De juerga con Moli¨¨re

A punto de terminar el A?o Moli¨¨re con motivo del cuarto centenario de su nacimiento, el siempre habilidoso d¨²o formado por el dramaturgo ?lvaro Tato y el director Yayo C¨¢ceres ha estrenado un montaje que combina fragmentos de obras c¨¦lebres del autor franc¨¦s con escenas inventadas que repasan su biograf¨ªa. La t¨ªpica f¨®rmula de espect¨¢culo-homenaje que se repite en aniversarios de este tipo y que a menudo da como resultado productos en los que lo did¨¢ctico aplasta lo teatral....

A punto de terminar el A?o Moli¨¨re con motivo del cuarto centenario de su nacimiento, el siempre habilidoso d¨²o formado por el dramaturgo ?lvaro Tato y el director Yayo C¨¢ceres ha estrenado un montaje que combina fragmentos de obras c¨¦lebres del autor franc¨¦s con escenas inventadas que repasan su biograf¨ªa. La t¨ªpica f¨®rmula de espect¨¢culo-homenaje que se repite en aniversarios de este tipo y que a menudo da como resultado productos en los que lo did¨¢ctico aplasta lo teatral. No es el caso de este Vive Moli¨¨re, que reh¨²ye el tono pedag¨®gico y apuesta por rescatar de manera festiva el esp¨ªritu de la comedia cl¨¢sica francesa, que Moli¨¨re aderez¨® con una buena dosis de farsa y los chispeantes juegos de la comedia del arte italiana.

De esa misma fuente bebe este espect¨¢culo. Di¨¢logos ingeniosos, personajes arquet¨ªpicos, m¨²sica en directo, enredos, amor¨ªos y mucho juego esc¨¦nico. Es un divertimento ligero sin m¨¢s pretensiones, pero precisamente esa es su gran virtud. Convierte en una fiesta lo que podr¨ªa ser una clase de historia del teatro.

Un gran acierto es la trama inventada por ?lvaro Tato. Lejos de intentar componer una biograf¨ªa realista de Moli¨¨re, el dramaturgo ha optado por la fantas¨ªa. La diosa Fama anuncia su deseo de casarse con un genio del teatro y sus criados Chisme, Dato y Mito la llevan a Par¨ªs para que conozca al maestro de la comedia. A trav¨¦s de sus ojos, el p¨²blico va descubriendo sus andanzas, sus amor¨ªos, la censura que sufrieron algunas de sus obras y su querencia a observar a los humanos como lo har¨ªa un antrop¨®logo. De esa particular mirada nacieron personajes como el avaro Harpag¨®n, el hip¨®crita Tartufo, el mis¨¢ntropo Alcestes o el hipocondriaco Arg¨¢n, que comparecen aqu¨ª entrelazados con la historia de Moli¨¨re. Con mucha gracia se debate tambi¨¦n la veracidad de la leyenda que asegura que el autor muri¨® durante una representaci¨®n de El enfermo imaginario vestido de amarillo.

Todo ello con un ritmo trepidante que hace la funci¨®n pase volando. De ello es responsable Yayo C¨¢ceres, que condimenta la representaci¨®n con geniales juegos esc¨¦nicos, echando mano de todo tipo de g¨¦neros. Desde la farsa hasta la comedia de enredos y el vodevil. Le bastan unos pocos elementos de atrezo (el tobog¨¢n desde el que desciende la diosa es un hallazgo) y un vestuario muy imaginativo (dise?ado por Tatiana de Sarabia) para bajar del olimpo a Par¨ªs en un pisp¨¢s. Sin olvidar el buen trabajo de los cinco int¨¦rpretes que componen el reparto, con menci¨®n especial para Kevin de la Rosa por el desparpajo con que lleva sus escenas al extremo.

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