¡®Los tres jaques del rey de Marruecos¡¯: un retrato sin censura del pa¨ªs norteafricano

El periodista Javier Otazu ha tenido que marcharse de Marruecos para escribir sin autocensura sobre Marruecos. El corresponsal de la Agencia Efe, que trabaj¨® 16 a?os en Rabat, ha publicado un libro de desquite en el que ignora todas las l¨ªneas rojas que marcan el ejercicio del periodismo en un pa¨ªs en el que como m¨ªnimo uno corre el riesgo de que le retiren su acreditaci¨®n...

El periodista Javier Otazu ha tenido que marcharse de Marruecos para escribir sin autocensura sobre Marruecos. El corresponsal de la Agencia Efe, que trabaj¨® 16 a?os en Rabat, ha publicado un libro de desquite en el que ignora todas las l¨ªneas rojas que marcan el ejercicio del periodismo en un pa¨ªs en el que como m¨ªnimo uno corre el riesgo de que le retiren su acreditaci¨®n y le expulsen. A pesar de los l¨ªmites a la libertad de prensa que impone el r¨¦gimen, Otazu inform¨® con rigor sobre la diplomacia, la inmigraci¨®n o el conflicto del S¨¢hara. Pero se call¨® demasiadas cosas. Su libro se publica cuando ¨¦l ya es corresponsal en Nueva York, pero los periodistas locales que no callaron corren peor suerte y se enfrentan encarcelados a causas por delitos sexuales aparentemente prefabricadas.

En Los tres jaques del rey de Marruecos, Otazu se desquita de a?os de prudencia. Describe un r¨¦gimen autoritario que domestica a la clase pol¨ªtica, persigue opositores y periodistas, y que usa la inmigraci¨®n como arma para ganar poder y dinero ante Europa. Lo que cuenta dista mucho de la imagen que pretende proyectar Mohamed VI y sus socios europeos, incluido Espa?a, de socio fraterno, fiable, democr¨¢tico y garante de las libertades p¨²blicas y los derechos humanos. Otazu, que describe un pa¨ªs que toma represalias sin importarle la talla del adversario y sin sufrir consecuencias, lo bautiza como ¡°un Estado gamberro¡±.

El libro se detiene en los bastidores de la ¨²ltima crisis con Espa?a a cuenta de la soberan¨ªa del S¨¢hara y el in¨¦dito episodio de Ceuta, cuando m¨¢s de 10.000 personas entraron de forma ¡°orquestada¡± en la ciudad entre el 17 y el 19 de mayo. No revela grandes exclusivas, pero describe c¨®mo aquella estrategia se tej¨ªa en los despachos de Rabat. Tambi¨¦n c¨®mo la masiva entrada de menores marroqu¨ªes ejerci¨® un efecto bumer¨¢n contra el r¨¦gimen que o callaba o negaba la mayor.

Los tres jaques del rey de Marruecos es el retrato del socio necesario que, por encima de sus luces y sombras, de sus avances y retrocesos, est¨¢ reinado y gobernado por un rey ¡°sin contrapesos¡± que ¡°no rinde cuentas a nadie¡±.

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