Jeanette Winterson deconstruye la posibilidad de vivir con un fantasma
Los irregulares cuentos de ¡®D¨ªas de fantasmas¡¯, que no se encuentran a la altura de las mejores novelas de la autora, ahondan y actualizan el g¨¦nero fant¨¢stico desde la oposici¨®n entre la ausencia y la presencia de materia
Como dijo Leo Spitzer: ¡°Leer es haber le¨ªdo¡±. Es decir, mientras estamos leyendo establecemos relaciones con otros textos recordados, tergiversaciones, versiones y digestiones de otras obras. De esos solapamientos, a menudo torticeros, surge la interpretaci¨®n. Leer es haber le¨ªdo y, en el caso de las letraheridas, tambi¨¦n es haber vivido leyendo. He le¨ªdo muchas historias de fantasmas y tambi¨¦n much¨ªsima literatura sobre el cuerpo, y he llegado a la conclusi¨®n de que las dos modalidades se superponen porque, al fin y al cabo, indagan en la ausencia y la presencia de materia. En la desaparici¨®n...
Como dijo Leo Spitzer: ¡°Leer es haber le¨ªdo¡±. Es decir, mientras estamos leyendo establecemos relaciones con otros textos recordados, tergiversaciones, versiones y digestiones de otras obras. De esos solapamientos, a menudo torticeros, surge la interpretaci¨®n. Leer es haber le¨ªdo y, en el caso de las letraheridas, tambi¨¦n es haber vivido leyendo. He le¨ªdo muchas historias de fantasmas y tambi¨¦n much¨ªsima literatura sobre el cuerpo, y he llegado a la conclusi¨®n de que las dos modalidades se superponen porque, al fin y al cabo, indagan en la ausencia y la presencia de materia. En la desaparici¨®n, el duelo, la violencia y los placeres que borran o atraviesan la carne. Yo hab¨ªa le¨ªdo a Jeanette Winterson como escritora del cuerpo: sus maravillosos libros Fruta prohibida y Escrito en el cuerpo, del que llevo tatuada en mi piel con tinta subcut¨¢nea una frase: ¡°Escrito en el cuerpo hay un c¨®digo secreto¡¡±.
As¨ª que leo estos relatos con alt¨ªsimas expectativas: lo que s¨¦ de Winterson y lo que espero de ella se funden con mi regodeo en el g¨¦nero de fantasmas. Activo estos dos conocimientos previos y, si bien al principio me siento un poco decepcionada porque el sentido del humor de estos relatos no est¨¢ a la altura del perfil incisivo de la autora y el repaso de las nuevas tecnolog¨ªas en clave fantasmag¨®rica ya empieza a ser un tema convencional y desde luego muy bien recreado en series como Black Mirror ¡ªla posibilidad de crear un fantasma para aliviar el duelo rastreando la huella digital de los difuntos, el reencuentro en el metaverso, la realidad de lo virtual¡ª, despu¨¦s, me encuentro con otros cuentos que ahondan y actualizan el g¨¦nero fant¨¢stico desde la oposici¨®n ausencia / presencia a la que ya he hecho alusi¨®n, as¨ª como desde algunas otras: cuerpo / memoria; visible / invisible; ciencia / superstici¨®n; realidad / ficciones¡ Winterson entra y sale de la difusa frontera que separa estos t¨¦rminos, y en ese tr¨¢nsito nacen preguntas a partir de un elemento ineludible en su biograf¨ªa: la religi¨®n cristiana en la que fue educada.
Eso, para m¨ª, hace de la lectura de este libro una experiencia interesante, porque Winterson, que se rebela contra los aprendizajes tristes del dogma y del fanatismo, es a la vez sensible a una supuesta vida inmaterial que justifica a trav¨¦s de un conocimiento cient¨ªfico del que a¨²n no disponemos. En esa interiorizaci¨®n de una educaci¨®n religiosa que forma parte de nuestro metabolismo, y en la simultanea rebeld¨ªa frente a ella que nos hace apelar a los saberes cient¨ªficos y a la confianza en el progreso, Winterson sintoniza con nuestros deseos humanos: convivir con el fantasma de un ser querido, conversar con ¨¦l ser¨ªa una vivencia posible, m¨¢s all¨¢ del ilusionismo y el trampantojo de ciertas aplicaciones, cuando la ciencia desarrolle una tecnolog¨ªa para ver lo que todav¨ªa es invisible al ojo. El concepto de realidad se ensancha y la hip¨®tesis del relato como resurrecci¨®n se convierte en un camino po¨¦tico en el fondo bien arraigado en las profundidades de la literatura fant¨¢stica. Los cuentos autobiogr¨¢ficos de Winterson ¡ªvan numerados, llevan la marca J.W.¡ª son los mejores de la colecci¨®n. ¡®La puerta¡¯, una pieza literaria casi muse¨ªstica en su clasicismo, pero modernizada gracias a una visi¨®n contempor¨¢nea de la sexualidad, har¨¢ las delicias de quienes amamos el g¨®tico literario. Tambi¨¦n es preciosa la historia de Simon y William, dividida en dos relatos sucesivos . Sin embargo, no puedo dejar de pensar que quiz¨¢ estas narraciones resulten m¨¢s cautivadoras para alguien que no haya le¨ªdo mucha literatura fant¨¢stica o no se haya sentido salvajemente concernida por la tremenda Winterson del amor y de la carne. Porque leer es haber le¨ªdo.
D¨ªas de fantasmas?
Traducci¨®n de Laura Mart¨ªn de Dios
Lumen, 2023
304 p¨¢ginas. 19,85 euros
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