Bleda y Rosa: dos fot¨®grafos en el lugar donde se cruzan el tiempo y el territorio

Han pasado ya treinta a?os desde que Bleda y Rosa (Mar¨ªa Bleda, Castell¨®n, 1969, y Jos¨¦ Mar¨ªa Rosa, Albacete, 1970) emprendieron su recorrido art¨ªstico, y con el fin de recuperar la memoria de su infancia, se dispusieron a fotografiar los campos de f¨²tbol de distintas localidades perif¨¦ricas levantinas. En aquellas silenciosas y sobrias tomas entrelazadas por la l¨ªnea del horizonte, donde resuena el paso del tiempo, comenzaran a dar forma a una rigurosa e intensa investigaci¨®n fotogr¨¢fica. Una reflexi¨®n en to...

Han pasado ya treinta a?os desde que Bleda y Rosa (Mar¨ªa Bleda, Castell¨®n, 1969, y Jos¨¦ Mar¨ªa Rosa, Albacete, 1970) emprendieron su recorrido art¨ªstico, y con el fin de recuperar la memoria de su infancia, se dispusieron a fotografiar los campos de f¨²tbol de distintas localidades perif¨¦ricas levantinas. En aquellas silenciosas y sobrias tomas entrelazadas por la l¨ªnea del horizonte, donde resuena el paso del tiempo, comenzaran a dar forma a una rigurosa e intensa investigaci¨®n fotogr¨¢fica. Una reflexi¨®n en torno a los v¨ªnculos que se articulan entre el paisaje, la memoria, la historia, y la arquitectura, que mereci¨® el Premio Nacional de Fotograf¨ªa en 2008. Su andadura recorre el territorio no solo para registrar las huellas del pasado sino para ¡°visibilizar las memorias latentes, no especialmente visibles que nos permiten contemplar aquello que a¨²n no hemos imaginado¡±, tal y como lo describe Marta Dah¨® comisaria de la retrospectiva, Bleda y Rosa, que le dedica el centro KBr de la Fundaci¨®n Mapfre de Barcelona, en colaboraci¨®n con el Museo ICO de Madrid.

Presentada en forma de videoinstalaci¨®n, la exposici¨®n abarca la totalidad de la obra y permite evidenciar con algunos aspectos definitorios del trabajo de este d¨²o de artistas. ¡°Pone en relieve cuestiones que de otra forma no ver¨ªamos, y genera otro ritmo de percepci¨®n que permite una nueva relectura de la obra¡±, indica la comisaria. ¡°Una obra que parte del cuestionamiento del relato hist¨®rico como algo incontestable y un¨ªvoco, y abre la posibilidad a que el pasado pueda ser imaginado desde otro lugar¡±. Estructurado en series, el trabajo de este t¨¢ndem de fot¨®grafos entronca con la tradici¨®n documental del medio fotogr¨¢fico al tiempo que se nutre de las pr¨¢cticas art¨ªsticas conceptuales. De ah¨ª que el texto desempe?e un papel destacado en la obra; un gui?o hacia donde conducir la mirada del espectador.

Babelia ha charlado con los autores y estos son sus comentarios sobre algunas de las fotograf¨ªas que han marcado su trayectoria:

Accidente topogr¨¢fico I, 1993. Perteneciente a la serie Campos de f¨²tbol.

