La vida antes de la muerte: los ¨²ltimos retratos del artista ?scar Valero a su abuela Flor
El libro ¡®Me llamo Flor¡¯ recoge los dibujos que el tambi¨¦n arquitecto realiz¨® durante m¨¢s de tres a?os, representaciones intimistas que documentan el trayecto final de la existencia
¡ª¡°?Te gusta que te dibuje?¡±, preguntaba ?scar Valero a su abuela cada vez que iba a visitarla a la residencia.
¡ª¡°No¡±, contestaba ella.
Consciente de que el tiempo era limitado, este artista visual y arquitecto madrile?o (44 a?os), hizo caso omiso de las reticencias de Flor. Cada domingo, durante algo m¨¢s de tres a?os, la retrat¨® mientras ella se iba apagando. Su cara y sus manos le fascinaban y las dibuj¨® reiteradamente. Con cada retrato se fue fortaleciendo el v¨ªnculo entre ambos, algo que se puede sentir en las p¨¢ginas del cuaderno de artista Me llamo Flor, un conjunto d...
¡ª¡°?Te gusta que te dibuje?¡±, preguntaba ?scar Valero a su abuela cada vez que iba a visitarla a la residencia.
¡ª¡°No¡±, contestaba ella.
Consciente de que el tiempo era limitado, este artista visual y arquitecto madrile?o (44 a?os), hizo caso omiso de las reticencias de Flor. Cada domingo, durante algo m¨¢s de tres a?os, la retrat¨® mientras ella se iba apagando. Su cara y sus manos le fascinaban y las dibuj¨® reiteradamente. Con cada retrato se fue fortaleciendo el v¨ªnculo entre ambos, algo que se puede sentir en las p¨¢ginas del cuaderno de artista Me llamo Flor, un conjunto de dibujos intimistas hechos a l¨¢piz que muestran la ¨²ltima etapa de la vida. Una historia personal que va creciendo con cada trazo hasta convertirse en la narraci¨®n de una experiencia universal, el camino hacia la muerte.
Valero estudi¨® arquitectura en la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid, es profesor de dibujo y cursa un doctorado en la Facultad de Bellas Artes de Cuenca, en la Universidad de Castilla-La Mancha. Trabaj¨® como arquitecto pero sus inquietudes art¨ªsticas no se apagaban. Contact¨® con The Josef and Anni Albers Foundation y consigui¨® becas para las residencias art¨ªsticas en cada una de sus sedes (Senegal, Irlanda y EE UU) donde desarrolla una investigaci¨®n, en la que lleva trabajando 20 a?os, sobre las estructuras arm¨®nicas de las Variaciones Goldberg del m¨²sico barroco alem¨¢n Johann Sebastian Bach y su representaci¨®n visual.
En su d¨ªa a d¨ªa, Valero siempre lleva un Moleskine negro, de 13x21cm y tapa blanda con hojas lisas, en el que toma notas y dibuja con un l¨¢piz de grafito 9B muy graso, que hace que los trazos sean libres y sueltos. ¡°Mis cuadernos son lo m¨¢s importante, es donde est¨¢ la base, el pensamiento¡±, comenta el autor.
Cuando su abuela, a pesar del disgusto familiar, ingres¨® en una residencia, Valero tuvo la necesidad de retratarla y, en cierto modo, compensarla por la sensaci¨®n de abandono y soledad que ella sent¨ªa. ¡°Quer¨ªa darle lo mejor de m¨ª y que no perdiera su dignidad¡±. La invit¨® a dibujar con ¨¦l y sus esbozos se mezclaron con los apuntes del arquitecto en las hojas de esos cuadernos tan habituales en su rutina.
¡°Me gustaba verla dibujar. Aprender de ese momento en el que el dibujo sale del interior. Siempre hac¨ªa una espiral. Quiero pensar que es una rosa, su flor favorita¡±, cuenta el autor, a quien le llamaba la atenci¨®n que ella, que no hab¨ªa dibujado nunca, hiciese un trazo continuo sin levantar el l¨¢piz del papel. T¨¦cnica que, como profesor de dibujo, ense?a a sus alumnos.
¡°Es una realidad natural con una parte est¨¦tica y bonita. En esos cuadernos soy yo mismo. ?Por qu¨¦ no desnudarme?¡±, comenta el artista
El paso del tiempo agudiz¨® el cansancio, la sensaci¨®n de soledad y la falta de memoria de Flor en esa burbuja de complicidad en la que conviv¨ªan y donde ?scar Valero y su abuela pintaron sus ¨²ltimos momentos juntos hasta que lleg¨® la pandemia y no pudieron verse m¨¢s.
Me llamo Flor recopila 50 retratos en los que la intensidad de los trazos es un reflejo honesto de las emociones, los sentimientos y el estado de ¨¢nimo que abuela y nieto compartieron en su isla particular. Entre tanta crudeza, la tonalidad de ojos de l¨¢piz var¨ªa de gris a negro intenso en funci¨®n de los acontecimientos y de la rabia del artista.
Durante el confinamiento, cuando todo acab¨®, Valero se encontr¨® con una colecci¨®n de retratos de inmenso valor sentimental. Tras un largo periodo de reflexi¨®n sobre lo que implicaba la exhibici¨®n p¨²blica de un trabajo tan ¨ªntimo, concluy¨® que quer¨ªa contar su historia. ¡°Es una realidad natural con una parte est¨¦tica y bonita. En esos cuadernos soy yo mismo. ?Por qu¨¦ no desnudarme?¡±, comenta el artista.
En colaboraci¨®n con el estudio de dise?o La Troupe consigue ser fiel al formato de sus cuadernos. Edita cien ejemplares numerados y firmados en los que no cambia nada. Mismo n¨²mero de p¨¢ginas y misma encuadernaci¨®n. Tampoco se retoca el contenido por lo que se imprimen las anotaciones del reverso de cada hoja y las sombras que el grafito dej¨® en el papel original.
Con un pr¨®logo escrito por Nicholas Fox Weber, director de The Josef and Anni Albers Foundation, que comienza con unos versos del poeta irland¨¦s William Butler Yeats, Valero presentar¨¢ su cuaderno de artista en La F¨¢brica de Madrid este 3 de marzo.
¡°A pesar de que no cambiar¨ªa nada¡±, comenta Valero, la sensaci¨®n de que mi abuela cobre vida en otras manos y deje de ser Flor para humanizarse y formar parte de una reflexi¨®n sobre el proceso previo a la muerte, me deja una sensaci¨®n extra?a, como la que sent¨ª cuando, al salir del cementerio, vi en un muro escrito un nombre: Flor¡±.
¡®Me llamo Flor¡¯. ?scar Valero. La F¨¢brica, 2022. 80 p¨¢ginas, 50 euros.
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