Los peces se vuelven adictos a las metanfetaminas vertidas en los r¨ªos
Una nueva investigaci¨®n con truchas silvestres de las aguas de la Rep¨²blica Checa demuestra que los residuos de drogas alteran el comportamiento de estos animales y les generan dependencia
Una nueva investigaci¨®n ha revelado c¨®mo las truchas marrones de los r¨ªos de la Rep¨²blica Checa se est¨¢n volviendo adictas a las metanfetaminas consumidas y excretadas por los seres humanos. Estas sustancias llegan a los r¨ªos a trav¨¦s de las aguas residuales. Pavel Hork?, profesor del departamento de zoolog¨ªa de la Universidad de Ciencias de la Vida de Praga y primer autor del trabajo, explica que los usuarios de esta droga il¨ªcita pueden causar, sin saberlo, la dependencia de los peces.
Seg¨²n los resultados del ...
Una nueva investigaci¨®n ha revelado c¨®mo las truchas marrones de los r¨ªos de la Rep¨²blica Checa se est¨¢n volviendo adictas a las metanfetaminas consumidas y excretadas por los seres humanos. Estas sustancias llegan a los r¨ªos a trav¨¦s de las aguas residuales. Pavel Hork?, profesor del departamento de zoolog¨ªa de la Universidad de Ciencias de la Vida de Praga y primer autor del trabajo, explica que los usuarios de esta droga il¨ªcita pueden causar, sin saberlo, la dependencia de los peces.
Seg¨²n los resultados del trabajo, publicados el 6 de julio en la revista Experimental Biology, el consumo agudo e inmediato de la metanfetamina aument¨® la actividad en el cerebro de los peces por un periodo corto de tiempo, mientras que durante los momentos de abstinencia la actividad cerebral disminuy¨®. ¡°Los antojos de recompensa de drogas de los peces podr¨ªan remplazar las recompensas naturales como la b¨²squeda de comida o el apareamiento¡±, dice el cient¨ªfico checo.
De acuerdo con Hork?, el efecto directo sobre el comportamiento de las truchas puede variar en funci¨®n de muchos aspectos, como el tiempo de exposici¨®n o la concentraci¨®n del f¨¢rmaco. ¡°La consecuencia m¨¢s grave es que la droga altera los patrones de comportamiento naturales de los animales¡±, afirma por correo electr¨®nico. Y contin¨²a: ¡°La contaminaci¨®n de los r¨ªos con estas sustancias podr¨ªa cambiar el funcionamiento de ecosistemas enteros¡±.
Para llegar a estas conclusiones, el equipo liderado por Hork?, en alianza con colegas de la Universidad del Sur de Bohemia, en la Rep¨²blica Checa, dise?¨® un experimento que midi¨® el nivel de adicci¨®n de los peces. Los cient¨ªficos dividieron 120 truchas marrones en dos tanques de agua de 350 litros durante ocho semanas. Uno de los tanques ten¨ªa cientos de nanogramos de anfetaminas por litro, el mismo nivel de concentraci¨®n de la droga hallado en los r¨ªos del pa¨ªs europeo.
Al terminar el tiempo de prueba, los investigadores eliminaron la metanfetamina del tanque experimental y analizaron al azar el comportamiento de los peces en los siguientes diez d¨ªas para detectar signos de adicci¨®n y abstinencia. Con ese prop¨®sito, dise?aron un tanque con dos compuertas que simulaba el fluir del r¨ªo. En un lado, los peces pod¨ªan nadar en agua contaminada con el mismo nivel de anfetaminas al que hab¨ªan sido expuestos antes. En el otro, el agua estaba limpia.
¡°El pez de control no mostr¨® preferencia por un lado del arroyo o por el otro, pero el pez que hab¨ªa sido drogado eligi¨® repetidamente permanecer en el agua con metanfetaminas¡±, se lee en las conclusiones del trabajo. Los cient¨ªficos tambi¨¦n revelaron que hab¨ªan encontrado altos niveles de la sustancia psicoactiva en el tejido cerebral de los animales y que al pasar los d¨ªas de abstinencia, los peces afectados eran menos activos que los otros. Esto podr¨ªa ¡°reducir sus posibilidades de sobrevivir y reproducirse¡±.