¡°Sal¨ªamos en coche, en busca de campos de f¨²tbol similares a aquellos que record¨¢bamos de nuestra infancia. ?ramos j¨®venes y comenz¨¢bamos a descubrir la geograf¨ªa que nos rodeaba. Durante esa b¨²squeda encontramos la pared perimetrada de un campo de futbol y result¨® m¨¢s atractiva que la cancha en s¨ª. De ah¨ª este desvi¨® en nuestro camino, esta toma frontal que mira a un elemento arquitect¨®nico. Un recurso que utilizaremos m¨¢s veces. Busc¨¢bamos d¨ªas nublados, no solo por semejanza est¨¦tica con algunos de los autores que formaban parte de nuestros referentes, sino porque el sol ofrece una lectura m¨¢s confusa de la imagen. Se trata de la primera vez que incluimos una referencia textual insertada dentro de la imagen. Ser¨¢ el primer proyecto en el que vamos a conseguir dar forma a un lenguaje con el que nos sentimos c¨®modos, a partir del cual seguir construyendo. Siempre nos ha interesado reflexionar sobre c¨®mo la imagen te lleva a un lugar, y el texto a otro. Nos interesa mucho el cruce que se produce entre lo fotografiado y lo que uno proyecta en su cabeza mientras lo observa¡±.

Faldas del Pichincha, 24 de mayo de 1822. Quito, 2016. Perteneciente a la serie Campos de batalla.

¡°La idea de esta serie surgi¨® despu¨¦s de ver una pintura conmemorativa de la Batalla de Almansa. En 1994 visitamos el lugar y all¨ª tomamos la primera fotograf¨ªa del proyecto. Muestra un paisaje desprovisto de todo elemento arquitect¨®nico. Una imagen que se contrapone a la que hemos elegido en esta ocasi¨®n; la ¨²ltima fotograf¨ªa de la serie, tomada a las faldas de una monta?a en Quito, donde tuvo lugar otra batalla, y a lo largo de la cual se extiende una ciudad. Nuestras series se dilatan en el tiempo, de manera que sus componentes van variando, a medida que va cambiando nuestra forma de mirar y tratar el lugar. En este trabajo se introduce por primera vez la historia, un elemento cuyo tratamiento va ir evolucionando tambi¨¦n dentro de la sociedad mientras progresa la serie. De forma que, cuando empezamos a fotografiar en Espa?a, apenas encontr¨¢bamos referenciados los lugares donde hab¨ªan tenido lugar las contiendas, algo que si ocurr¨ªa en Europa. Pero, a lo largo de estos ¨²ltimos a?os, estos lugares se han memorializado y se han convertido en espacios que atraen a visitantes. En la imagen que mostramos, apenas se puede distinguir en la parte superior izquierda el lugar memorializado. Sin embargo, refleja c¨®mo la vida contin¨²a, c¨®mo las casas se amontonan, unas al lado de otras. En esa monta?a que un d¨ªa fue un campo de batalla hoy se expande una ciudad. La fotograf¨ªa contrasta con las primeras im¨¢genes de la serie, donde el tiempo parece haberse detenido. En ella se funde la arquitectura y el paisaje¡±.

Estancia I, Kerkouane, 2001. Perteneciente a la serie Estancias.

¡°En esta serie nos acercamos por primera vez al elemento arquitect¨®nico de una manera directa, una figura que ya no vamos a abandonar. A partir de este momento empezaremos a mirar la ciudad a trav¨¦s de distintos ¨¢ngulos, desde espacios m¨ªnimos dentro de la metr¨®poli. En este caso en concreto, desde una antigua vivienda palaciega, desde donde el pasado puede ser pensado partiendo de otra dimensi¨®n¡±.

Cr¨¢neo 5, Cueva Mayor, 2003. Perteneciente a la serie Origen.

¡°La imagen fue tomada en Atapuerca, all¨ª donde fue encontrado el cr¨¢neo f¨®sil mejor conservado del mundo, clasificado como Homo heidelbergensis. Se trata de una de las primeras fotograf¨ªas que tomamos de esta serie en curso, donde se muestra la cueva con toda la estructura que generan los arque¨®logos para trabajar. Sintetiza muy bien aquello que intentamos poner en valor y tiene que ver con las capas de significado que encontramos en los lugares. En ella se hace muy patente el registro de las capas del tiempo¡±.

Gro?e Hamburger Stra?e, Berl¨ªn, 2005. Perteneciente a la serie Memoriales.

