Lo nuevo de Bad Gyal, The Smile, Kali Uchis y otros discos del mes
Los cr¨ªticos musicales de ¡®Babelia¡¯ seleccionan los ¨¢lbumes m¨¢s destacados de las ¨²ltimas semanas
Bad Gyal nunca aburre
Por Xavi Sancho
Bad Gyal?
Universal
Si, en la literatura, el c¨®mo es muchas veces m¨¢s interesante que el qu¨¦, en el pop casi todo tiene que ver con el cu¨¢ndo. La carrera de Bad Gyal es un tour de force que arranc¨® hace unos ocho a?os en pos de sincronizarse con los tiempos de la industria y del p¨²blico. Como sucede con cualquier artista que valga la pena, sus primeros a?os fueron desacompasados en este particular. Alba Farelo i Sol¨¦ iba demasiado r¨¢pido o en direcciones un tanto opuestas a las tomadas por audiencias, ejecutivos y algoritmos. Poco a poco, logr¨® hacerse un sitio. En parte, porque algunos de sus coet¨¢neos se fueron a pescar a mares lejanos en los que a ella no se le hab¨ªa perdido absolutamente nada y, en parte, tambi¨¦n porque la pr¨¢ctica lleva a la perfecci¨®n y a principios de esta d¨¦cada Bad Gyal era casi perfecta siendo Bad Gyal.
Ahora lanza su disco de debut propiamente dicho, m¨¢s all¨¢ de decenas de sencillos y varias mixtapes con las que logr¨® pasar de ser ese tipo de artista del que todos conocen el nombre y casi ninguno las canciones, a sincronizar su fama con sus rimas. Y si hasta hace poco la pregunta era cu¨¢ndo sale el ¨¢lbum de Bad Gyal, ahora mismo, y despu¨¦s de escucharlo, lo que resulta m¨¢s complicado de responder es por qu¨¦ ha salido un disco de Bad Gyal. Solo si Neil Young se hace un tiktok tendr¨¢ todo sentido otra vez. No es que la catalana no tenga derecho a tener su ¨¢lbum, es que no le hace ninguna falta.
La joia no es para nada un mal disco. Todo lo contrario. Contiene un considerable n¨²mero de temas solventados con tremendo ¨¦xito, pero no es un ¨¢lbum, es otra cosa. M¨¢s bien se trata de una playlist algo descacharrada que contiene un 50% de temas ya conocidos, una producci¨®n que tiende a ablandarse m¨¢s de lo deseado, una vocaci¨®n popular desmedida y, sobre todo, no sabe rellenar los huecos que deja, porque si algo define la aproximaci¨®n a la m¨²sica de artistas como Bad Gyal es la incapacidad para aburrir y aburrirse. Nadie dice tantas veces la palabra culo si no tiene la intenci¨®n de mantenerse despierto hasta que salga el sol.
Entre lo ya saboreado anteriormente, un ¡®Chulo pt.2¡ä junto a Tokischa y Young Miko, que es puro fueguito, el ¡®Real G¡¯ con Quevedo o ese ¡®Sexy¡¯, petardazo con un Fakeguido al mando y en estado de gracia que lleva reventando pistas desde mediados del pasado a?o. De lo nuevo, ¡®As¨ª soy¡¯, junto a Morad, suena un poco a oportunidad perdida, y ¡®Mi lova¡¯, con Myke Towers, es tan inane como ¨¦l. En cambio, la aparici¨®n de El Guincho y Anitta en ¡®Bota ni?a¡¯ es tropicalismo y perreo de primera divisi¨®n. Triunfa tambi¨¦n ese momento dancehall que desde su visita a Jamaica en 2018 es ineludible en la idiosincrasia de la catalana, uno de sus principales hechos diferenciales. Grabado junto a Tommy Lee Sparta, justifica casi solo la existencia de este artefacto con alma de playlist y cuerpo de ¨¢lbum que es muy probable que termine vendiendo miles de copias en vinilo. Y, qui¨¦n sabe, igual en un lustro miramos atr¨¢s y encontramos en ¨¦l un sentido que ahora no hallamos o no nos atrevemos a verbalizar, como, as¨ª de primeras, que es el testamento de una era. Por decir algo.
Vida despu¨¦s de Radiohead
Por I?igo L¨®pez Palacios
The Smile?
XL Recordings / Popstock!
Hace menos de dos a?os, al debut de The Smile, el tr¨ªo pand¨¦mico compuesto por Jonny Greenwood y Thom Yorke con el bater¨ªa Tom Skinner, se le puso como pega que parec¨ªa un ¨¢lbum menor de Radiohead. Otro de esos entretenimientos a los que los miembros de la banda nos tienen acostumbrados durante los parones de su grupo principal. Pero este silencio est¨¢ siendo extremadamente largo. En mayo se cumplir¨¢n ocho a?os de la publicaci¨®n A Moon Shaped Pool, aunque hay que tener en cuenta los dos a?os de la covid. Ya entonces se especul¨® con que ese disco era una despedida. Nos lo cre¨ªmos lo justo; los discos de Radiohead siempre han sido sobreanalizados en la b¨²squeda de claves casi gn¨®sticas. Ahora no parece tan descabellado que fuera un adi¨®s. De momento, cabe a?adir otra pieza a esa teor¨ªa: The Smile ha desarrollado su propia personalidad. No es que de repente sean un grupo distinto, sino que han evolucionado. Tras las giras desde 2022, parecen encajar muy bien y creerse lo que est¨¢n haciendo sin sentirse obligados a complacer viejas deudas.
