Arranca en Bilbao el juicio al falso monje shaol¨ªn
Fue detenido en 2013 como presunto autor de las torturas y las muertes de las dos mujeres
El juicio a Juan Carlos Aguilar, conocido como el falso monje shaol¨ªn, comienza este viernes en la Audiencia de Bizkaia. Fue detenido el 2 de junio de 2013 como presunto autor de las torturas y las muertes de las dos mujeres y hoy, casi dos a?os despu¨¦s de este caso que conmocion¨® al pa¨ªs por la crueldad del presunto asesino y su fachada construida a base de mentiras, se sienta en el banquillo con la incertidumbre sobre si mantendr¨¢ ante el tribunal la confesi¨®n de dos asesinatos con alevos¨ªa, lo que incidir¨¢ a su vez en la duraci¨®n de la vista oral.
A trav¨¦s de un escrito, Aguilar reconoci¨® hace pocas semanas los asesinatos con alevos¨ªa de la mujer nigeriana Maureen Ada Otuya y de la colombiana Jenny Sof¨ªa Rebollo, aunque rechaz¨® el ensa?amiento del que tambi¨¦n se le acusa en el caso de la primera, seg¨²n inform¨®? el abogado que representa a la familia de esta v¨ªctima.
La mera casualidad en forma de retrasos ha permitido que vengan a coincidir ante un juez dos de las causas m¨¢s medi¨¢ticas de los ¨²ltimos meses con inter¨¦s suficiente m¨¢s all¨¢ del Pa¨ªs Vasco. La segunda jornada de las declaraciones del denominado caso Cabieces, con evidentes ramificaciones pol¨ªticas y financieras, se contraprograma con el inicio de la vista contra el falso monje shaolin.
Pero la horrible leyenda de Juan Carlos Aguilar se impondr¨¢ con claridad en todas las televisiones ante el morbo que rodea a los siniestros sucesos ocurridos en su gimnasio bilba¨ªno. M¨¢s de cien periodistas disponen de acreditaci¨®n para seguir en la Audiencia de Bizkaia este juicio, que podr¨ªa acortar su duraci¨®n inicialmente estimada de dos semanas en el supuesto de que el asesino confirme los t¨¦rminos de su carta.
La confesi¨®n de que no hubo ensa?amiento, clave para la pena y la duraci¨®n de la vista
A tal punto ha llegado el inter¨¦s medi¨¢tico que en el Palacio de Justicia se siente desbordados. Solo hay espacio f¨ªsico para que un reducido grupo de informadores puedan seguir la vista desde la misma sala donde comienza el juicio a Aguilar. El presidente del Tribunal Superior de Justicia del Pa¨ªs Vasco, Juan Luis Ibarra, ha convocado, de hecho, a los periodistas acreditados para hacerles part¨ªcipes de la situaci¨®n generada en un gesto de evidente comprensi¨®n. En este contacto acudir¨¢ junto al decano Aner Uriarte y el predecesor de ¨¦ste, Alfonso Gonz¨¢lez Guija.
La constituci¨®n del jurado popular marcar¨¢ el punto de partida del juicio al shaol¨ªn, que pasa las horas previas en la c¨¢rcel alavesa de Zaballa, y en la que permanecer¨¢ durante los d¨ªas que dure la vista por los l¨®gicos motivos de seguridad.
Aguilar empez¨® a ser defendido por Javier Beramendi. Curiosamente, este abogado defendi¨® este jueves los intereses de Rafael Alcorta, imputado en el caso Cabieces. Pero la relaci¨®n apenas dur¨® poco m¨¢s all¨¢ de las primeras semanas de asistencia. Beramendi, no obstante, fue elegido por la familia de Aguilar tras su detenci¨®n y le asisti¨® en su primera declaraci¨®n ante el juez, neg¨¢ndose a declarar.
Ahora, en un gesto de indudable trascendencia, Aguilar reconoci¨® hace pocas semanas los asesinatos con alevos¨ªa de la mujer nigeriana Maureen Ada Otuya y de la colombiana Jenny Sof¨ªa Rebollo, aunque rechaz¨® el ensa?amiento del que tambi¨¦n se le acusa en el caso de la primera, seg¨²n ha informado a Efe el abogado que representa a la familia de esta v¨ªctima.
En el caso de que en su esperada declaraci¨®n de este viernes mantenga dicho reconocimiento, se celebrar¨¢ una vista a puerta cerrada para reordenar la pr¨¢ctica de la prueba, que se limitar¨ªa a juzgar el ensa?amiento, lo que acortar¨ªa de forma considerable la vista oral, que est¨¢ prevista en principio que se desarrolle hasta el pr¨®ximo 5 de mayo.
El hecho de no reconocer el ensa?amiento supone que si no se consigue demostrar la existencia de este agravante, el acusado cumplir¨ªa una pena efectiva de 25 a?os. Si se aprecia su pr¨¢ctica, la condena efectiva ascender¨ªa a 30 a?os, el m¨¢ximo previsto en la legislaci¨®n espa?ola.
Juan Carlos Aguilar fue detenido el 2 de junio de 2013 y encarcelado d¨ªas despu¨¦s como presunto autor de las torturas y las muertes de las dos mujeres, as¨ª como del despedazamiento de la ciudadana colombiana. Fue arrestado por la Ertzaintza en el gimnasio que regentaba en el centro de Bilbao, denominado Zen 4, despu¨¦s de que un agente de este cuerpo rescatara de su interior a la joven nigeriana Ada Otuya, a quien hallaron maniatada y amordazada, y en estado de extrema gravedad despu¨¦s de haber sufrido una brutal paliza.
La mujer, de 29 a?os y que ejerc¨ªa la prostituci¨®n, qued¨® ingresada en coma en el Hospital de Basurto, donde falleci¨® tres d¨ªas despu¨¦s. Tras su arresto, Aguilar confes¨® tambi¨¦n haber matado a otra mujer, la colombiana de 40 a?os Jenny Sof¨ªa Rebollo. Restos de su cad¨¢ver descuartizado fueron localizados en el gimnasio.
En el escrito de calificaciones provisionales, la Fiscal¨ªa califica estos hechos como dos asesinatos con alevos¨ªa, por los que pide 20 a?os de c¨¢rcel por cada uno, adem¨¢s del pago de m¨¢s de 286.000 euros de indemnizaci¨®n a las familias de las v¨ªctimas.
La acusaci¨®n popular, ejercida por la Asociaci¨®n Clara Campoamor, y las acusaciones particulares, que representan a los parientes de las dos mujeres, elevan la petici¨®n de penas hasta los 45 a?os, al entender que en el caso de Ada Otuya, el falso monje actu¨® adem¨¢s con ensa?amiento.
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