Los l¨ªmites de la democracia
Una revoluci¨®n derrib¨® la dictadura en Portugal, mientras Espa?a mantuvo a las ¨¦lites del franquismo. Robert M. Fishman analiza la calidad democr¨¢tica de ambos sistemas pol¨ªticos
En junio de 2002 se celebr¨® en Sevilla una cumbre de la Uni¨®n Europea que cerraba la presidencia semestral espa?ola. Al Gobierno andaluz la organizaci¨®n le cost¨® un mill¨®n de euros. En la ciudad se esperaban 4.000 periodistas y se movilizaron 9.000 agentes de las fuerzas de Seguridad. Uno de los retos era la contenci¨®n de los 100.000 activistas que se calcu?laba que llegar¨ªan para protestar. D¨ªas de antiglobalizaci¨®n. El Bloque de Izquierda portugu¨¦s pretend¨ªa participar en una manifestaci¨®n leg...
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En junio de 2002 se celebr¨® en Sevilla una cumbre de la Uni¨®n Europea que cerraba la presidencia semestral espa?ola. Al Gobierno andaluz la organizaci¨®n le cost¨® un mill¨®n de euros. En la ciudad se esperaban 4.000 periodistas y se movilizaron 9.000 agentes de las fuerzas de Seguridad. Uno de los retos era la contenci¨®n de los 100.000 activistas que se calcu?laba que llegar¨ªan para protestar. D¨ªas de antiglobalizaci¨®n. El Bloque de Izquierda portugu¨¦s pretend¨ªa participar en una manifestaci¨®n legalmente organizada. Esa misi¨®n la integraban unas 200 personas. Pero la polic¨ªa espa?ola, a pesar de Schengen, no les dej¨® cruzar la frontera. El diputado Francisco Lou?? baj¨® del autob¨²s en el que viajaba, pidi¨® a la polic¨ªa que los dejase avanzar y, en plena discusi¨®n, un agente golpe¨® al pol¨ªtico. Las im¨¢genes se difundieron de inmediato y autoridades pol¨ªticas de su pa¨ªs contactaron con el agredido. ?Por qu¨¦ en los medios portugueses el incidente tuvo amplia cobertura, pero en Espa?a apenas nos enteramos? Si los dos estaban implicados, ?por qu¨¦ en un pa¨ªs s¨ª y en otro no?
En Portugal, presidentes o jefes de gabinete llamaron al representante electo porque la relaci¨®n entre instituciones y ciudadan¨ªa es m¨¢s intensa. Esta es la categor¨ªa que Robert M. Fishman hace de la an¨¦cdota en uno de los libros m¨¢s interesantes que he le¨ªdo en los ¨²ltimos a?os sobre la calidad de la democracia en Espa?a. La edici¨®n original de Pr¨¢ctica democr¨¢tica e inclusi¨®n la public¨® Oxford Press hace un par de a?os. Ahora su propio autor lo ha traducido al castellano. Fishman ¡ªdoctorado en Yale¡ª es un cient¨ªfico social de gran prestigio. Desde 1990, uno de los principales objetos de estudio de este profesor de la Carlos III han sido las transiciones de la dictadura a la democracia en el sur de Europa. Su nueva monograf¨ªa, tras d¨¦cadas de investigaci¨®n, tiene como prop¨®sito conceptualizar la diferencia y sus consecuencias en la toma de decisiones.
La primera piedra de la reflexi¨®n es una concepci¨®n de la calidad de la democracia que valora aspectos que van m¨¢s all¨¢ del Estado de derecho. ¡°Los pa¨ªses democr¨¢ticos difieren entre s¨ª en el grado en el que las fuerzas pol¨ªticas m¨¢s influyentes acogen a todos los actores para que participen en la conversaci¨®n reconocida de la democracia o, por el contrario, erigen barreras de facto a la participaci¨®n significativa de los outsiders pol¨ªticos o sociales en los debates y procesos pol¨ªticos de importancia¡±. Y la hip¨®tesis de Fishman es que la diferencia entre Espa?a y Portugal en este punto est¨¢ originada por la manera distinta en la que accedieron a la democracia, condicionando su capacidad de inclusividad. Si en el pa¨ªs vecino la dictadura cay¨® tras el colapso del Estado provocado por un movimiento revolucionario de mandos intermedios, en nuestro caso el r¨¦gimen se bloque¨®, pero fueron ¨¦lites del r¨¦gimen las que emprendieron la democratizaci¨®n y as¨ª fijaron sus l¨ªmites.
Cada uno de los dos procesos est¨¢ sint¨¦ticamente descrito en el libro y su prop¨®sito es determinar la cultura pol¨ªtica que se consolid¨® partiendo de una ruptura que problematiz¨® las jerarqu¨ªas o una reforma que las mantuvo. ¡°Los marcos culturales hist¨®ricamente arraigados que conforma la manera en que se relacionan los titulares de los cargos institucionales y los movimientos de protesta tienen fuertes consecuencias materiales¡±. Esta hip¨®tesis de Fishman merecer¨ªa un debate honesto y sin apriorismos porque propone explicaciones convincentes para comprender algunos de los desaf¨ªos de fondo de nuestra pol¨ªtica. Desde la relaci¨®n con nuestra memoria colectiva, pasando por la cronificaci¨®n del paro, la robustez del Estado de bienestar, la respuesta a las crisis econ¨®micas o la creciente dificultad para reorganizar el Estado compuesto que somos.
Pr¨¢ctica democr¨¢tica e inclusi¨®n?
Autor: Robert M. Fishman.
Editorial: Catarata, 2021.
Formato: tapa blanda (286 p¨¢ginas, 19,50 euros).
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