¡®Buena mar¡¯: un poeta en un arrastrero gallego

Primera incursi¨®n en la novela del periodista y poeta Antonio Lucas (Madrid, 1975). En ambas facetas de la escritura, Lucas posee una amplia trayectoria y reconocimiento. Como poeta, entre otros premios, gan¨® el Premio Ojo Cr¨ªtico con Lucernario, el Loewe con Los desenga?os y el Premio Internacional de Poes¨ªa Generaci¨®n del 27 con Los desnudos. Como periodista, escribe desde ...

Primera incursi¨®n en la novela del periodista y poeta Antonio Lucas (Madrid, 1975). En ambas facetas de la escritura, Lucas posee una amplia trayectoria y reconocimiento. Como poeta, entre otros premios, gan¨® el Premio Ojo Cr¨ªtico con Lucernario, el Loewe con Los desenga?os y el Premio Internacional de Poes¨ªa Generaci¨®n del 27 con Los desnudos. Como periodista, escribe desde 1996 en El Mundo y colabora en RNE y la Cadena Ser.

Todo ese bagaje ¡ªel period¨ªstico, el de los versos¡ª se hallan en Buena mar. As¨ª como su particular aventura en algo parecido a la autoficci¨®n, pues los motivos y el viaje del protagonista tambi¨¦n son los de Lucas. Uno y otro se embarcaron en un arrastrero gallego que se dirige a un caladero en el Atl¨¢ntico Norte conocido como Gran Sol. La excusa del protagonista es hacer una serie de reportajes, pero tampoco se esconde una huida: su relaci¨®n de pareja con Laura ha entrado en una confortable v¨ªa muerta que ninguno de los dos quiere alargar. El protagonista huye para no enfrentarse a la realidad, verla en perspectiva o quiz¨¢s activar certezas o intuiciones dentro de s¨ª. Ambas razones, el inter¨¦s sincero de conocer de primera mano las dur¨ªsimas vidas de esos 11 marineros a bordo del Carrumeiro ¡ªen el viaje real de Lucas fue el Nuevo Confurco¡ª y el de huida y aventura, est¨¢n presentes, bien narrados y mezclados en Buena mar.

Por parte de Lucas, esta novela es una soberbia manera de entrar en el mundo de la novela de un poeta haciendo una novela; es decir, utilizando los recursos narrativos bien condimentados de la observaci¨®n de la realidad y la imaginaci¨®n novelesca. Evitando tanto el reportaje literario como una l¨ªrica hiperventilada una frase s¨ª y la siguiente tambi¨¦n, sino mostrando personajes y situaciones novelescas en un mundo de realidad mentirosa. Nunca es f¨¢cil eso y Lucas lo consigue. Es cierto que, en ocasiones, las ideas y conclusiones del narrador se ofrecen con una cierta reiteraci¨®n, paralizando la traves¨ªa, siendo por ello el protagonista el personaje menos consistente y quiz¨¢s un exceso de l¨ªrica o frase sentenciosa al llenarse de bal¨®n el poeta. Pero el resto son todo buenas noticias.

Lucas consigue mostrarnos algo oculto que ten¨ªamos a la vista: el ¨¢nimo de los trabajadores del mar. Las escenas en el Atl¨¢ntico Norte son excelentes, ponderadas y bien tensionadas. La tempestad, la calma chicha, el limbo. Dos de los personajes ¡ªAnxo y Bieito¡ª est¨¢n perfilados con pulso firme, y el narrador muestra y entiende todo sin juzgar nada. La relaci¨®n con el mar ¡ª?respeto, miedo, fascinaci¨®n, asco, intemperie, abismo, belleza y poder¡ª encuentra la belleza narrativa de la verdad revelada en la boca de los trabajadores del mar y no en los que nos acercamos a la orilla para contemplar las olas y darnos la vuelta. Traves¨ªa equilibrada que mantiene el inter¨¦s de su lectura, bien resuelta en no llegar, despu¨¦s de la huida, a respuestas, sino a otras preguntas.

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