¡®Las claves del Vuelo 605¡ä: bienvenido, M¨ªster ?lvarez

Uno de los mitos fundacionales del rock espa?ol conecta su aparici¨®n con las bases militares estadounidenses: se asegura que la ¡°m¨²sica moderna¡± se col¨® gracias a las emisoras de la AFN (American Forces Network) de Rota, Mor¨®n, Torrej¨®n y Zaragoza. Hmmm¡­. un buen argumento para la teor¨ªa de la cocacolonizaci¨®n del pa¨ªs o incluso como ejemplo del soft power imperial.

Pero hay dudas. Sin menospreciar la capacidad de irradiaci¨®n cultural de las bases, siempre a escala informal, sus radios ten¨ªan pocos oye...

Uno de los mitos fundacionales del rock espa?ol conecta su aparici¨®n con las bases militares estadounidenses: se asegura que la ¡°m¨²sica moderna¡± se col¨® gracias a las emisoras de la AFN (American Forces Network) de Rota, Mor¨®n, Torrej¨®n y Zaragoza. Hmmm¡­. un buen argumento para la teor¨ªa de la cocacolonizaci¨®n del pa¨ªs o incluso como ejemplo del soft power imperial.

Pero hay dudas. Sin menospreciar la capacidad de irradiaci¨®n cultural de las bases, siempre a escala informal, sus radios ten¨ªan pocos oyentes espa?oles: su alcance era limitado y emit¨ªan en frecuencia modulada cuando aqu¨ª apenas hab¨ªa receptores adecuados. No: si investigamos la irrupci¨®n de las m¨²sicas Made in USA, surge la figura de ?ngel ?lvarez (1917-2004).

?lvarez ya era cuarent¨®n cuando, en 1960, estren¨® Caravana Musical en La Voz de Madrid. Caus¨® un formidable impacto por su voz amable y cercana, aparte del uso de discos in¨¦ditos. Como radionavegante de Iberia, volaba regularmente a Nueva York y all¨ª consegu¨ªa m¨²sicas que no se publicaban en Espa?a (ya establecido como locutor, visitaba los departamentos de promoci¨®n de las disqueras neoyorquinas). No depend¨ªa de las compa?¨ªas espa?olas, como anteriores presentadores de prestigio tipo Ra¨²l Matas o Pepe Palau.

Tal como era habitual en los programas musicales de ¨¦xito, Caravana Musical gener¨® un club de entusiastas que agradec¨ªan la identificaci¨®n de aquel se?or templado con ¡°la juventud¡±. Los caravaneros se citaban en la sede del club, un despachito de la calle Mayor madrile?a: desde all¨ª se distribu¨ªan boletines y se convocaba a matinales dominicales en el auditorio de la emisora.

Lo que naci¨® como hobby, se convirti¨® en una carrera: ?lvarez fue saltando a Radio Peninsular, Radio Nacional de Espa?a y la SER. Su programa m¨¢s duradero se llam¨® Vuelo 605, que se benefici¨® del patrocinio de El Corte Ingl¨¦s: su presidente, Ram¨®n Areces, conoci¨® al aviador musiquero mientras viajaba a Nueva York y por la cosa del paisanaje ¡ªambos eran asturianos¡ª llegaron a un entendimiento. Los grandes almacenes tambi¨¦n distribu¨ªan semanalmente unas hojitas con informaci¨®n caravanera, a pesar de que muchos discos all¨ª mencionados no se vend¨ªan en Espa?a.

Desdichadamente, no se conservan muchos programas de ?ngel ?lvarez. Su propia vida resulta brumosa: el periodista ?lvaro Feito le propuso escribir su biograf¨ªa pero la idea no prosper¨®. Se agradece que otro caravanero, el economista Javier Lod¨ªn, est¨¦ explorando aquellas an¨®malas aventuras radiof¨®nicas. Tras su indispensable M¨²sica y leyenda (2020), publica ahora Las claves del Vuelo 605, enfocando al hombre en la sombra: el guionista Carlos Dom¨ªnguez, alias Charlie.

Contiene otros elementos valiosos, como la entrevista con Rafael Revert, caravanero que abandon¨® el redil para establecer en Espa?a la radiof¨®rmula, que ?lvarez deploraba. Sin embargo, las presentaciones de la primera Caravana eran igualmente lac¨®nicas; fueron los textos de Charlie los que a?adieron informaci¨®n y cierto aliento po¨¦tico.

Lod¨ªn analiza los contenidos de unos 150 programas, b¨¢sicamente de Vuelo 605 y de los a?os noventa. Extrapolando, podemos establecer los ingredientes de ?lvarez. Pop estadounidense, claro, con cari?o especial al country (que ?ngel inicialmente presentaba como ¡°m¨²sica campesina¡±, por su af¨¢n de traducir t¨ªtulos y conceptos). Con los Beatles, se abri¨® al pop brit¨¢nico. Sumen dosis homeop¨¢ticas de m¨²sica francesa, italiana, brasile?a y espa?ola (Serrat, Cecilia, Miguel R¨ªos). Sin olvidar la devoci¨®n por las orquestas de Percy Faith, Bert Kaempfert, Ray Conniff o Glenn Miller. Sobre este ¨²ltimo, hallamos un caso raro de desviaci¨®n de la historia oficial: se insin¨²a la versi¨®n alternativa de su fallecimiento en 1944, que le sit¨²a en un burdel parisiense. Y lo entiendo: resulta m¨¢s sugerente que imaginarle v¨ªctima de una imprudencia mientras volaba sobre el Canal de la Mancha.

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