?C¨®mo convencer a una persona que duda de las vacunas?

En Espa?a no hay grandes movimientos antivacunas beligerantes, somos un pa¨ªs muy vacunof¨ªlico, si es que realmente existe este t¨¦rmino. Gracias a la implicaci¨®n de los profesionales de la atenci¨®n primaria y enfermer¨ªa nuestras tasas de vacunaci¨®n infantil son de las m¨¢s altas de Europa. Sin embargo, la carrera por las vacunas contra la covid-19 parece que ha hecho aumentar el n¨²mero de personas que tienen dudas sobre las vacunas, no solo ...

En Espa?a no hay grandes movimientos antivacunas beligerantes, somos un pa¨ªs muy vacunof¨ªlico, si es que realmente existe este t¨¦rmino. Gracias a la implicaci¨®n de los profesionales de la atenci¨®n primaria y enfermer¨ªa nuestras tasas de vacunaci¨®n infantil son de las m¨¢s altas de Europa. Sin embargo, la carrera por las vacunas contra la covid-19 parece que ha hecho aumentar el n¨²mero de personas que tienen dudas sobre las vacunas, no solo en nuestro pa¨ªs sino a nivel mundial. Son dudas leg¨ªtimas, respetables y en muchos casos razonables. Algunos dicen: ¡°Yo no me pondr¨ªa las primeras vacunas porque se han hecho muy deprisa y dudo de su seguridad¡± (una versi¨®n del ¡°as¨®mate t¨² antes que a m¨ª me da la risa¡±).

Esta desconfianza de las vacunas es un tema muy preocupante. Por una parte, si no llegamos a unas tasas de vacunaci¨®n superiores al 60%-70% su efectividad se ver¨¢ comprometida. Pero, lo que es peor, si esas dudas contin¨²an se puede perder la confianza en la vacunaci¨®n en general y eso puede tener unas consecuencias desastrosas en el futuro, porque las vacunas han salvado millones de vidas a lo largo de la historia. Este pr¨®ximo 2021 puede ser el a?o de las vacunas, pero si lo hacemos mal puede ser tambi¨¦n el peor a?o para la vacunaci¨®n. Por eso, tan importante como desarrollar la log¨ªstica necesaria para la vacunaci¨®n masiva es un plan de comunicaci¨®n.

Para convencer a la gente que tiene dudas (la batalla contra el antivacunas ni me la planteo), son fundamentales dos cosas: transparencia y rigor. Uno no se vacuna porque se lo recomiende el presidente del Gobierno o por los informes (a veces poco transparentes y dif¨ªciles de entender) de las empresas que fabrican las vacunas. Durante esta pandemia en concreto hemos asistido a un bochornoso rifirrafe pol¨ªtico que ha conseguido que uno se adhiera a determinadas medidas seg¨²n el pol¨ªtico que las proponga, en vez de por razones sanitarias y cient¨ªficas objetivas. La crispaci¨®n ha sido tremenda y eso genera gran desconfianza en los pol¨ªticos: cuanto menos hablen de vacunas, mucho mejor. Tampoco ha ayudado la carrera burs¨¢til entre las empresas fabricantes: parece que la eficacia de una vacuna se ha empleado m¨¢s por motivos econ¨®micos que cient¨ªficos.

Uno se deber¨ªa vacunar por convicci¨®n, porque las vacunas est¨¢n avaladas por las agencias reguladoras independientes que son las que al final las autorizan para su uso en la poblaci¨®n. Las mismas agencias que regulan el uso del antibi¨®tico que administras a tu ni?o cuando est¨¢ enfermo, el medicamento que se emplea para tratar el c¨¢ncer o la anestesia que se te administra durante una operaci¨®n. Ning¨²n medicamento es 100% seguro en toda la poblaci¨®n, porque cada uno de nosotros somos diferentes (por eso la medicina personalizada es el futuro). Hay gente que se ha muerto porque un antibi¨®tico o una anestesia le ha producido una reacci¨®n al¨¦rgica. Pero no hay movimientos anti antibi¨®ticos o anti anest¨¦sicos. Las vacunas son diferentes. La mayor¨ªa son preventivas y se administran a personas sanas. Por eso, toleramos mucho menos cualquier efecto secundario, por peque?o que sea. Y por eso mismo son los medicamentos m¨¢s regulados, vigilados y seguros que existen.

