Zarpazos literarios contra la prisa, la banalidad y el ruido tecnol¨®gico
Se multiplican los ensayos breves de no ficci¨®n en un mundo saturado de desinformaci¨®n, como muestran las nuevas obras de Xavier Nueno, Antoni Guti¨¦rrez-Rub¨ª y Pedro Bravo
¡°Son los peque?os libros port¨¢tiles los que m¨¢s hay que temer¡±. Esa fue la encendida advertencia que lanz¨® Voltaire por carta a su amigo D¡¯Alembert nada m¨¢s concluir el gran proyecto pol¨ªtico de los ilustrados franceses, la Enciclopedia. Una empresa editorial que el fil¨®sofo franc¨¦s consideraba v¨ªctima de un letal af¨¢n de exh...
¡°Son los peque?os libros port¨¢tiles los que m¨¢s hay que temer¡±. Esa fue la encendida advertencia que lanz¨® Voltaire por carta a su amigo D¡¯Alembert nada m¨¢s concluir el gran proyecto pol¨ªtico de los ilustrados franceses, la Enciclopedia. Una empresa editorial que el fil¨®sofo franc¨¦s consideraba v¨ªctima de un letal af¨¢n de exhaustividad. Hoy, en la infancia de la inteligencia artificial generativa, la humanidad se enfrenta de nuevo a un viejo dilema: codificar todo el saber humano frente al peligro de un apag¨®n digital que nos devuelva a las cavernas o, por el contrario, aceptar la idea de un borr¨®n y cuenta nueva como la posibilidad de un mundo mejor.
Mientras se resuelve esta disyuntiva, son muchos los que optan por acumular conocimiento abrazados a los g¨¦neros de la no ficci¨®n. En un mundo infestado de sobreinformaci¨®n y desinformaci¨®n, consumimos m¨¢s ideas que nunca en forma de libros de ensayos, series documentales y podcasts narrativos. Seg¨²n algunas cifras, las ventas de publicaciones de no ficci¨®n suponen ya un 30% del total del mercado editorial. El saber est¨¢ de moda. En parte, por el desprestigio de las fuentes digitales de transmisi¨®n del conocimiento, como las redes sociales o las plataformas de distribuci¨®n algor¨ªtmica de contenidos. El libro no ha muerto. Abren nuevas librer¨ªas. Florecen los podcasts. Y se producen m¨¢s pel¨ªculas documentales que nunca. Queremos saber. Algunos.
Y queremos hacerlo, sobre todo, en formatos cortos. F¨¢cilmente consumibles. Mordisqueables como una merienda (snackable, dicen en ingl¨¦s). ¡°Vivimos en la era de los ensayos breves para los mostradores de librer¨ªas hipster como la nuestra¡±, se?alaba un empleado de una conocida librer¨ªa (hipster) madrile?a. Editoriales imprescindibles como Debate, Anagrama o Destino cuidan con mimo, y aparente ¨¦xito, colecciones espec¨ªficas de miniensayos. Una saludable preferencia por la inteligencia concisa y accesible que parece dar la raz¨®n, de nuevo, a Voltaire: ¡°Nunca 20 vol¨²menes in-folio podr¨¢n hacer la revoluci¨®n¡±.
Esta correspondencia entre dos de los grandes enciclopedistas ilustrados la recoge Xavier Nueno en su libro El arte del saber ligero. Una breve historia del exceso de informaci¨®n (Siruela). Un recorrido trepidante y erudito por la tensi¨®n violenta entre conservaci¨®n del saber y destrucci¨®n de libros que atraviesa nuestra cultura. Sin que sea su intenci¨®n, en su recorrido hist¨®rico sobre lo que hoy denominar¨ªamos gesti¨®n y almacenamiento de informaci¨®n, Nueno anticipa adem¨¢s algunos de los dram¨¢ticos retos a los que nos confronta la revoluci¨®n tecnol¨®gica. ¡°Todas las personas que utilizan un smartphone tienen que responder a retos similares a los que se enfrentaba un bibliotecario del siglo XVI¡±, escribe.
