Elecciones en contexto de crisis institucional y pol¨ªtica
El modo en que se expresaron los resultados impide reconocer ¡ªde buenas a primera¡ª al bloque o partido vencedor, aunque se observan avances importantes en el conjunto de la derecha
Las recientes elecciones de gobernadores, consejeros regionales, alcaldes y concejales, estuvieron marcadas por un alto nivel de participaci¨®n, cercano al 82% del total del padr¨®n, debido a que se efectuaron con voto obligatorio. A su vez, se llevaron a cabo en medio de una severa crisis institucional y pol¨ªtica. La primera de ellas debido a las irregularidades detectadas en el Poder Judicial, unido al esc¨¢ndalo generado por el llamado caso Audios. En cambio, la segunda, que compromete de manera directa al gobierno, se produjo al darse a conocer el presunto delito cometido por el exsubsecretario del Interior Manuel Monsalve, quien renunci¨® el pasado 17 de octubre.
Es dif¨ªcil determinar, a ciencia cierta, si ambas crisis tuvieron o no efecto directo en los resultados electorales. Por ende, resulta pertinente se?alar que tales resultados, que evidencian una notoria volatilidad en el comportamiento electoral, obedecieron a otro tipo de fen¨®menos. Algunos de ellos, expresados en el ¨²ltimo tiempo, se reconocen tanto a nivel de la discusi¨®n p¨²blica, al cuestionar los efectos del estallido social de 2019, as¨ª como en la forma en que se comienza asumir y gestionar la actividad pol¨ªtica tras el fracaso de los dos procesos de cambio constitucional, del per¨ªodo 2021-2023.
Los resultados se expresaron de manera diferenciada en las cuatro elecciones efectuadas el pasado fin de semana. As¨ª, por ejemplo, el oficialismo logr¨® elegir tres de los cinco gobernadores que superaron el umbral del 40%. Las 11 regiones restantes, incluyendo la Metropolitana y la de Valpara¨ªso, deber¨¢n resolver en segunda vuelta qui¨¦n se queda con la respectiva gobernaci¨®n. En la elecci¨®n de alcaldes, se produjo un virtual empate al considerar la votaci¨®n obtenida por el oficialismo ¡ªen el que iban en una misma lista candidatos de la Democracia Cristiana (DC) hasta el Partido Comunista (PC)¡ª al lograr el 30,1%, mientras que los tres bloques de derecha, en su conjunto, obtuvieron el 34,4% ¡ªal sumar lo alcanzado por Chile Vamos (26,8%), Partido Republicano (4,1%) e independientes y el Partido Social Cristiano (3,25%). En concejales, las listas oficialistas lograron el 41,01%, en cambio, las de derecha el 45,9%.
En su conjunto, la derecha experiment¨® un importante avance, en especial en la elecci¨®n de concejales, en comparaci¨®n a lo obtenido en las elecciones de 2021, dado el aporte que ahora hicieron los partidos Republicano y Socialcristiano. En 2021, Chile Vamos obtuvo el 26,1% en alcaldes y el Partido Republicano el 1,3%; en cambio, en concejales, alcanzaron el 29,9% y el 3,1%. En la reciente elecci¨®n Chile Vamos obtiene el 28,4% de la votaci¨®n de concejales y la lista del Partido Republicano e independientes el 13,9%, el resto es aportado por el Partido Social Cristiano. Sabido es que la elecci¨®n de concejales permite dimensionar el peso y arraigo territorial que poseen los partidos. En la reciente elecci¨®n, el Partido Republicano se erige como el m¨¢s votado tanto dentro de la derecha, como en comparaci¨®n al resto de los partidos. Por s¨ª solo, el Partido Republicano obtiene el 11,2% de la votaci¨®n. Lo siguen Renovaci¨®n Nacional (RN) con 9,9%. M¨¢s abajo se ubican el PC con el 5,4%, el Frente Amplio (FA) con el 5,2% y el Partido Socialista (PS) con el 4,8%.
A lo anterior se agrega el hecho de que el oficialismo pierde 40 alcald¨ªas en comparaci¨®n con las elecciones de 2021. Logra retener importantes alcald¨ªas como las de Maip¨² y Vi?a, al mismo tiempo que pierde las de Santiago, ?u?oa y Concepci¨®n. La derecha pierde la alcald¨ªa de Puente Alto, pero retiene La Florida y logra otros triunfos en Independencia, Huechuraba y Macul. En tal sentido, a nivel de alcald¨ªas, tanto gobierno como oposici¨®n logran triunfos que compensan ¡ªdentro y fuera de la Regi¨®n Metropolitana¡ª la derrota en otras comunas.
