¡®Ucrania, encrucijada de culturas¡¯: el futuro de Europa en un espacio tr¨¢gico
Karl Schl?gel actualiza a la luz de la guerra de Putin un ensayo de 2015 en el que ¡®lee¡¯ ocho ciudades de pasados tortuosos, urbanicidios, exterminios y mestizajes
El historiador alem¨¢n Karl Schl?gel nos propone un recorrido espacial y temporal por Ucrania, esa ¡°Europa en miniatura¡± que la propia Europa desconoc¨ªa hasta fechas tr¨¢gicas recientes. Se trata, seg¨²n el autor, de ¡°una exploraci¨®n de la geograf¨ªa cultural, un paseo de un lugar a otro¡±, una suerte de arqueolog¨ªa urbana. Esta manera de abordar las cuestiones hist¨®ricas ya fue teorizada y explicitada en ...
El historiador alem¨¢n Karl Schl?gel nos propone un recorrido espacial y temporal por Ucrania, esa ¡°Europa en miniatura¡± que la propia Europa desconoc¨ªa hasta fechas tr¨¢gicas recientes. Se trata, seg¨²n el autor, de ¡°una exploraci¨®n de la geograf¨ªa cultural, un paseo de un lugar a otro¡±, una suerte de arqueolog¨ªa urbana. Esta manera de abordar las cuestiones hist¨®ricas ya fue teorizada y explicitada en En el espacio leemos el tiempo (Siruela, 2007), un t¨ªtulo que alude a una famosa frase de Ratzel. Los textos del volumen constitu¨ªan una seria advertencia a los historiadores sobre su olvido del espacio. Siguiendo estos presupuestos, Schl?gel elabor¨® Terror y utop¨ªa. Mosc¨² en 1937 (Acantilado, 2014) y El siglo sovi¨¦tico. Arqueolog¨ªa de un mundo perdido (Galaxia Gutenberg, 2021), dos de los libros de historia m¨¢s monumentales, interesantes, inteligentes y sugestivos entre los publicados en este siglo XXI. Ahora, en Ucrania, encrucijada de culturas, cuya edici¨®n primera data de 2015, se re¨²nen textos escritos entre finales de la d¨¦cada de 1980 y 2014, acompa?ados de otros redactados en los ¨²ltimos a?os, bien de nuevo cu?o o que actualizan los anteriores en funci¨®n de los efectos de la criminal guerra putiniana contra territorio ucranio ¡ªdesde febrero de 2022, aunque iniciada ya en 2014 con la ocupaci¨®n de Crimea¡ª. Se trata de cap¨ªtulos proporcionados, anota, por la propia realidad. La crisis de Ucrania, a?ade adecuadamente, es una crisis de la incapacidad rusa por modernizarse.
Los paisajes de fina cultura y moderna arquitectura conviven con los de una terrible y devastadora violencia en los siglos XX y XXI
Las ocho ciudades del subt¨ªtulo no son otras que Kiev, Odesa, Yalta, J¨¢rkov, Dnipropetrovsk ¡ªpopularmente, Dnipr¨®¡ª, Donetsk, Czernowitz y la sovi¨¦tica Lvov, ahora Lviv, antigua Lemberg austroh¨²ngara, visitada por el autor en 1988, cuando era otro mundo. En los textos a?adidos para la edici¨®n actual no faltan p¨¢ginas dedicadas a una novena ciudad, que ya no existe: Mari¨²pol, centro industrial del acero, devastada por los ataques rusos. Muestran todas estas ciudades pasados complejos y tortuosos, urbanicidios y renombramientos, melting pot, mestizaje y exterminios ¡ªcentro del juda¨ªsmo del este europeo¡ª, multiconfesionalismo y multiling¨¹ismo. A Kiev, capital ucrania desde la d¨¦cada de 1930, ciudad del monasterio de las Cuevas ¡ªel llamado Vaticano de la Ortodoxia¡ª y del Maid¨¢n, dedica muchas p¨¢ginas Schl?gel. Presta especial atenci¨®n a los m¨¢s de 700 d¨ªas de ocupaci¨®n alemana, que supusieron la p¨¦rdida de m¨¢s de dos tercios de la poblaci¨®n. En las afueras, en el barranco de Babi Yar, se asesin¨® a 33.771 jud¨ªos a finales de septiembre de 1941. El gran poema que Yevtushenko dedicara a Babi Yar fue musicalizado por Shostak¨®vich en su impresionante Sinfon¨ªa n. 13. Odesa, construida en 1794, es mundialmente reconocida por la gran escalinata de El acorazado Potemkin de Eisenstein. A principios de la d¨¦cada de 1860 ya contaba con 116.000 habitantes. Ciudad multi¨¦tnica y cosmopolita, urbe de la Belle ?poque, Odesa sufri¨® serias transformaciones en la etapa sovi¨¦tica: el comercio y los negocios quedaron atr¨¢s y lo industrial se impuso, en un flamante ¡°baluarte del proletariado¡±. De la Riviera rusa de tintes arist¨®cratas a la Riviera roja de los sanatorios para los agotados ejercitantes del poder, Yalta aparece como un n¨²cleo decisivo. Con el final de siglo, sostiene Schl?gel, sucumbi¨® a la ¡°mallorquinizaci¨®n¡±. Ahora es, en esencia, zona militarizada.