¡°La idea del memorial es algo a lo que regresamos de forma continua en nuestro trabajo, de ah¨ª que recorrimos Berl¨ªn en busca de espacios en los que, de alguna manera, est¨¢ depositada la memoria de la ciudad para contraponerlo con ese memorial desde donde se narra la historia. En el caso de este fragmento de ciudad resultan muy evidentes los restos de la Batalla de Berl¨ªn, as¨ª como la decisi¨®n de no tapar la huella que ha quedado insertada en el edificio. Se diferencia de otros lugares de la ciudad que han sido reconstruidos borrando las huellas de la historia¡±.

Mercado. Puerta del mercado de Mileto. Museo de P¨¦rgamo, Berl¨ªn, 2021 Perteneciente a la serie Tipolog¨ªas.

¡°Se trata de una de las ¨²ltimas fotograf¨ªas que hemos tomado. Muestra un fragmento de la Puerta del mercado de Mileto, uno de los primeros monumentos hist¨®ricos en ser trasladados de su lugar de origen a un museo, donde ha sido reconstruido. No estamos ense?ando la totalidad del edificio, sino mostrando solo una parte de su arquitectura incitando al espectador a completar el resto a trav¨¦s de la memoria que conserva de ¨¦l. No debemos olvidar que la invenci¨®n del medio fotogr¨¢fico ha contribuido en gran medida a la imagen que conservamos de la arquitectura del pasado. En esta ocasi¨®n utilizamos un texto m¨¢s extendido que incluye una definici¨®n de cada una de las partes funcionales del edificio frente a esa imagen fraccionada, un fragmento de la historia preservado¡±.

Cerro Blanco. Nasca, 2015. Perteneciente a la serie Prontuario. El Continente y El Viento.

¡°Con el tiempo y el desarrollo de los proyectos, la relaci¨®n entre texto e imagen se ha ido modificando y ha ido creciendo. En este caso el texto ha alcanzado tanta presencia como imagen. Se trata de un proyecto en el que generamos un paseo por lugares que tienen que ver con las revoluciones atl¨¢nticas que se producen en el siglo XIX. La fotograf¨ªa alude la conquista de las Indias, cuando se trata de imponer determinados valores morales. Aqu¨ª hablamos de la extirpaci¨®n de la idolatr¨ªa. En los textos que la acompa?an se mantiene la grafolog¨ªa de la ¨¦poca, algo que nos permite hablar de forma temporal. Aluden a este cerro frecuentado por los indios para adorar a sus dioses¡±.

Tesoro Quimbaya. Museo Arqueol¨®gico Nacional, Madrid, 2016. Perteneciente a la serie Prontuario. El Continente y El Viento.

¡°La fotograf¨ªa reproduce una imagen de una de las piezas del tesoro precolombino, depositado en el museo y cedido, en 1893, a Espa?a por el gobierno colombiano, tras mediar en un asunto relacionado con las fronteras entre Colombia y Venezuela. Un gesto de generosidad cargado de pol¨¦mica ya que se trata de un ajuar funerario descubierto en 1890. En la imagen aparece una fotograf¨ªa documental perteneciente al archivo del museo junto a unos guantes y una carpeta. Nos interes¨® la idea del archivo y la relaci¨®n que guarda con nuestra obra donde confluyen texto e im¨¢genes para poder narrar y establecer un di¨¢logo. Esta serie es una de las m¨¢s complejas de nuestra trayectoria ya que intenta poner en relaci¨®n diferentes elementos que forman parte de historia. Un ejercicio donde se evidencia c¨®mo la historia est¨¢ formada a trav¨¦s de fragmentos. Fragmentos de los que partimos no tanto para conformar otra narraci¨®n de la historia sino para acercarnos a ella¡±.

¡®Bleda y Rosa¡¯. Centro de Fotograf¨ªa KBr. Barcelona. Hasta el 4 de septiembre.

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