Azcona, Berlanga y los oficios inmorales
La divertida adaptaci¨®n de ¡®El verdugo¡¯ para actores y marionetas hecha por la compa?¨ªa malague?a El Espejo Negro mantiene intactos la estructura y la atm¨®sfera originales, pero vuela libre en multitud de detalles
Tras su estreno, en 1963, la pel¨ªcula El verdugo fue recibida como un alegato valiente contra la pena de muerte. En su guion, Rafael Azcona y Luis Garc¨ªa Berlanga trenzan la peripecia de un hombre que acaba aceptando un trabajo indeseable, para mantener a su familia: Jos¨¦ Luis sue?a con ser mec¨¢nico, pero se acomoda a las circunstancias. En la Espa?a de hoy, transcurridos 45 a?os desde la abolici¨®n del ...
Tras su estreno, en 1963, la pel¨ªcula El verdugo fue recibida como un alegato valiente contra la pena de muerte. En su guion, Rafael Azcona y Luis Garc¨ªa Berlanga trenzan la peripecia de un hombre que acaba aceptando un trabajo indeseable, para mantener a su familia: Jos¨¦ Luis sue?a con ser mec¨¢nico, pero se acomoda a las circunstancias. En la Espa?a de hoy, transcurridos 45 a?os desde la abolici¨®n del garrote vil, la versi¨®n teatral de El verdugo que dirige ?ngel Calvente resuena de otro modo y abre nuevas preguntas. ?Cu¨¢ntos oficios e industrias hay que comprometen la vida del pr¨®jimo, sin tener por ello el reproche social al que se hicieron acreedores los verdugos? Con su montaje, el director de la compa?¨ªa malague?a El Espejo Negro pone el dedo en una llaga vigente. Sus protagonistas son una treintena de marionetas mundanas, tiernas, divertidas, esquinadas y anhelantes, movidas por cuatro actores manipuladores, que se desdoblan para darles la r¨¦plica.
Calvente, autor de esta adaptaci¨®n representada en el festival Titirimundi, de Segovia, mantiene intactos la estructura y los ¨®rganos vitales del guion original. Si reenfoca ciertos pasajes es porque las marionetas tienen un tempo propio y porque, al poner la funci¨®n en pie, sus int¨¦rpretes la han ido haciendo suya. En la pel¨ªcula, Jos¨¦ Luis L¨®pez V¨¢zquez no pudo encarnar al verdugo incipiente, como Berlanga deseaba, porque sus coproductores impusieron a Nino Manfredi en ese papel. En la versi¨®n teatral, se hace justicia po¨¦tica: tanto la fisonom¨ªa de la marioneta de Jos¨¦ Luis como el actor que la mueve, Jos¨¦ Vera Nicart, le imprimen al atribulado pluriempleado de pompas f¨²nebres la comicidad y la terneza distintivas del protagonista de Mi querida se?orita.
El car¨¢cter de los t¨ªteres de El Espejo Negro rima con la tragedia grotesca de Arniches, inspiradora de los guiones cinematogr¨¢ficos de Azcona. Tanto Carlos Cuadros como su mu?eco perfilan al verdugo cesante con el trazo entra?able de Pepe Isbert. La¨ªn Calvente rejuvenece a ?lvarez, compadre de Jos¨¦ Luis. Movida por Susana Almahano, la marioneta que interpreta a la hija del verdugo es una mezcla explosiva de Gina Lollobrigida con Carmen Sevilla. Calvente ha elaborado una afinada dramaturgia musical, con una veintena de ¨¦xitos popularizados entre 1960 y 1966. Aunque el p¨²blico no suele percatarse, para completar cada uno de los papeles protagonistas hay cuatro mu?ecos, que ofrecen diferentes ¨¢ngulos de su personalidad.
¡®El verdugo¡¯. Adaptaci¨®n y direcci¨®n: ?ngel Calvente. Gira: El Ejido, Palma del R¨ªo, Priego de C¨®rdoba, Logro?o, Palencia, Benavente, Valencia, Valladolid, Madrid¡
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