¨®n que presentan pinchadas en las paredes, estir¨¢ndolas y haciendo notar su calidad textil, y creando una suerte de tapices a lo largo y ancho del espacio de la tienda. As¨ª son los comercios tradicionales y humildes, sin modelos ni maniqu¨ªes, dando completo protagonismo a la prenda. De un modo muy inteligente, el artista entrecruza aqu¨ª lo sensual del formalismo y lo sofisticado del contenido. Hay en ¨¦l un coqueteo entre juego y mercanc¨ªa, y en sus diatribas el tiempo tambi¨¦n se detiene. Jacoby tiene 36 a?os. Villalba muri¨® con 79. Y el v¨ªnculo generacional es innegable.
Misticismo cotidiano
En The Ryder Projects, Antoni Herv¨¤s no est¨¢ lejos de esos indicios que evidencian el misticismo que reside en lo cotidiano. Las suyas son narraciones cercanas a la cultura popular que, en manos del artista, se convierten en deseos y fantas¨ªas que habitan en el sue?o. Eso es Copacabana: una exposici¨®n pero tambi¨¦n, un universo espectacular y lleno de espect¨¢culo que brilla en la libertad que s¨®lo permiten los m¨¢rgenes, lo clandestino y lo pasajero. Copla, cabaret, mitolog¨ªa y transformismo se re¨²nen en un gran escenario de papel mach¨¦ y cart¨®n estrujando memorias de otros tiempos. Un trabajo acumulativo en el que a trav¨¦s del exceso llega a una unidad. De la an¨¦cdota crea un mundo infinito de asociaciones.
Si algo fascina de esta exposici¨®n es c¨®mo el artista merodea por el experimento con formatos alternativos a la idea convencional de museo y de objeto art¨ªstico. Tambi¨¦n por las cosas que han quedado en el olvido. El suyo es un dibujo el¨¢stico que le permite expandir un relato que conecta realidades e instantes acontecidos en tiempos y espacios distintos. En cada proyecto, intenta llevar los trazos al l¨ªmite para que flirteen con la performance, el baile, el c¨®mic, la ilustraci¨®n y, sobre todo, la m¨²sica. El hallazgo fortuito en la basura del manuscrito A la b¨²squeda del co?o perdido, del dibujante y cantante Llu¨ªs Miracle, le abri¨® una ventana fascinante. Ah¨ª apareci¨® el cabaret de los setenta y su inter¨¦s por la copla, c¨®mo los travestis la empleaban como arma pol¨ªtica y la absoluta mutabilidad del lenguaje. Voces como la de Gilda Love cantando una historia de dolor que baila entre los colores y al ritmo de las casta?uelas.
Tambi¨¦n el trabajo de Mar¨ªa Jerez (Madrid, 1978) se mueve entre la coreograf¨ªa, el cine y las artes visuales. La exposici¨®n que presenta en Twin Gallery, la primera en este espacio madrile?o, est¨¢ llena de precuelas de la performance The Stain (2019), que la artista realiz¨® en colaboraci¨®n con un carpintero, un panadero, un pintor, un compositor, un dise?ador de luces y cinco artistas del arte en vivo. Juntos planteaban un espacio de conocimiento com¨²n. Todo se entremezclaba ah¨ª de forma promiscua. Un espacio inestable donde entidades de naturaleza distinta coexist¨ªan y evolucionaban en una coreograf¨ªa con constantes encuentros con la idea del ¡°otro¡±. En la exposici¨®n una gran mancha de color invade el espacio donde conviven varios elementos de forma promiscua. Un hilo sonoro le a?ade rareza a todo el conjunto: una pieza de barro cocida con pan suena a roce de telas mientras un brioche suda pintura y silba. Cuerpos dispares y de parentesco extra?o se entrecruzan una y otra vez, como los art¨ªculos de Eliot Weinberger. Ese caminar sin rumbo que supone una apertura de espacios. Eso que dec¨ªa de Walter Benjamin de que todas las grandes obras literarias fundan un g¨¦nero o lo deshacen.
¡®Doble piel¡¯. Daniel Jacoby y Dar¨ªo Villalba. Galer¨ªa MaisterraValbuena. Madrid. Hasta el 19 de junio.
¡®Copacabana¡¯. Antoni Herv¨¤s. The Ryder Projects. Madrid. Hasta el 5 de junio.
¡®La mancha¡¯. Mar¨ªa Jerez. Twin Gallery. Madrid. Hasta el 3 de julio.
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