¡®Sonata cartesiana y otros relatos¡¯, de William H. Gass: los dilemas morales de la cultura estadounidense
El nuevo volumen re¨²ne cuatro historias en las que el ya cl¨¢sico escritor posmoderno reivindica la naturaleza principalmente estil¨ªstica de la literatura y defiende que el estilo es indistinguible del fondo, sin olvidar un humor bastante burro y el ritmo casi hipn¨®tico de su escritura
En 1998, los posmodernos americanos todav¨ªa eran modernos, quiz¨¢ ya por los pelos, y el entonces septuagenario William H. Gass (uno de ellos, a su pesar) publicaba un volumen con las cuatro novellas que ahora La Navaja Suiza pone por primera vez a disposici¨®n del lector en lengua castellana gracias al traductor Ce Santiago. Un cuarto de siglo m¨¢s tarde, la generaci¨®n de Gass se ha visto desplazada al estatus de lo cl¨¢sico, y quienes nos formamos en sus premisas est¨¦ticas har¨ªamos...
En 1998, los posmodernos americanos todav¨ªa eran modernos, quiz¨¢ ya por los pelos, y el entonces septuagenario William H. Gass (uno de ellos, a su pesar) publicaba un volumen con las cuatro novellas que ahora La Navaja Suiza pone por primera vez a disposici¨®n del lector en lengua castellana gracias al traductor Ce Santiago. Un cuarto de siglo m¨¢s tarde, la generaci¨®n de Gass se ha visto desplazada al estatus de lo cl¨¢sico, y quienes nos formamos en sus premisas est¨¦ticas har¨ªamos bien en preguntarnos c¨®mo se relacionan aquellos libros con el panorama de 2024 y cu¨¢l es la vigencia de un texto como Sonata cartesiana y otros relatos.
O, al menos, estos fueron los objetivos que me impuse como rese?ista antes de empezar a leer este t¨ªtulo de Gass, el cuarto en el cat¨¢logo de sus editores espa?oles. Luego, en cuanto me puse a ello, sucedi¨® lo inevitable: a medida que avanzaba a trav¨¦s del fraseo, siempre complejo y preciso del autor, la diversi¨®n y los desaf¨ªos eran tantos que, la verdad, no se me ocurr¨ªa ning¨²n argumento a su favor m¨¢s valioso que el puro entusiasmo.
Y es que a prop¨®sito de Gass se pueden explicar muchas teor¨ªas muy imponentes, puesto que su obra tiene un gran arraigo en la filosof¨ªa, pero arrinconarlo en la esquina de los narradores intelectuales nos har¨ªa olvidar el humor bastante burro que se gasta el t¨ªo, la fascinaci¨®n que produce su gusto por el detallismo (Gass consideraba que yuxtaponer objetos es un gesto metaf¨®rico, y utiliza esa estrategia a menudo), o la eficacia hipn¨®tica del ritmo que imprime. Por cierto, que Ce Santiago (segunda vez que cito al traductor, ?y no ser¨¢ la ¨²ltima!) nos recordaba en otro lugar que, para Gass, ¡°la adoraci¨®n del ritmo ha de ser pagana y polite¨ªsta¡±. Es decir, m¨²ltiple.
M¨²ltiples son los recursos convocados en estas cuatro historias, protagonizadas por una joven lectora de Elisabeth Bishop, un tipo obsesionado con la ejecuci¨®n de venganzas secretas y perfectas, un coleccionista especializado en maquillar las cuentas de empresas fallidas, y una mujer clarividente. Bueno, m¨¢s o menos. Porque, en el fondo, cada uno de estos relatos sirve a Gass para establecer modelos simb¨®licos en torno al lenguaje y su relaci¨®n con lo real, o, si se prefiere, su potencial independencia respecto de lo real. Lo que le importa, en ¨²ltimo t¨¦rmino, es el proceso de escritura, la posibilidad de escribir sobre algo, sobre cualquier cosa. En ¡®Sonata cartesiana¡¯, novela breve que da t¨ªtulo al conjunto, Gass juega a confesar sus preocupaciones de autor e identificarlas con las de un Dios; pero tampoco se lo crean mucho, es solo lenguaje, una vez m¨¢s. Tambi¨¦n hay mucho (y nada) de confesional en ¡®El maestro de las venganzas¡¯, no en vano Gass declar¨® en 1976 que vengarse era una de sus razones para escribir: ¡°Quiero subir tan alto que cuando cague salpique a todo el mundo¡±, dice un personaje de En el coraz¨®n del coraz¨®n del pa¨ªs (La Navaja Suiza, 2017).
Pero intentar¨¦ cerrar cumpliendo con mis intenciones iniciales: ?por qu¨¦ leer a William H. Gass hoy? Para disfrutar, por supuesto. Tambi¨¦n, para bucear en los dilemas morales e intelectuales de la cultura americana que precedi¨® a, y en la que arraiga, la actual cat¨¢strofe americana. Para reivindicar la naturaleza principalmente estil¨ªstica de la literatura y comprender que el estilo es indistinguible del fondo. Y por ¨²ltimo, atenci¨®n: para disfrutar de una de las mejores prosas en castellano del ¨²ltimo lustro, la que surge del encuentro entre Gass y Santiago, un ejercicio de traducci¨®n mod¨¦lico. Necesitamos que ese encuentro se alargue en muchos m¨¢s t¨ªtulos, as¨ª que, de momento, no dejen escapar Sonata cartesiana y otros relatos.
Sonata cartesiana y otros relatos
Traducci¨®n de Ce Santiago
La Navaja Suiza, 2024
360 p¨¢ginas. 25 euros