¡®Una mujer furiosa¡¯, leer como se bebe agua envenenada

El tema que abordaba Antonio Fontana en su ¨²ltima novela, Hasta aqu¨ª hemos llegado, era delicado (la vida diaria en una residencia de ancianos), escrib¨ªa servidor en este suplemento. Un tema que exig¨ªa matices y, sobre todo, ausencia absoluta de demagogia. El que aborda ahora en ...

El tema que abordaba Antonio Fontana en su ¨²ltima novela, Hasta aqu¨ª hemos llegado, era delicado (la vida diaria en una residencia de ancianos), escrib¨ªa servidor en este suplemento. Un tema que exig¨ªa matices y, sobre todo, ausencia absoluta de demagogia. El que aborda ahora en Una mujer furiosa tambi¨¦n es delicado, pero adem¨¢s es provocador, y redondeado con una inventiva novelesca digna de un novelista de fuste.

La novela est¨¢ contada en primera persona por el narrador, Santi. Pareciera que ¨¦l es el protagonista, aunque s¨®lo lo es porque es el testigo de todo lo triste e incre¨ªble que leemos de su relato. La obra lleva en su encabezamiento un verso de Chantal Maillard: ¡°Escribo / para que el agua envenenada pueda beberse¡±. Pues bien, el agua envenenada es esta novela. Y Fontana logra que nos la bebamos, como si lo hici¨¦ramos para saciar, durante unos instantes, nuestra sed de excelente literatura.

Santi tiene un padre, una madre y un hermano mayor que ¨¦l. Lo que nos relata sucede cuando ¨¦l tiene 12 a?os. Santi es un ni?o que se mueve tratando de encontrar significado a lo que ve, a lo que le dice su cuerpo, lo que escucha en labios de su madre, lo que le dice su hermano, Fede, que acepta porque en el fondo lo admira. La acci¨®n transcurre entre la ciudad de M¨¢laga y un pueblo. Entre la ciudad y el campo, con todas las derivadas conceptuales que le dio John Berger a esta dicotom¨ªa.

La madre es la mujer furiosa. Furiosa cuando van al pueblo por vacaciones, furiosa en M¨¢laga

El padre es profesor y director de un instituto. Pasa sus ratos en casa leyendo y subrayando libros. Alienado absolutamente en su faena. Tan alienado que parece que viviera solo. Pero esto va pasando factura. La madre es la mujer furiosa. Furiosa cuando van al pueblo por vacaciones, furiosa en M¨¢laga. Curiosamente, la ¨²nica persona que repara en ella, en el pueblo, es un chico deficiente que le confiesa a viva voz que la ama, que es su Julieta, y que un d¨ªa se casar¨¢n.

No todas las preguntas que se hace en su presente Santi sobre su vida a los 12 a?os, entre la ciudad y el campo, tienen respuesta (son los silencios que configuran su presente). Sustancialmente, no la tiene por qu¨¦ su madre huy¨® una noche con su peque?o enamorado.

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