Grabado en Abbey Road, ya no les produce Nigel Godrich, el sexto Radiohead, sino Sam Petts-Davies, ingeniero del quinteto desde 2015 y productor de la banda sonora de Suspiria que firm¨® Yorke. Wall of Eyes es un trabajo precioso, lleno de groove y golosinas como la flauta de ¡®Teleharmonic¡¯ o las cuerdas de ¡®Bending Hectic¡¯. Liberados de la pesada carga del pasado, han hecho un ¨¢lbum que no corre grandes riesgos formales, pero que entrega melod¨ªas deliciosas, posiblemente de las mejores que han escrito en una d¨¦cada. Hac¨ªa tiempo que Yorke no cantaba de una forma tan natural, Greenwood est¨¢ brillante, y Skinner, especialmente suelto en su sensibilidad jazz¨ªstica. No faltan momentos de desfase guitarrero que remiten al kraut setentero, intensidad, oscuridad y esas letras de aprendiz de J. G. Ballard habituales en Yorke. Es un disco que se mueve entre la luz y la tiniebla con naturalidad. Y como con estos chicos nunca se sabe si esto tiene fecha de caducidad, lo mejor es disfrutar de The Smile mientras sigan por aqu¨ª.
El esp¨ªritu combativo de Sleater-Kinney
Por Laura Fern¨¢ndez
Sleater-Kinney?
Loma Vista / Music As Usual
Nadie ha conservado como Sleater-Kinney el esp¨ªritu combativo de su riot grrrlismo inicial, un punk rock que, en este und¨¦cimo ¨¢lbum de estudio, se muestra sofisticadamente evolucionado y a la vez pur¨ªsimo ¡ªatentos a canciones como ¡®Needlessly Wild¡¯ o a la m¨¢s expansiva y brillante ¡®Hunt You Down¡¯¡ª. No, ya no est¨¢n todas ¡ªel tr¨ªo que formaron Corin Tucker, Carrie Brownstein y Janet Weiss en un 1994 muy poco feminista es, desde 2019, un d¨²o: la tercera lo dej¨®¡ª, pero, de alguna forma, mantienen intacto, est¨¦tica y pl¨¢sticamente, un rock que nada quiere saber del paso del tiempo ¡ª'Hell¡¯ es el mejor ejemplo¡ª y que, cuando lo hace, es para volverse acertadamente musculoso y ¨¦pico, como en ¡®Untidy Creature¡¯.
La cadencia castellana de Kali Uchis
Por Beatriz G. Aranda
Kali Uchis?
Geffen / Universal
¡®Igual que un ¨¢ngel¡¯ podr¨ªa ser el tema m¨¢s importante de Kali Uchis. ¡®Telepat¨ªa¡¯, con m¨¢s de mil millones de reproducciones en Spotify, fue el sencillo que la lanz¨® al estrellato en 2020, pero esta nueva colaboraci¨®n con Peso Pluma ejemplifica a la perfecci¨®n el actual contexto del pop latino: mantiene el pulso de la tradici¨®n y la mezcla con R&B y trap, utilizando la cadencia del castellano como elemento sonoro distinguible. El resto del disco profundiza en esa misma f¨®rmula: grooves poderosos, ritmos de cumbia y reguet¨®n, e invitados como Rauw Alejandro y Karol G. Orqu¨ªdeas, que lleva el nombre de la flor nacional de Colombia (el pa¨ªs del que procede su padre), solo flaquea en la narrativa, con mensajes de amor y seducci¨®n un tanto planos.
La expectaci¨®n m¨¢xima de Brittney Spencer
Por Fernando Neira
Brittney Spencer?
Elektra / Warner
Aireada desde hace a?os como estrella refulgente del nuevo country-pop, Brittney Spencer firma un ¨¢lbum de debut que llega tras un ¨²nico EP y una ristra no muy extensa de singles diseminados por el calendario. La expectaci¨®n es m¨¢xima, y su vozarr¨®n, irrefutable. El artefacto, surgido de la factor¨ªa del productor Daniel Tashian (Kacey Musgraves), parece dise?ado al mil¨ªmetro para abrumar al gran p¨²blico, pero el resultado deja margen para la disidencia. Canciones tan impolutas como sin enjundia, de las que se ven venir desde los primeros segundos. Historias de superaci¨®n que alimentan las biograf¨ªas, pero no bastan para ara?ar. Baladones de escuadra y cartab¨®n (¡®Bigger Than the Song¡¯) y aires a la primera Taylor Swift. Arrasar¨¢.
La guitarra para pensar de Dani de Mor¨®n
Por Silvia Cruz Lape?a
Dani de Mor¨®n?
Autoeditado
Para entender al otro, no tiene ni por qu¨¦ estar. Algo as¨ª dice Dani de Mor¨®n con Empat¨ªa, donde hace el ejercicio de acompa?ar con su guitarra a un cantaor o cantaora imaginario. De esa forma, ofrece, como ya hizo en Creer para ver (2020), distintos niveles de interpretaci¨®n y escucha. Porque aunque es cierto que su habilidad compositiva y su toque empujan a pensar m¨¢s que a bailar, este disco tambi¨¦n gustar¨¢ a quien no busca honduras: es bello, sin m¨¢s. Tambi¨¦n cuenta, de nuevo, con la exquisita percusi¨®n de Agust¨ªn Diassera, cuya presencia y peso en Empat¨ªa impiden referirse a ¨¦l como acompa?ante. Otra prueba de c¨®mo entiende la m¨²sica el de Mor¨®n: como un todo en el que nada, ni m¨²sicos, ni notas ni flamenco, est¨¢ puesto al azar.
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