Juan Giralt: pintar sin pasar a limpio
El MARCO de Vigo dedica al artista su mayor exposici¨®n hasta la fecha, centrada en sus a?os de plenitud pict¨®rica reacia a lo solemne
A la entrada de las salas principales de esta magna retrospectiva de la pintura de Juan Giralt, los comisarios Marcos Giralt Torrente y Miguel Fern¨¢ndez-Cid han colocado una vitrina con documentaci¨®n y material tra¨ªdo de su estudio. Merece la pena fijarse bien en la sutil invitaci¨®n que representa, porque da pistas muy interesantes sobre su m¨¦todo de trabajo, que es tambi¨¦n su forma org¨¢nica de entender la pintura: son 12 fotograf¨ªas que docum...
A la entrada de las salas principales de esta magna retrospectiva de la pintura de Juan Giralt, los comisarios Marcos Giralt Torrente y Miguel Fern¨¢ndez-Cid han colocado una vitrina con documentaci¨®n y material tra¨ªdo de su estudio. Merece la pena fijarse bien en la sutil invitaci¨®n que representa, porque da pistas muy interesantes sobre su m¨¦todo de trabajo, que es tambi¨¦n su forma org¨¢nica de entender la pintura: son 12 fotograf¨ªas que documentan las fases por las que pas¨® el cuadro ?rbol (1998) antes de decidirse a exponerlo.
Cada una de ellas podr¨ªa ser en s¨ª misma una obra aut¨®noma en la que Giralt a?ade, contradice, yuxtapone y matiza el vocabulario y la sintaxis tan reconocibles de su etapa de plena madurez a partir de los noventa: planos de color suntuoso, trazos y arabescos de estirpe matissiana, peque?os papiers coll¨¦s como gui?os ir¨®nicos y graf¨ªas (la propia palabra ¡°¨¢rbol¡±) desafiantes en su redundancia, que invitan a pensar sobre los l¨ªmites entre lo gestual y lo conceptual y sobre lo arbitrario de la l¨ªnea divisoria sacrosanta y a menudo comodona entre pintura ¡°abstracta¡± y ¡°figurativa¡±, que tan poco le gustaba.
Lo dice ¨¦l mismo en una de las notas de sus cuadernos que se reproducen en los textos que acompa?an el dossier de esta exposici¨®n: ¡°Me disgustan los cuadros pasados a limpio¡±. Ver las fotos de los cuadros que esconde el cuadro que cuelga en la sala es un ejercicio mental a lo Dorian Gray que permite entender que, aunque sensible a los contrapuntos y ritornelos visuales y casi musicales, Giralt nunca pint¨® por series porque de alguna forma cada cuadro es en s¨ª mismo una serie: la obra que el pintor se anima a mostrar es una proposici¨®n, un instante detenido en el flujo creativo, una sugerencia de sus posibilidades expansivas y compositivas, un juego en el que el espectador es invitado y participante activo. Su pintura primero se disfruta de un golpe de ojo y luego se descifra por pasos sucesivos, guiados por las flechas de ideas y contrapuntos.
Durante los ¨²ltimos a?os de su vida, en los primeros dos mil, Giralt empalm¨® tres magn¨ªficas exposiciones en la galer¨ªa Mach¨®n de Madrid, que algunos alcanzamos a ver a¨²n en nuestra veintena. Despu¨¦s, en 2015, Carmen Gim¨¦nez y Manuel Borja-Villel montaron en el Reina Sof¨ªa una exposici¨®n memorable centrada en su ¡°¨²ltima manera¡±, y en 2021 pudo verse de nuevo una extensa selecci¨®n en la galer¨ªa Cay¨®n, tambi¨¦n en Madrid.
Es prueba de su potencia creativa durante esos a?os que s¨®lo uno de los cuadros del Reina reaparezca ahora en las salas del MARCO de Vigo. Los comisarios vuelven a centrarse en esa etapa de plenitud, con grandes y peque?os formatos, en las salas principales, que van desde finales de los ochenta hasta 2006, un a?o antes de su muerte. Con casi cien obras, el recorrido es ahora m¨¢s org¨¢nico y permite m¨¢s matices que en el Reina, y el relato m¨¢s rico y m¨¢s complejo se complementa con una sala preliminar en la que se muestran sus trabajos de los sesenta, setenta y ochenta, donde muestra su precocidad y la sofisticaci¨®n de una mirada omn¨ªvora alimentada con estancias en otras capitales europeas, en Nueva York o Brasil, en una ¨¦poca en que no era tan f¨¢cil informarse y formarse en las corrientes dominantes del circuito internacional.
Al contrario que otros pintores, que llegan al final de su trayectoria reciclando recetas y cayendo en tics del trabajo de juventud, Giralt despleg¨® todo su arsenal en esa fase ¨²ltima: sobre grandes lienzos o papeles se suceden composiciones en que la riqueza crom¨¢tica y sensual responden tambi¨¦n a una coloratura emocional y biogr¨¢fica y al enfriamiento voluntario y cerebral de un pintor que huy¨® siempre de la facilidad y la tentaci¨®n decorativa y no dej¨® de buscar nuevos caminos. En ese sentido, resultan reveladoras ¡ªy conmueven¡ª sus dos ¨²ltimas pinturas, Barbate Blues (2005) y Kiki (2005-2006), donde se abre paso una nueva forma de concebir el lienzo, las relaciones entre fondo y figura y los reequilibrios compositivos.
Son cuadros que dan un final abierto al relato y que confirman hasta que punto su pintura permanece permeable e interpela directamente a pintores mucho m¨¢s j¨®venes. No es justo, del todo, hablar de su ¡°recuperaci¨®n¡±, ni tampoco es que su obra ¡°envejezca¡± bien: es que su mezcla personal¨ªsima de rigor y sensualidad, de pasi¨®n por el oficio e iron¨ªa l¨²dica y antisolemne en su pr¨¢ctica, supo intuir y abrir muchos de los caminos por los que se puede a¨²n hoy seguir pintando.
¡®Juan Giralt¡¯. MARCO. Vigo. Hasta el 25 de febrero de 2024.
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