Las conclusiones del estudio son preocupantes: ¡°Nuestros resultados sugieren que la llegada de drogas il¨ªcitas a los ecosistemas de agua dulce causa adicci¨®n en los peces y modifica las preferencias de h¨¢bitat con consecuencias adversas inesperadas de relevancia a nivel individual y poblacional¡±. El estudio es una prueba m¨¢s, dicen los cient¨ªficos, de la transmisi¨®n de problemas sociales humanos a los ecosistemas acu¨¢ticos.
Aunque en la actualidad hay pocos experimentos similares, Hork? y sus colegas coinciden en que la contaminaci¨®n de drogas en los r¨ªos es un problema muy com¨²n en todo el mundo. ¡°La adicci¨®n a la metanfetamina se considera ahora una de las amenazas para la salud mundial m¨¢s dif¨ªciles de controlar. Sabemos que donde hay usuarios de metanfetamina, tambi¨¦n hay contaminaci¨®n de agua dulce por metanfetamina¡±.
Un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito de 2018 revela que la metanfetamina es la droga sint¨¦tica m¨¢s usada en el mundo y que su consumo ha ido creciendo exponencialmente en los ¨²ltimos a?os. ¡°En 2005 se incautaron 25 toneladas de esta droga, mientras que en 2016 se incautaron 159 toneladas¡±.
Los hallazgos de este trabajo son similares a los encontrados hace poco por un grupo de cient¨ªficos estadounidenses que mostr¨® como las anfetaminas estaban alterando la base de la vida de los r¨ªos en Norteam¨¦rica. Seg¨²n esa investigaci¨®n, publicada en la revista Environmental Science & Technology, las aguas residuales llevan narc¨®ticos que afectan a las algas, las bacterias y los insectos fluviales.
Emma Rosi-Marshall, investigadora del Instituto Cary para el Estudio de los Ecosistemas y autora del trabajo, afirm¨®: ¡°Al exponerlas a las anfetaminas, vimos que la producci¨®n de las algas se deten¨ªa. Las productoras primarias de la biopel¨ªcula hac¨ªan peor la fotos¨ªntesis, por lo que crec¨ªan menos. Esto es una mala noticia para los organismos que dependen de las biopel¨ªculas para alimentarse¡±.
Los cient¨ªficos plantean una ¨²ltima reflexi¨®n: ¡°La contaminaci¨®n humana a menudo es evidente por las manchas de petr¨®leo y el pl¨¢stico que se arrastra a la orilla, pero muchas de las drogas que consumimos tambi¨¦n terminan en el agua y el tratamiento actual de las plantas residuales y de los r¨ªos no est¨¢ preparado para eliminarlas¡±, afirman en el trabajo. Un porcentaje alto del principio activo de las drogas llega a los r¨ªos. Por eso en la actualidad muchos gobiernos miden el consumo de estas sustancias haciendo an¨¢lisis en los r¨ªos. Solo en la Uni¨®n Europea se hace un seguimiento peri¨®dico a las aguas residuales de 67 ciudades para el programa de control de estupefacientes.
Hork? reconoce que a pesar de que los resultados del trabajo parecen concluyentes, a¨²n se necesitan muchas m¨¢s investigaciones de campo para detallar los efectos de abstinencia y la adicci¨®n de la metanfetamina observados en este estudio experimental en ecosistemas naturales. El cient¨ªfico termina con una an¨¦cdota: ¡°La Rep¨²blica Checa es el mayor productor de metanfetaminas en Europa, una droga il¨ªcita generalmente conocida bajo la marca Pervitin¡±, dice Hork?. Y contin¨²a: ¡°La historia de su auge se remonta a la d¨¦cada de 1970, cuando esta droga se convirti¨® en parte de la clandestinidad, la consum¨ªan muchas personas que se opon¨ªan al r¨¦gimen comunista y al establecimiento, originalmente jug¨® un papel similar al LSD en los Estados Unidos durante la revoluci¨®n hippie¡±.
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