Buscan en los negocios del expresidente de la CAM el m¨®vil del crimen de su viuda
La Polic¨ªa Nacional examina el tr¨¢fico de llamadas en el lugar del asesinato
La polic¨ªa trabaja sin descanso para esclarecer el crimen de la viuda del expresidente de la extinta Caja de Ahorros del Mediterr¨¢neo (CAM) Vicente Sala, consciente de que las primeras horas pueden resultar cruciales para obtener resultados. Una vez interrogados sus hijos y yernos, el personal de servicio y los empleados de Mar¨ªa del Carmen Mart¨ªnez, de 72 a?os, los investigadores han centrado sus pesquisas en las empresas, negocios e inversiones del clan familiar para tratar de encontrar la motivaci¨®n del sicario que probablemente apret¨® el gatillo, seg¨²n han confirmado a EL PA?S fuentes de la investigaci¨®n. Los Sala son una de las familias m¨¢s adineradas de la provincia de Alicante.
El patriarca, Vicente Sala, levant¨® un emporio a partir de una empresa de resinas que se ha expandido con delegaciones en diversos pa¨ªses de Am¨¦rica Latina. Su trayectoria empresarial sigui¨® en los a?os siguientes en la construcci¨®n y la automoci¨®n, entre otros sectores. La polic¨ªa trata ahora de aclarar si alguna discrepancia relacionada con la actividad de todas estas mercantiles tiene la clave del asesinato. Un asesinato en la alta sociedad de provincias que concita por ahora m¨¢s preguntas y especulaciones que certezas.
Los agentes del grupo de homicidios de la comisar¨ªa provincial de Alicante est¨¢n siguiendo todos los pasos que fija el manual en este tipo de cr¨ªmenes. Conf¨ªan en s¨ª mismos y han rechazado por ello el ofrecimiento del Ministerio del Interior de destinar al caso a un grupo de especialistas con base en Madrid. La polic¨ªa trata de atar cabos o descartar algunas posibilidades. Est¨¢n revisando, por ejemplo, el tr¨¢fico de llamadas telef¨®nicas que registraron los repetidores situados en las proximidades del concesionario de coches familiar donde la v¨ªctima encontr¨® la muerte.
El juzgado de Instrucci¨®n 7 de la ciudad, encargado del caso, ha decretado el secreto de sumario para evitar filtraciones. "Desde el juzgado solo se podr¨ªa entorpecer en estos momentos la labor de los agentes", apuntan fuentes jur¨ªdicas. Por ese motivo, la actuaci¨®n del magistrado instructor, Jos¨¦ Luis Lafuente se limita por ahora a autorizar las solicitudes que llegan de la polic¨ªa para la pr¨¢ctica de diligencias.
Los investigadores se est¨¢n volcando en la consulta de registros de la propiedad y mercantiles, de documentaci¨®n empresarial y bancaria, a la b¨²squeda de explicaciones. Seg¨²n fuentes policiales, todas estas gestiones son las que marca el protocolo, pero a¨²n no han arrojado pistas fiables que conduzcan hasta el asesino y quienes lo contrataron.
Mar¨ªa del Carmen Mart¨ªnez, de 72 a?os, falleci¨® sobre las 19 horas del pasado viernes tras recibir dos disparos a quemarropa en la cabeza en el interior de su veh¨ªculo, un todoterreno de alta gama con el que hab¨ªa acudido al concesionario que regenta su familia en la calle Zodiaco de Alicante, una zona industrial y comercial apartada del centro de la ciudad.
Nadie escuch¨® las detonaciones, por lo que todo apunta a que en el crimen se emple¨® un arma provista de silenciador. El delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Moragues, confirm¨® el pasado lunes en una comparecencia ante la prensa que el asesinato no qued¨® registrado en ninguna c¨¢mara de seguridad y asegur¨® que la actuaci¨®n de un sicario ¡°era una l¨ªnea de investigaci¨®n m¨¢s¡±.
Igualmente, explic¨® que en las horas posteriores al asesinato los investigadores hab¨ªan tomado declaraci¨®n a los hijos de la fallecida, un hombre y tres mujeres, y a otras personas de su entorno familiar, pero dijo que no hab¨ªa constancia de que la v¨ªctima hubiera recibido amenazas anteriores a su muerte.
La v¨ªctima fue tiroteada en el interior de su coche, que se encontraba en un lavadero del concesionario familiar, Novocar. Los disparos fueron a quemarropa, se dirigieron al lado izquierdo de la cabeza mientras se hallaba sentada en el asiento del piloto de su coche y le causaron la muerte pr¨¢cticamente en el acto.
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