La indisciplina en el aparcamiento desborda a la Guardia Urbana
La polic¨ªa local de Barcelona destina a casi todos sus agentes de calle a vigilar las entradas y salidas de colegios, el momento en el que m¨¢s se deja el coche en doble fila
¡ª¡°Es un momentito¡±. ¡°Ser¨¢ solo un segundito¡±.
¡ª¡°Dejo esto y me marcho¡±.
¡ª¡°Son dos minutos¡±.
¡ª¡°Entro a los ni?os y ya me voy¡±.
Dos minutos, sin bajar, s¨ª se puede
La normativa permite que una persona pueda parar el veh¨ªculo en la v¨ªa p¨²blica. Pero incluye dos salvedades: que sea como m¨¢ximo dos minutos y que el conductor no se baje en ese tiempo del coche. Eso, asegura el Ayuntamiento de Barcelona, es ¡°una circunstancia que tambi¨¦n puede dificultar la intervenci¨®n de las patrullas¡± de la Guardia Urbana, que dedican buena parte de su tiempo en luchar contra este tipo de situaciones.
Hablan los campeones de la indisciplina al aparcar. Los reyes de los warnings. Conducen turismos o furgonetas. Grandes y peque?os. De gama alta o de la m¨¢s sencilla. Visten traje, ch¨¢ndal o mono de curro. En el centro y en la periferia. Delante de escuelas de ¨¦lite de la zona alta o p¨²blicas de barrio. La indisciplina al aparcar es universal. A la salida o entrada de las escuelas inutiliza durante media hora aceras, carriles bus o de circulaci¨®n enteros. En hora punta la Guardia Urbana despliega a casi todos efectivos del territorio, pero admite los agentes ¡°se ven sobrepasados¡±.
Aunque hay situaciones que se repiten a diario y desde hace a?os. Ejemplos, quienes aparcan en el carril bus del paseo de Sant Joan durante diez minutos delante de una escuela y los autobuses venga a poner el intermitente y cambiar de carril. ¡°Todo el mundo lo hace¡±, responde un padre. Los que estacionan el coche en la acera, en el Guinard¨®, tan anchos, aunque los peatones apenas puedan pasar. O las furgonetas en doble fila en la calle de Arag¨®, porque, lo dicho, ¡°es un segundito¡±. O dispuestos en hilera, en carriles normales de circulaci¨®n en pleno Pau Claris. U ocupando un carril lateral entero de Gran Via: es el que hay entre Rambla de Catalu?a y Paseo de Gr¨¤cia. Por no hablar de los chaflanes de la zona de Sagrada Fam¨ªlia, restando visibilidad en los giros del resto de veh¨ªculos. Tambi¨¦n suelen hacerlo sobre las estupendas baldosas del Paseo de Gr¨¤cia, y se enfadan si les haces una foto. O en los carriles bici, como si los ciclistas volaran a lo E. T. Hay quien incluso aparca sistem¨¢ticamente en plazas para discapacitados o zonas donde el prohibido estacionar est¨¢ pintado de amarillo chill¨®n.
Si, en hora punta, se suman por decenas o centenares los dos minutitos y los dos segunditos, la molestia es considerable y se extiende por toda la ciudad. El a?o pasado, la Guardia Urbana mult¨® a 5.258 conductores por aparcar en doble fila, una media de 14,4 sanciones al d¨ªa. En el caso de las multas por ocupar el carril bus, fueron 381; y por aparcar en el carril bus, 2.163. Sumadas las dos infracciones en el carril bus, la media de sanciones diarias fue de siete. Y respecto a 2016 el aumento de multas fue del 18%. ¡°Entre los objetivos prioritarios de la Guardia Urbana figura la fluidez del tr¨¢fico y evitar los accidentes de tr¨¢fico¡±, explican fuentes municipales, que precisan que entre semana destinan ¡°la pr¨¢ctica totalidad de los efectivos destinados al territorio a cubrir las entradas y salidas escolares¡±. ¡°Un momento¡±, reconocen, ¡°en el que hay un incremento exponencial del uso del coche privado para acercar ni?os a los centros¡±.
Fuera de la franja de los coles, la indisciplina existe, pero sin tanto desmadre. ¡°En el resto de momentos y lugares donde hay dobles filas entran en la l¨®gica fluctuante en la que aparecen, les localizamos y trabajamos, y volvemos a la situaci¨®n de malos estacionamientos a par¨¢metros m¨¢s deseables¡±, afirman las mismas fuentes, que aseguran que las situaciones ¡°no se descuidan en ning¨²n momento¡±.
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