¡®Cocido y violonchelo¡¯: la buena vida sabe a m¨²sica
En su ¨²ltimo libro, Mercedes Cebri¨¢n reivindica la construcci¨®n personal a trav¨¦s de los placeres y quehaceres cotidianos
Aquello de que la m¨¢s fant¨¢stica aventura es vivir, aunque la vida est¨¦ m¨¢s zurcida de rutinas y compromisos que pincelada de peripecias, no es todo frase manida. Los mal llamados peque?os placeres cotidianos tambi¨¦n pueden revelarse como aspiraciones sublimes: la m¨²sica que nos acerca a las verdades universales, la comida que nos congracia con los pesares de las jornadas repetitivas. De eso, y de pensarse a una misma, trata Cocido y violonchelo, un ensayo ameno, de cap¨ªtulos que vuelan entre los dedos, donde ...
Aquello de que la m¨¢s fant¨¢stica aventura es vivir, aunque la vida est¨¦ m¨¢s zurcida de rutinas y compromisos que pincelada de peripecias, no es todo frase manida. Los mal llamados peque?os placeres cotidianos tambi¨¦n pueden revelarse como aspiraciones sublimes: la m¨²sica que nos acerca a las verdades universales, la comida que nos congracia con los pesares de las jornadas repetitivas. De eso, y de pensarse a una misma, trata Cocido y violonchelo, un ensayo ameno, de cap¨ªtulos que vuelan entre los dedos, donde Mercedes Cebri¨¢n compone una oda a dos de sus pasiones, que son tambi¨¦n las de tantos. A partir de la propia experiencia, la escritora no aborda estas materias desde el punto de vista del genio, ni siquiera del especialista, sino del de aquel que tiene un hobby y lo cultiva para iluminar algunas horas en blanco o incluso en negro, como las que llenaron las semanas interminables del confinamiento.
A Cebri¨¢n y su violonchelo los separan de la categor¨ªa de principiante absoluto los despegados estudios de m¨²sica y piano de la infancia y juventud, los conciertos atendidos primero en compa?¨ªa paterna y luego por cuenta propia, desde la ¨¦poca en la que se embut¨ªa en vaporosos vestidos de mangas abullonadas, y la participaci¨®n en el coro de la parroquia junto a adolescentes de pulsiones endog¨¢micas y tan extranjeros para ella como la familia polaca y ultracat¨®lica que la acogi¨® durante un viaje del grupo en el que llegaron a cantar en los barracones de Birkenau. Tras un par¨¦ntesis formativo de d¨¦cadas, con los 50 en el horizonte, un buen d¨ªa la escritora comparte mesa con una amiga que le da a probar una inescrutable sopa gris salpicada de cubitos de hielo t¨ªpica de Corea del Norte y, de paso, la anima a aventurarse en otra empresa que la ten¨ªa buscando excusas a las que agarrarse: apuntarse a clases de chelo.
Con una prosa pulcra y transparente, cruzada por digresiones metaling¨¹¨ªsticas que evidencian otro amor, el de las palabras, la autora plantea indirectamente algunas preguntas de calado. Una fundamental: de qu¨¦ sirve afrontar un reto como el de estudiar un instrumento una vez que se ha sobrepasado, y con creces, la barrera de la edad en la que los humanos somos esponjas. Para Cebri¨¢n, saber que ni siquiera llegar¨¢ a rozar el plano de gracia sobre el que flotan esos resabiados ni?os prodigio a los que sigue con curiosidad en Instagram no supone una derrota, sino m¨¢s bien un acicate: la raz¨®n para superarse y henchirse del orgullo de los que aprenden libres de todo lastre.
Concebido como un muestrario de recuerdos y reflexiones donde no gobierna un orden concreto, pero tampoco el caos, el libro deja el poso de las cuestiones que nunca obtendr¨¢n una interpretaci¨®n un¨ªvoca. La pobre herencia de la m¨²sica cl¨¢sica en Espa?a. La pertenencia a un estamento social y su proyecci¨®n en las costumbres individuales. La influencia imborrable de la primera educaci¨®n: la reglada y la que nuestros padres nos invitaron (o algo m¨¢s) a descubrir. Los prejuicios asociados a la edad. El modo en que aprovechamos nuestro tiempo y, as¨ª, ocupamos un puesto en el mundo. La importancia de no dejar de construirse y de cargar con el propio equipaje, una mochila que, para algunos, luce la curvil¨ªnea silueta de un violonchelo.
Cocido y violonchelo
Literatura Random House, 2022
200 p¨¢ginas. 17,90 euros
Puedes seguir a BABELIA en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.