¡®El rey que fue¡¯: Ramon Fontser¨¦, la m¨¢scara de Juan Carlos I
Els Joglars tienden a perderse en palabras en un espect¨¢culo donde lo mejor es la composici¨®n que su capoc¨®mico hace del ex Jefe del Estado espa?ol
A Els Joglars en esta ocasi¨®n no les han hecho hueco en los teatros madrile?os de gesti¨®n p¨²blica. Para estrenar El rey que fue en la capital, la compa?¨ªa comandada por Ramon Fontser¨¦ ha tenido que llamar a las puertas de la empresa privada, igual que cuando satiriz¨® a Jordi Pujol con Ub¨² president, 25 a?os atr¨¢s. En su nuevo montaje, los espectadores se tronchan nada m¨¢s irrumpir el monarca honor¨ªfico en escena: Ramon Fontser¨¦, su int¨¦r...
A Els Joglars en esta ocasi¨®n no les han hecho hueco en los teatros madrile?os de gesti¨®n p¨²blica. Para estrenar El rey que fue en la capital, la compa?¨ªa comandada por Ramon Fontser¨¦ ha tenido que llamar a las puertas de la empresa privada, igual que cuando satiriz¨® a Jordi Pujol con Ub¨² president, 25 a?os atr¨¢s. En su nuevo montaje, los espectadores se tronchan nada m¨¢s irrumpir el monarca honor¨ªfico en escena: Ramon Fontser¨¦, su int¨¦rprete, no ha tenido tiempo de pesta?ear cuando el p¨²blico ya est¨¢ celebrando su actuaci¨®n. La figura regia, anta?o idealizada, desata hoy una risa emancipadora sin haber dicho a¨²n esta boca es m¨ªa. La composici¨®n que el capoc¨®mico catal¨¢n hace del ex jefe del Estado es exacta: podr¨ªa ser su doble.
La funci¨®n est¨¢ mejor arropada en el recoleto escenario del Teatro Infanta Isabel de Madrid que en el del cicl¨®peo Palacio de Congresos de Toledo, donde la vi primero. Unos pocos cabos y una tarima le bastan a Els Joglars para recrear la cubierta de la goleta Superbot¨ªn, atracada en el Golfo P¨¦rsico. La entrada silenciosa de Juan Carlos I crea un clima que nos devuelve a los tiempos en los que Albert Boadella y sus actores dibujaban con tiral¨ªneas escenas mudas desopilantes, pero cuando el em¨¦rito se pone al tel¨¦fono se rompe el hechizo. Pronto el espect¨¢culo se pierde en palabras. Boadella y Fontser¨¦ entrelazan una retah¨ªla de frases del rey honor¨ªfico descontextualizadas, desde la c¨¦lebre ¡°?por qu¨¦ no te callas?¡± que le espet¨® a Ch¨¢vez hasta la tan socorrida ¡°lo siento mucho¡±, con la cual, pillado en una conducta indecorosa, eludi¨® presentar disculpas sinceras al pueblo espa?ol.
El rey que fue es una parodia amable, no una s¨¢tira, pues no llega a ser mordaz ni incisiva, como s¨ª lo eran Ub¨² president, caricatura copiosa de Jordi Pujol, y Columbi lapsus, especulaci¨®n sobre las extra?as circunstancias que rodearon el desenlace luctuoso del breve papado de Juan Pablo I. Els Joglars no especulan en momento alguno sobre el papel que jug¨® el soberano durante el 23-F, para no ponerse en un compromiso. Boadella, director del montaje, trata al em¨¦rito con simpat¨ªa, porque ha mantenido con ¨¦l cierta amistad: su espect¨¢culo se?ala alguno de sus vicios, pero les quita hierro.
La escasa peripecia con la que transcurre la funci¨®n es una excusa para calzar citas y chistes trillados. En varias escenas, el protagonista se encuentra con un trasunto de Laurence Debray, su hagi¨®grafa, encarnada por Pilar S¨¢enz. Fontser¨¦ y ella fraguan los momentos mejores del espect¨¢culo. Las intervenciones ripiosas de un buf¨®n (remedo del de El rey Lear) resultan manifiestamente mejorables. No obstante, la mayor¨ªa del p¨²blico asiste entregado: casi todo le hace gracia. A Juan Carlos le basta mencionar a ¡°la Sofi¡± o a Letizia para arrancar ramilletes de risas francas. Igual que en Paella, comedia de David Fern¨¢ndez (en el Teatro Alfil, solo el 14 de abril), en el transcurso de esta se cocina un arroz a la valenciana y huele que alimenta.
¡®El rey que fue¡¯. Texto: Albert Boadella, Ramon Fontser¨¦. Direcci¨®n: A. Boadella. Madrid. Teatro Infanta Isabel, hasta el 31 de marzo. Gira: Castrill¨®n, Aranda de Duero, Segovia, Ponferrada, Le¨®n, Palencia, Miranda de Ebro, Medina del Campo, Puerto de Santa Mar¨ªa, M¨¢laga¡
Puedes seguir a Babelia en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.