¡®Religi¨®n, Rey y Patria¡¯: los or¨ªgenes reaccionarios de la Espa?a contempor¨¢nea
Pedro R¨²jula ofrece una inteligente relectura del pasado y eval¨²a con argumentos s¨®lidos el papel hist¨®rico de los procesos de politizaci¨®n contrarrevolucionarios de finales del siglo XVIII y principios del XIX
El periodo de la historia de Espa?a que hemos conocido durante mucho tiempo como de crisis del Antiguo R¨¦gimen, acompa?ado en muchos casos de una cronolog¨ªa delimitada por los a?os 1808 y 1833, ha sufrido una important¨ªsima revisi¨®n en los ¨²ltimos lustros. Un par de aspectos sintetizan adecuadamente la relectura a la que los historiadores han sometido dicha etapa. En primer lugar, una mirada americana, que ha mostrado la imposibilidad de entender lo ocurrido en la Pen¨ªnsula al margen del resto de ...
El periodo de la historia de Espa?a que hemos conocido durante mucho tiempo como de crisis del Antiguo R¨¦gimen, acompa?ado en muchos casos de una cronolog¨ªa delimitada por los a?os 1808 y 1833, ha sufrido una important¨ªsima revisi¨®n en los ¨²ltimos lustros. Un par de aspectos sintetizan adecuadamente la relectura a la que los historiadores han sometido dicha etapa. En primer lugar, una mirada americana, que ha mostrado la imposibilidad de entender lo ocurrido en la Pen¨ªnsula al margen del resto de la antigua monarqu¨ªa cat¨®lica. Responde el segundo aspecto a la desideologizaci¨®n y la cr¨ªtica de las visiones teleol¨®gicas aplicadas a la g¨¦nesis de la contemporaneidad. Ni lo acaecido era lo ¨²nico que pod¨ªa ocurrir, ni una l¨ªnea inexorable condenaba a unos a la derrota y a otros a la victoria, ni los individuos del pasado conoc¨ªan, desde su presente, el futuro. La incertidumbre de la ¨¦poca no puede ser sustituida por la supuesta racionalidad del historiador. Ello ha obligado a ajustar cronolog¨ªas y temporalidades, as¨ª como a introducir nuevas l¨®gicas y a replantear los paradigmas de la revoluci¨®n, recuperando, al tiempo, todas las paradojas contempor¨¢neas de lo reaccionario.
Pedro R¨²jula es uno de los principales autores espa?oles que han acometido esta transformaci¨®n historiogr¨¢fica. Empez¨® estudiando el primer carlismo y poco a poco ha ido extendiendo sus trabajos hasta finales del siglo XVIII, aunque con especial dedicaci¨®n a la guerra de la Independencia y al Trienio Liberal. Su nuevo libro constituye una magn¨ªfica muestra de profunda e inteligente relectura del pasado. La Espa?a contempor¨¢nea, sostiene el autor con s¨®lidos argumentos, no s¨®lo tiene or¨ªgenes revolucionarios, sino tambi¨¦n netamente contrarrevolucionarios. Los procesos de politizaci¨®n que tuvieron lugar en esta ¨²ltima l¨ªnea, inaugurados en 1793 con la guerra de la Convenci¨®n y que acabaron desembocando en la d¨¦cada de 1830 en el carlismo, constituyeron una parte fundamental de la historia. Religi¨®n, rey y patria sintetizaban bien el horizonte pol¨ªtico y cultural de muchos espa?oles en aquella ¨¦poca apasionada y turbulenta. Los efectos de la Revoluci¨®n Francesa se hicieron sentir con fuerza en Espa?a y abrieron un ciclo de guerras contrarrevolucionarias, exteriores en los albores (1793-1795; 1808-1814) e interiores o civiles a partir del golpe de Estado de Fernando VII, en 1814, y la emergencia de la fractura realismo-liberalismo que el car¨¢cter nacional y mon¨¢rquico de los conflictos precedentes hab¨ªa disimulado (1822-1823; 1833-1840).
Para comprender a cabalidad lo ocurrido en aquel medio siglo escaso, un par de cuestiones resultan esenciales. El patriotismo mon¨¢rquico, en primer lugar. La monarqu¨ªa absoluta de Carlos IV y Fernando VII no vivi¨® un ineluctable proceso de debilitamiento, sino que consigui¨® renovarse y reforzarse a trav¨¦s de un patriotismo reaccionario de ra¨ªz realista, eficaz escudo frente a la amenaza revolucionaria for¨¢nea. Tanto en 1793 como en 1808 se foment¨® exitosamente la movilizaci¨®n popular y la identidad entre monarqu¨ªa y pueblo. Incluso la ausencia del rey no iba a conllevar su desaparici¨®n como elemento pol¨ªtico central. El relato de 1814 rezuma populismo. Corresponde el segundo tema a la guerra como factor de politizaci¨®n y de aprendizaje. Las armas supusieron, entre finales del siglo XVIII y principios de la centuria siguiente, la entrada s¨²bita de muchos espa?oles en el territorio de la pol¨ªtica. Las experiencias personales y colectivas no se echaron en saco roto. El abuso de una visi¨®n intelectualizada de la pol¨ªtica y la reducci¨®n de la guerra a lo militar no nos dejan ver en ocasiones la realidad. Pedro R¨²jula nos transmite, en este libro espl¨¦ndido y altamente recomendable, la necesidad de dejar hablar a los tiempos, a un ayer, en fin de cuentas, tan distinto y distante como irrepetible.
Religi¨®n, Rey y Patria
Marcial Pons, 2023
296 p¨¢ginas. 30,40 euros
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