Secuestradores de cuadros

Lo que hicieron fue como un secuestro, pero de cuadros. Los Mossos d¡¯Esquadra detuvieron el pasado mes de junio a cuatro personas que hab¨ªan robado 443 obras del patrimonio de la pintora catalana Montserrat Gudiol. Con antecedentes por robos con fuerza, los ladrones vieron la oportunidad de dar un buen golpe, pero no fueron capaces de colocar las obras de arte en el mercado negro, por lo que optaron por extorsionar a los herederos de Gudiol. Les llegaron a pedir 600.000 euros, a trav¨¦s de varios correos electr¨®nicos, que el presunto cabecilla firmaba como Elvis, nombre con el que los Mossos bautizaron la operaci¨®n.

La muerte de la pintora, el 25 de diciembre del a?o pasado, hizo que uno de sus seis hijos gestionase buena parte de la herencia, que deposit¨® en un almac¨¦n en Sant Adri¨¤ del Bes¨°s. La polic¨ªa catalana sospecha que una empleada del hogar de otro de los hijos de Gudiol fue quien dio el aviso de que la familia ten¨ªa varias obras de la pintora, y otras que su padre, Josep Gudiol, un historiador del arte reconocido internacionalmente, hab¨ªa atesorado.

Los ladrones robaron las obras y se las llevaron a otro almac¨¦n, esta vez en Barcelona, frente al mar, e iniciaron una negociaci¨®n, que dur¨® seis meses con la familia, para intentar un intercambio: si pagaban lo que ped¨ªan, a unos 100.000 euros por cada uno de los seis hermanos, les devolv¨ªan sus pinturas.

Cuando empezaron una subasta a la baja, intervino la Unidad Central de Patrimonio Hist¨®rico de los Mossos d¡¯Esquadra. Actuaron ¡°como si se tratase de un secuestro cualquiera¡±, explica el jefe del ?rea Central de Patrimonio, el inspector Jordi Oll¨¦. Aconsejaron a la familia c¨®mo responder ¡ª la polic¨ªa catalana prefiere no dar m¨¢s detalles¡ª y a finales de julio recuperaron 443 obras de arte. De estas, 134 eran ¨®leos, 305, dibujos, y el resto, litograf¨ªas, grabados y escultura, que, a falta de una tasaci¨®n oficial, estar¨ªan valoradas en entre dos y tres millones de euros

Hab¨ªa piezas del g¨®tico catal¨¢n, del barroco italiano, elementos sacramentales, y algunas obras atribuidas a Murillo y a El Greco. Esas pinturas se encuentran ahora en los s¨®tanos del edificio central de la polic¨ªa catalana, en Sabadell, a la espera de lo que decida el juez.

Desde 1986

La Unidad de Patrimonio de la polic¨ªa catalana existe desde 1986. 30 a?os por los que ha pasado por diferentes estadios, y ha dependido de diversas ¨¢reas centrales. En la actualidad, dentro del ?rea Central de Patrimonio, est¨¢ formada por siete personas, entre las que hay una restauradora, un licenciado en Bellas Artes y una licenciada en Historia del Arte. Pero la caracter¨ªstica b¨¢sica, insiste el cabo Pere Canal, es investigar los casos como cualquier otro delito, de cualquier otra unidad. Y as¨ª se puede ver en los organigramas que penden de las paredes del despacho del grupo, que no tienen nada que envidiar a los esquemas, por ejemplo, que elaboran las unidades de tr¨¢fico de seres humanos sobra la mafia china.

En la actualidad, la mayor¨ªa de los delitos que investiga la unidad son de falsificaciones, y de espolio, tanto submarino como terrestre, sobre el que no hay mucha sensibilizaci¨®n, cuenta Canal. No son raros los grupos de personas, aficionados, que van rastreando el suelo con detectores de metales. ¡°Hacen mucho da?o a la comunidad cient¨ªfica¡±, cuenta Canal, que incide en que la polic¨ªa catalana va a por quienes se dedican al espolio de manera profesional, no a quienes buscan una moneda bajo tierra.

Entre los casos m¨¢s sonados de la unidad est¨¢ la desarticulaci¨®n, en 2008, de una banda que se dedic¨® a la falsificaci¨®n de un millar de obras y litograf¨ªas de muchos autores, como Mir¨®, Picasso, Mir¨®, Botero, T¨¤pies o Dal¨ª, y que luego se vendieron en Estados Unidos y Europa. La operaci¨®n la llevaron a cabo junto al FBI y los carabinieri italianos.

En la actualidad, los investigadores se suelen encontrar, a grandes rasgos, con dos tipos de delincuentes: los que de forma no planificada, en un robo normal, encuentran obras de arte que intentan luego colocar en el mercado negro, y quienes saben perfectamente qu¨¦ buscan y act¨²an por encargo. Ya no existen figuras como Erik El Belga, que se hizo conocido en los a?os 70 y 80 por sus diversos robos en iglesias, ermitas, museos, anticuarios... Adem¨¢s, las iglesias han tomado muchas m¨¢s medidas de seguridad y han hecho un inventario de sus bienes.

Internet es otro de los mundos que son una oportunidad para todos, tambi¨¦n los ladrones, que acaban vendiendo litograf¨ªas falsificadas por p¨¢ginas web como WallaPop, explica Oll¨¦. Los procesos para la recuperaci¨®n de obras son lentos; las investigaciones, largas. Pero eso no implica que est¨¦n de brazos cruzados.