La rentr¨¦e tambi¨¦n es digital

Los tiempos del ocio digital son m¨¢s fluidos, conscientes sin duda de que representan a un fen¨®meno global, sabedores de que el oto?o en Par¨ªs es verano en Argentina y viceversa. Pero en verano se descansa y, con todo, septiembre funciona tambi¨¦n de parteaguas de la temporada del mundo de los videojuegos. En el futuro alguien pasear¨¢ a la orilla del Sena pisando las hojas ca¨ªdas, resguardado en su abrigo negro y bajo un cielo encapotado, preguntando a los buquinistas por cartuchos de la Nintendo 64, ediciones de coleccionista de Play Station One ...

Los tiempos del ocio digital son m¨¢s fluidos, conscientes sin duda de que representan a un fen¨®meno global, sabedores de que el oto?o en Par¨ªs es verano en Argentina y viceversa. Pero en verano se descansa y, con todo, septiembre funciona tambi¨¦n de parteaguas de la temporada del mundo de los videojuegos. En el futuro alguien pasear¨¢ a la orilla del Sena pisando las hojas ca¨ªdas, resguardado en su abrigo negro y bajo un cielo encapotado, preguntando a los buquinistas por cartuchos de la Nintendo 64, ediciones de coleccionista de Play Station One o carcasas especiales de la primera XBox. Ese futuro se materializar¨¢, sin duda, si los a?os venideros del mundo de los videojuegos son tan fruct¨ªferos como este.

Mirar hacia atr¨¢s a lo que ha supuesto este a?o da v¨¦rtigo, pero lo que queda de temporada no le va a la zaga. Despu¨¦s de obras colosales como Tears of the Kingdom, despu¨¦s de Resident Evil 4, despu¨¦s de Hogwarts Legacy o de Diablo IV, pens¨¢bamos que tendr¨ªamos un respiro. Pero en estos meses estivales han impactado en este mundo dos meteoritos llamados Starfield y Baldur`s Gate 3, de los que daremos buena cuenta en este espacio, pero de los que baste decir que, si la aventura espacial Starfield ha supuesto una ligera decepci¨®n para algunos, baldur`s Gate ha sido, sin duda, la sorpresa del a?o. El juego de rol cl¨¢sico, ambientado en un mundo de fantas¨ªa medieval y cuyo sistema de juego se basa en el cl¨¢sico juego de mesa Dragones y Mazmorras, es una experiencia soberbia, con una narrativa que se puede encaramar, por derecho propio, entre las mejores de la d¨¦cada.

No estaba entre los supuestos mejores juegos del a?o y, de repente, compite de t¨² a t¨² con Zelda de cara a los premios gordos. Habr¨¢ que ver el poso que deja, pero su salida en PC hace un mes (en Play Station 5 se produjo la semana pasada) no ha dejado indiferente al mundo digital. Y su influjo apunta a ser mayor que sus ventas o notas: puede ser uno de esos juegos que tuerce el brazo a toda una industria y obliga a todos los dem¨¢s a mejorar para estar a su altura.

Y Starfield y Baldur`s Gate no han venido solos. Este mes queda Lies of P, esa truculenta versi¨®n de Pinocho pasada por el tamiz retorcido y l¨²gubre de la saga Souls. Y el mes que viene llega Assassin¡¯s Creed Mirage, llega Lords of the Fallen, llegan Marvel¡¯s Spider-Man 2 o Super Mario Bros. Wonder. Y a finales de mes caer¨¢ el largamente esperado Alan Wake 2. Y eso solo si hablamos de octubre. En noviembre, por ejemplo, llegar¨¢ Call of Duty: Modern Warfare 3. En el fondo son pinceladas, porque habr¨¢ much¨ªsimos m¨¢s para apuntalar una idea que hay que dejar bien clara: estos aqu¨ª citados son pu?ado de t¨ªtulos que cualquier otro a?o copar¨ªan las portadas durante un trimestre pero que, en este extraordinario 2023, deben darse codazos para conseguir su espacio en las bibliotecas de los jugadores (y no digamos ya su porci¨®n del pastel medi¨¢tico). Ese es, en realidad, el gran drama de un a?o como este que estamos viviendo: que Lords of the Fallen (por poner un ejemplo un poco m¨¢s modesto que los titanes que se vienen) no colme las expectativas de ventas porque, sencillamente, la gente no se enterar¨¢ lo suficiente de que un juego as¨ª ha salido.

Y por si fuera poco, seguro que hay sorpresas. Seguro que hay un indie agazapado, esperando su momento. Una noticia de las grandes, alg¨²n anuncio de alg¨²n juego largamente esperado. Algo pasar¨¢, seguro, que termine de redondear este 2023, un a?o que no olvidaremos y que se ha empe?ado en no dejarnos ni leer ni ir al cine ni hacer nada que no sea estar con el mando entre las manos.

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