La segunda ciudad del pa¨ªs y capital entre 1919 y 1934, J¨¢rkov, compendia perfectamente todos los desastres novecentistas: guerra civil, colectivizaciones y Holodomor, Gran Terror, ocupaci¨®n alemana y Holocausto, totalitarismo sovi¨¦tico. Dnipr¨®, fundada como Yekaterinoslav en 1783 en honor de Catalina II, considerada la ¡°capital jud¨ªa¡± ucrania, era el centro de la metalurgia y la industria mec¨¢nica de la URSS, antes de convertirse en centro financiero. Donetsk, capital de la hoy castigad¨ªsima regi¨®n del Donb¨¢s, fue fundada en 1869 por el industrial gal¨¦s John Hughes con el nombre de Yuzovka y rebautizada, en 1924, como St¨¢lino. En 1961 renace como Donetsk. A finales del siglo XIX conviv¨ªan en la ciudad treinta y siete nacionalidades. El Gran Terror de 1937-1938 tuvo efectos terribles en la poblaci¨®n. Rica zona en carb¨®n y mineral de hierro, en sus minas trabaj¨® el ¨ªnclito Staj¨¢nov y en sus calles iba a empezar su carrera pol¨ªtica Nikita Jrushov. Czernowitz fue eslava, moldava, turca, polaca y profundamente jud¨ªa ¡ªmuchos refugiados del oeste de Europa¡ª, antes de integrarse en el Imperio austroh¨²ngaro, ser anexionada por Rumania en 1918 e incorporase a la URSS, tras la salida de los alemanes, en la II Guerra Mundial.
Leer las ciudades, como plantea el autor, es una enriquecedora propuesta, en tanto que puntos de m¨¢xima condensaci¨®n de espacios y experiencias hist¨®ricos. Schl?gel, que ha dedicado toda su vida acad¨¦mica a la historia de Rusia y la URSS, se nutre de sus experiencias viajeras desde finales de la d¨¦cada de 1960 hasta hoy. Los paisajes de fina cultura y moderna arquitectura conviven con los de una terrible y devastadora violencia en los siglos XX y XXI. Esta tierra, como su nombre indica ¡ªUcrania, un Estado soberano desde 1991¡ª, es y ha sido una sociedad de frontera, que no admite una historia hecha desde una ¨²nica comunidad ¨¦tnica, ling¨¹¨ªstica o religiosa ni desde la obsesi¨®n por lo nacional. Constituye este libro un espl¨¦ndido ejemplo de la compatibilidad necesaria entre el historiador fiel a su oficio y el compromiso del ciudadano. La causa de la agredida Ucrania, ¡°una naci¨®n activa que ha cobrado conciencia de s¨ª¡±, lo amerita. En este pa¨ªs, que ya no desaparecer¨¢ nunca m¨¢s de nuestros mapas mentales, asegura Schl?gel, va a decidirse si Europa tiene futuro.
Ucrania, encrucijada de culturas. Historia de ocho ciudades¡¯
Traducci¨®n de Jos¨¦ An¨ªbal Campos
Acantilado, 2023
448 p¨¢ginas. 32 euros
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