Migraci¨®n y el futuro de la salud p¨²blica y los cuidados en Chile
Desde una perspectiva de pol¨ªtica p¨²blica, conformar equipos de salud interculturales se perfila como una medida urgente
En Chile, los desaf¨ªos estructurales del sistema de salud y cuidados se ven intensificados con la creciente diversidad demogr¨¢fica que trae la migraci¨®n. En un pa¨ªs donde la saturaci¨®n de servicios, la falta de especialistas y la desigualdad territorial marcan la agenda sanitaria, los migrantes representan una oportunidad para reforzar y enriquecer la capacidad del sistema. Sin embargo, a pesar de sus significativos aportes, los migrantes enfrentan barreras de acceso y discriminaci¨®n que exigen mejores pol¨ªticas p¨²blicas.
La situaci¨®n actual del acceso a la salud en Chile muestra tanto avances como carencias. Seg¨²n un reciente informe del Centro de Pol¨ªticas Migratorias y Espacio P¨²blico, el 96% de la poblaci¨®n extranjera residente est¨¢ afiliada a Fonasa, pero un 34,3% se encuentra en el grupo m¨¢s vulnerable, sin recursos ni cotizaciones. Adem¨¢s, solo el 65,6% de la poblaci¨®n extranjera accedi¨® a tratamientos cubiertos por AUGE-GES, frente al 78% de los nacionales.
Estas cifras evidencian brechas significativas, mientras que el tiempo de espera para acceder a consultas m¨¦dicas y el uso menos frecuente de servicios de salud entre migrantes resaltan la necesidad de estrategias de inclusi¨®n. La experiencia internacional ofrece aprendizajes clave. El programa M¨¢s M¨¦dicos, de Brasil, que moviliza m¨¦dicos extranjeros para atender regiones vulnerables, podr¨ªa inspirar iniciativas similares en Chile. Asimismo, herramientas tecnol¨®gicas como el Sistema Integrado de Informaci¨®n de Protecci¨®n Social de Colombia o el programa australiano My Health Record, demuestran c¨®mo la digitalizaci¨®n puede mejorar el acceso y la calidad de los servicios, incluso en contextos diversos y con barreras idiom¨¢ticas.
M¨¢s all¨¢ de los n¨²meros, el valor cualitativo de los aportes de migrantes al sistema de salud y cuidados chileno no puede ser ignorado. Profesionales de la salud extranjeros han contribuido no solo con su experiencia, sino tambi¨¦n con una atenci¨®n culturalmente pertinente. En distintas regiones de Chile su presencia ha sido indispensable, aportando un enfoque en la prevenci¨®n y la empat¨ªa, lo que destaca la necesidad de integrar aprendizajes interculturales al sistema. Sin embargo, desaf¨ªos como la homologaci¨®n de t¨ªtulos y el acceso al mercado laboral formal contin¨²an limitando su potencial.
Adem¨¢s de su impacto en el sistema de salud, las actividades de cuidado desempe?adas por mujeres migrantes representan un aporte importante al bienestar social en Chile. Estas mujeres suelen encargarse del cuidado de personas mayores, ni?os y pacientes con necesidades especiales, tareas que muchas veces son rechazadas por los trabajadores locales. Sin embargo, este trabajo est¨¢ marcado por la informalidad y la precariedad laboral, lo que refleja la falta de valoraci¨®n estructural de estas labores. A pesar de ello, los migrantes destacan por su disposici¨®n y habilidades blandas, atributos que las familias chilenas valoran positivamente.
En el caso de las mujeres migrantes, muchas veces enfrentan la contradicci¨®n de desempe?ar roles de cuidado remunerado mientras delegan el cuidado de sus propios hijos. Esto pone de manifiesto no solo el impacto social y econ¨®mico de su labor, sino tambi¨¦n los desaf¨ªos asociados a la feminizaci¨®n de la migraci¨®n y la necesidad de pol¨ªticas que mejoren las condiciones laborales en este sector, como la certificaci¨®n de competencias y la formalizaci¨®n de sus actividades. Tales medidas no solo beneficiar¨ªan a las trabajadoras, sino que fortalecer¨ªan las redes de cuidado en un pa¨ªs que enfrenta actualmente un proceso de envejecimiento evidente.
Desde una perspectiva de pol¨ªtica p¨²blica, conformar equipos de salud interculturales se perfila como una medida urgente. Por otra parte, la agilizaci¨®n en la homologaci¨®n de t¨ªtulos y la descentralizaci¨®n de procesos administrativos no solo beneficiar¨ªan a los profesionales migrantes, sino que tambi¨¦n ayudar¨ªan a aliviar la crisis de recursos humanos en salud. Asimismo, es fundamental avanzar en la formalizaci¨®n y reconocimiento de las actividades y competencias laborales en el ¨¢mbito de los cuidados. En conclusi¨®n, Chile tiene la oportunidad de avanzar hacia un sistema de salud y cuidados m¨¢s inclusivo y resiliente, aprovechando la riqueza que aporta la diversidad migrante. Sin embargo, esto requiere un enfoque integral que no solo reconozca sus contribuciones, sino que tambi¨¦n aborde las desigualdades y barreras estructurales que enfrentan. Es momento de transformar los desaf¨ªos en oportunidades y de construir un sistema de salud verdaderamente universal.