La probabilidad de que te contagies con SARS-CoV-2, de que enfermes y tenga consecuencias graves e incluso mortales y de que contagies a otros es mayor que los posibles efectos secundarios que puede tener la vacuna

En condiciones de emergencia, como es esta pandemia (llevamos ya 1,5 millones de muertos y probablemente sean mucho m¨¢s), se agilizan los procedimientos para autorizar el uso de nuevas vacunas. Varias son las causas por las que en menos de uno o dos a?os vamos a tener varios candidatos en el mercado, cuando el proceso normal suele durar m¨¢s de 10 a?os de media: 1) no se parte de cero, ya hab¨ªa varios grupos de investigaci¨®n trabajando en proyectos de vacunas para virus similares (¨¦bola, zika, SARS, MERS, ¡­); 2) algunos de estos proyectos con otros coronavirus ya hab¨ªan llegado hace a?os a fase cl¨ªnica I, y se ha tenido en cuenta esa experiencia previa; 3) se ha invertido una cantidad de dinero como jam¨¢s se hab¨ªa hecho en la historia de la ciencia, lo que ha permitido realizar los experimentos con mucha mayor rapidez; 4) est¨¢ habiendo una colaboraci¨®n internacional tambi¨¦n ¨²nica en la historia, entre universidades, centros de investigaci¨®n, empresas farmac¨¦uticas, gobiernos y ONG; 5) las agencias reguladoras lo han priorizado mediante un sistema de evaluaci¨®n continua, reduciendo la burocracia y los tiempos de espera, pero sin saltarse ninguna etapa; 6) se han podido solapar fases cl¨ªnicas I y II, de manera que antes de finalizar una se ha comenzado la siguiente; 7) la fase cl¨ªnica III ha reclutado varios miles de voluntarios de varios pa¨ªses y grupos diferentes, por lo que sus resultados son estad¨ªsticamente m¨¢s significativos que en otros ensayos; 8) la fabricaci¨®n de las vacunas se est¨¢ haciendo asumiendo un riesgo: se est¨¢n fabricando hace meses sin saber si finalmente se van a aprobar, por eso pueden salir al mercado nada m¨¢s recibida la autorizaci¨®n. Adem¨¢s, una vez que sabemos que las vacunas son seguras y eficaces en las fases cl¨ªnicas anteriores, no hay que olvidar que despu¨¦s contin¨²a una fase IV de vigilancia, para seguir evaluando su seguridad (posibles efectos secundarios muy poco frecuentes que es imposible detectar con miles de voluntarios, pero que se ponen de manifiesto cuando se prueba en millones de personas), y su efectividad (si realmente funciona en el control de la epidemia). Por eso, no nos debe extra?ar, como ocurre con otros medicamentos, que alguna vacuna se pueda llegar a retirar del mercado posteriormente, si se detecta que no es segura o efectiva.

Adem¨¢s, las agencias evaluadoras valoran el riesgo-beneficio: el beneficio de la vacuna debe ser mayor que el riesgo del coronavirus. Uno deber¨ªa valorar qu¨¦ prefiere: m¨¢s de 74.000 muertos que est¨¢ dejando el coronavirus y sus ¡°efectos colaterales¡± en Espa?a o alg¨²n caso de efecto secundario grave por la vacuna. La probabilidad de que te contagies con SARS-CoV-2, de que enfermes y tenga consecuencias graves e incluso mortales y de que contagies a otros es mayor que los posibles efectos secundarios que puede tener la vacuna. Yo me vacuno para proteger tambi¨¦n a mi hija que est¨¢ embarazada, a mis nietos que son peque?os y a mi suegra que tiene ya m¨¢s de 80 a?os.

La comunicaci¨®n deber¨ªa basarse en la transparencia, el rigor y la libertad: la vacunaci¨®n no es obligatoria en Espa?a, t¨² eres libre, t¨² decides, pero d¨¦jame que te explique c¨®mo se hacen las vacunas, c¨®mo funcionan y por qu¨¦ creo que son seguras y deber¨ªas vacunarte. Luego, t¨², libremente, decides si quieres vacunarte. Si acabamos obligando a vacunar es que hemos perdido la batalla de la comunicaci¨®n.

Ignacio L¨®pez-Go?i (@microbioblog) es microbi¨®logo en la Universidad de Navarra.

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