Desparrame teatral a la francesa
La compa?¨ªa Chiens de Navarre act¨²a por segunda vez en Espa?a con un espect¨¢culo de humor ¡®trash¡¯ que reparte coces a diestro y siniestro
Justo hace dos a?os debut¨® en Espa?a la singular compa?¨ªa francesa Chiens de Navarre. Descubrimos entonces que los adjetivos ¡°corrosivo¡±, ¡°irreverente¡±, ¡°hilarante¡±, ¡°grotesco¡±, ¡°humor trash¡± o ¡°escatol¨®gico¡± con los que suelen calificarse sus espect¨¢culos son bien merecidos: no se conforman con meter el dedo en la llaga, sino que se quedan hurgando dentro un buen rato. No hablamos solo de pasarse por el forro lo ¡°pol¨ªticamente correcto¡±, sino de ir salt¨¢ndose todos los l¨ªmites posibles y a ver ...
Justo hace dos a?os debut¨® en Espa?a la singular compa?¨ªa francesa Chiens de Navarre. Descubrimos entonces que los adjetivos ¡°corrosivo¡±, ¡°irreverente¡±, ¡°hilarante¡±, ¡°grotesco¡±, ¡°humor trash¡± o ¡°escatol¨®gico¡± con los que suelen calificarse sus espect¨¢culos son bien merecidos: no se conforman con meter el dedo en la llaga, sino que se quedan hurgando dentro un buen rato. No hablamos solo de pasarse por el forro lo ¡°pol¨ªticamente correcto¡±, sino de ir salt¨¢ndose todos los l¨ªmites posibles y a ver qu¨¦ pasa. Pasa lo siguiente: los espectadores nos partimos de risa mientras nos tapamos escandalizados los ojos por los extremos a los que es capaz de llegar esta gente. No es frecuente encontrar eso en los teatros y se agradece. La uniformidad adormece.
Se nota que todo nace de la improvisaci¨®n y la creaci¨®n colectiva. No parten de textos, sino de ideas. Todo se escribe sobre el escenario y por eso lo que pasa ah¨ª arriba es tan de verdad, aparte de que los actores son magn¨ªficos y el director, Jean-Christophe Meurisse, seguro que les espolea para que se desmelenen en los ensayos. Pero as¨ª como los desparrames resultantes se hilaban muy bien en el espect¨¢culo con el que se presentaron hace dos a?os, No todo el mundo puede ser hu¨¦rfano, no ocurre lo mismo en La vida es una fiesta, que se puede ver estos d¨ªas en los Teatros del Canal de Madrid. Tambi¨¦n desata carcajadas, sorprende, desconcierta, perturba y maravillan sus int¨¦rpretes, pero agota porque por debajo no hay una dramaturgia s¨®lida. De forma que el montaje por momentos parece m¨¢s bien una sucesi¨®n de sketches sin m¨¢s objetivo que repartir coces a diestro y siniestro. Muy brutos y muy buenos todos, pero el conjunto acaba cansando.
A ello contribuye tambi¨¦n cierta dispersi¨®n tem¨¢tica. No todo el mundo puede ser hu¨¦rfano era un montaje m¨¢s contenido porque se centraba exclusivamente en la familia, mientras que La vida es una fiesta dispara a discreci¨®n. Comienza como una encendida y bulliciosa sesi¨®n de la Asamblea Nacional francesa que ridiculiza a los pol¨ªticos (de toda ideolog¨ªa) y de ah¨ª pasamos a la unidad de urgencias psiqui¨¢tricas de un hospital donde acaba uno de los diputados de derecha tan extrema que se le va la cabeza. Ese lugar ser¨¢ el nexo de uni¨®n de los sketches: por ah¨ª pasar¨¢n tambi¨¦n personajes como una cuarentona soltera y deprimida o un maduro ejecutivo que queda trastornado tras ser despedido por dos jovenzuelos de Silicon Valley. Hay batallas callejeras entre polic¨ªas y chalecos amarillos, estallidos de locura delirantes y burlas de todo tipo que ponen en evidencia las chifladuras del mundo contempor¨¢neo.
La vida es una fiesta
Una creación colectiva de Chiens de Navarre. Dirección: Jean-Christophe Meurisse. Teatros del Canal. Madrid. Hasta el 23 de abril.
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