Resulta fascinante descubrir c¨®mo, ante el advenimiento de la madre de todas las revoluciones tecnol¨®gicas ¡ªla imprenta¡ª, sus detractores ¡°percibieron en ella una maquinaria infernal que inundaba el mundo de libros y los desvalorizaba al multiplicarlos¡±. Las resonancias con la ansiedad que genera la capacidad infinita de generaci¨®n aut¨®mata de contenido por ChatGPT resultan inquietantes. As¨ª, ante el af¨¢n del humanismo renacentista y el idealismo ilustrado de encuadernar todo el saber humano, surgieron reacciones contrarias que alumbraron innovaciones b¨¢sicas del mundo moderno. Por ejemplo, el fichero como unidad port¨¢til de informaci¨®n, o el ¡°cortar y pegar¡± como t¨¦cnica elemental de procesamiento de textos. Nueno, doctor por Harvard e investigador en la Polit¨¦cnica de Lausana, recorre el incendiado (e incendiario) proceso hist¨®rico que alumbra un canon del saber port¨¢til, abreviado, ligero y m¨®vil ¡°como ideal de circulaci¨®n de las obras¡±. ¡°El arte del saber ligero emerge con la promesa de exorcizar el fantasma de la exhaustividad¡±, desvela.
Como si le cogiera el guante, el consultor pol¨ªtico y especialista en comunicaci¨®n Antoni Guti¨¦rrez-Rub¨ª recoge con gracia y sucinta profundidad algunos de los atributos y formatos de ese saber ligero en su Breve elogio de la brevedad (Gedisa). ¡°Lo breve no es peque?o, es intenso. Lo breve no es simple, es complejo. Lo breve no es ef¨ªmero, es memorable¡±, dice. La era digital, con su inevitable tendencia a la fragmentaci¨®n del conocimiento y al consumo r¨¢pido y distra¨ªdo de contenidos, supone una era f¨¦rtil para los formatos breves de transmisi¨®n de informaci¨®n. As¨ª, Guti¨¦rrez-Rub¨ª repasa las presentaciones PechaKucha (20 diapositivas expuestas en 20 segundos cada una), los 18 minutos tasados de las charlas TED, los implacables 90 segundos m¨¢ximos de los reels de Instagram o la pasmosa sencillez comunicativa de los emojis.
¡°Lo que da sentido a la brevedad no es la extensi¨®n, sino la s¨ªntesis. Esa es su alma¡±, defiende, con raz¨®n, el consultor catal¨¢n. En el contexto actual, se?ala, ante el reto de interactuar de forma eficaz con herramientas como ChatGPT y Copilot, la brevedad aparece como la cualidad elemental para una feliz comunicaci¨®n con las m¨¢quinas. Una vez m¨¢s, ante la irrupci¨®n de una nueva tecnolog¨ªa disruptiva, la humanidad debe inventar una nueva forma de acceso a la informaci¨®n: se llaman prompts¡±. Son los comandos con los que pedimos, ingenua y torpemente por ahora, a ChatGPT que nos resuelva la papeleta. Y no est¨¢ claro si llegan a nuestras vidas como heraldos de un nuevo periodo de ilustraci¨®n civilizatoria o como se?ales de la enmierdificaci¨®n (por el t¨¦rmino enshittification en ingl¨¦s) definitiva de nuestras vidas digitales.