El modo en que se expresaron los resultados impide reconocer ¡ªde buenas a primera¡ª al bloque o partido vencedor, aunque se observan avances importantes en el conjunto de la derecha, en relaci¨®n a los comicios de 2021. Tambi¨¦n es cierto que el PC y el PS terminan pagando importantes costos, frente a las cr¨ªticas formuladas por el desempe?o del actual gobierno y su mal manejo para enfrentar la crisis ¡ªagudizada en los ¨²ltimos tres a?os¡ª que dio origen al estallido social. En el caso particular de la DC y del Partido por la Democracia (PPD), se reafirma la tendencia a la baja y p¨¦rdida de apoyo que ambos partidos han venido evidenciando, desde 2021, en distintos eventos electorales.
Por otra parte, la reciente elecci¨®n tambi¨¦n reafirm¨® otro tipo de situaciones que, en el transcurso de las dos ¨²ltimas d¨¦cadas, han venido enfrentando los partidos en su conjunto. En primer lugar, el debilitamiento organizativo de estos, a ra¨ªz de la alta fragmentaci¨®n y dependencia que se produce con caudillos locales. En segundo lugar, el personalismo predominante en la pol¨ªtica por sobre cualquier decisi¨®n colectiva o partidaria. Por ende, no es casual que en distintos bloques del espectro no se respetaran acuerdos ni resultados de elecciones primarias, dando espacio a la presentaci¨®n de listas de independientes y candidaturas fuera de pacto. En tercer lugar, el debilitamiento y la diseminaci¨®n del centro pol¨ªtico, as¨ª como de la centro-izquierda, a ra¨ªz de la ca¨ªda en el apoyo a partidos como la DC, el PPD y el Partido Radical (PR).
Tanto en el oficialismo como en la oposici¨®n predominaron estrategias de campa?a centradas en los temas locales y en particular en los problemas de seguridad. Con excepci¨®n de la contienda para las gobernaciones, la mayor¨ªa de las candidaturas se restaron de las discusiones sobre temas de alcance nacional, al grado de despolitizar las campa?as. Asimismo, fueron pr¨¢cticamente escasas las fotograf¨ªas de candidatos/as con figuras presidenciables de sus respectivos sectores, as¨ª como la ausencia de logos partidarios, dificultando en ocasiones distinguir la procedencia de cada postulante.
Por el hecho de que no se resolvieron la mayor¨ªa de las elecciones de gobernadores, ello ha dejado un espacio para que en varias regiones se mantenga la contienda y la discusi¨®n, esta vez, entre dos bloques claramente definidos. Para poder competir, los postulantes que pasaron a la segunda vuelta deber¨¢n asegurar nuevos respaldos y ampliar alianzas hacia otras candidaturas y bloques presentes en la primera etapa. Como lo han indicado varios analistas, es probable que esta segunda vuelta, a celebrar dentro de un mes, se transforme en un plebiscito sobre la gesti¨®n del actual gobierno. De ah¨ª la necesidad de enfrentar, de manera adecuada, la crisis que en las ¨²ltimas dos semanas lo afecta directamente. De lo contrario, se corren enormes riesgos por el no despreciable apoyo obtenido por los distintos bloques y partidos de la derecha, desde Chile Vamos a Republicanos, pasando por el Partido Socialcristiano.
Por el car¨¢cter vol¨¢til e incierto que ha tenido la reciente elecci¨®n, es dif¨ªcil y apresurado decir qu¨¦ bloque pol¨ªtico, y por ende qu¨¦ candidatura, tiene m¨¢s posibilidades de ¨¦xito para enfrentar las elecciones presidenciales y parlamentarias a celebrar dentro de un a?o. A su vez, la reciente elecci¨®n representa un importante punto de inflexi¨®n respecto a c¨®mo hab¨ªan sido enfrentadas las anteriores elecciones locales y, en especial, las que tienen que ver con los gobiernos regionales. Estos ¨²ltimos han adquirido enorme relevancia tanto por ser electos, como por la cantidad de recursos que permite manejar a quienes logren control sobre ellos. Tambi¨¦n porque les corresponde asumir buena parte de los problemas asociados a seguridad.