No sobran motivos para el optimismo. ¡°Influencers, filtros fotogr¨¢ficos, likes, reality shows, transhumanismo, selfis, cirug¨ªa est¨¦tica¡ La modernidad hoy es una celebraci¨®n narcisista en la que quien se puede sentir trastornado es quien est¨¢ en silencio tratando de soportar la constante exaltaci¨®n del yo¡±. Es el lamento de Pedro Bravo en su libro ?Silencio! Manifiesto contra el ruido, la inquietud y la prisa (Debate). Un ensayo-zarpazo breve y militante de la colecci¨®n EnDebate, que dirige Miguel Aguilar, que recibir¨ªa sin duda las bendiciones del Voltaire enfadado con su tiempo. Como se?ala el t¨ªtulo sin miramientos, el miniensayo de Bravo (autor tambi¨¦n de Exceso de equipaje y Biciosos, as¨ª como del podcast Silencio en la plataforma Sonora) lanza una cruda advertencia: ¡°El ruido, la inquietud [llam¨¦mosle ansiedad] y la prisa nos hacen estar m¨¢s solos al tiempo que nos impiden disfrutar de la soledad¡±.
Bravo reclama un desarme radical del ansioso revestimiento digital que opaca nuestras vidas. Y pide devolver el tiempo y el espacio que merecen al silencio y a la calma, en una suerte de movimiento de liberaci¨®n de los estados que nos hacen humanos. Ser¨¢n a veces esos estados de concentraci¨®n ¡ª¡±estados de flujo¡± o flow state, dicen algunos¡ª que nos convierten en campeones creativos y productivos. Otras, emerger¨¢ el cada vez m¨¢s reivindicado vagabundeo mental. Ese estado de fruct¨ªfera divagaci¨®n, que no de distracci¨®n in¨²til, del que surgen la innovaci¨®n y las nuevas ideas. Seg¨²n los estudios que cita Bravo, tenemos entre 4 y 40 pensamientos por minuto. ¡°Nuestra mente est¨¢ en constante funcionamiento. Si estamos concentrados en una actividad, ese poderoso procesador que es el cerebro se enfoca en ella. Si no, da igual, la cabeza sigue disparando¡±, explica. Se refiere a esa red neuronal por defecto que ha sido definida como ¡°el piloto autom¨¢tico del cerebro¡±, y como ¡°el ruido de fondo del universo¡±.
Un ruido frente al que estos ensayos breves aportan una valiosa profilaxis mental. R¨¦plica contempor¨¢nea del Montaigne encerrado en su torre, el ensayista irland¨¦s Brian Dillon define el g¨¦nero como ¡°una combinaci¨®n de exactitud y evasi¨®n¡±. En su denso metaensayo Ensayismo (Anagrama), publicado en 2023, Dillon lo identifica como ¡°una forma [de escritura] que debe instruir, seducir y embaucar a partes iguales¡±. En una entrevista reciente en el podcast Hotel Jorge Juan, Bravo explica que se plantea los ensayos como ¡°peque?as b¨²squedas desde una serie de preguntas, y lo veo como una b¨²squeda com¨²n con los lectores; por eso, dejo abiertas las respuestas, por una relaci¨®n sana con los lectores y con la complejidad del mundo¡±.
En esa renuncia a la exhaustividad de estos nuevos adalides del saber port¨¢til y ligero reside, quiz¨¢s, la clave de su ¨¦xito. Abrumados por una realidad inasible, estos chispazos literarios (o audiovisuales) reaniman nuestras constantes intelectuales y revitalizan nuestra conciencia cr¨ªtica. Ya lo percibi¨® Voltaire en su Diccionario filos¨®fico port¨¢til: ¡°Los libros m¨¢s ¨²tiles son aquellos que, escritos a la mitad, tienen que ser completados por los lectores¡±.
?Silencio! Manifiesto contra el ruido, la inquietud y la prisa
Debate, 2024
136 p¨¢ginas. 11,30 euros
Breve elogio de la brevedad
Gedisa, 2024
112 p¨¢ginas. 12,90 euros
El arte del saber ligero
Siruela, 2024
252 p¨¢ginas. 19,95 euros
Ensayismo
Inmaculada C. P¨¦rez Parra
Anagrama, 2023
176 p¨¢ginas. 18,90 euros