Una vasija tapada por un cr¨¢neo desvela un lugar neol¨ªtico m¨¢gico con posibles pr¨¢cticas can¨ªbales en una cueva de C¨¢diz
Los hallazgos convierten La Dehesilla en uno de los m¨¢s importantes yacimientos para investigar la cultura de los habitantes de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica hace 7.000 a?os
El hallazgo de la b¨®veda de un cr¨¢neo humano, con marcas de cortes intencionados, utilizado como tapa de una vasija de cer¨¢mica vac¨ªa y ocultada con piedras que sustentan una roca de mayores dimensiones, ha permitido desvelar y reconstruir un cap¨ªtulo extraordinario de la historia de nuestros ancestros hace 7.000 a?os. Ha sido en el yacimiento de la Cueva de la Dehesilla, en la sierra de C¨¢diz, donde el equipo del arque¨®logo Daniel Garc¨ªa Rivero, de la Universidad de Sevilla, trabaja desde hace seis a?os. El descubrim...
El hallazgo de la b¨®veda de un cr¨¢neo humano, con marcas de cortes intencionados, utilizado como tapa de una vasija de cer¨¢mica vac¨ªa y ocultada con piedras que sustentan una roca de mayores dimensiones, ha permitido desvelar y reconstruir un cap¨ªtulo extraordinario de la historia de nuestros ancestros hace 7.000 a?os. Ha sido en el yacimiento de la Cueva de la Dehesilla, en la sierra de C¨¢diz, donde el equipo del arque¨®logo Daniel Garc¨ªa Rivero, de la Universidad de Sevilla, trabaja desde hace seis a?os. El descubrimiento arroja luz sobre la oscura cultura del Neol¨ªtico Antiguo en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica y permite deducir que se han hallado los restos de un lugar ritual ¨²nico y excepcional contra fuerzas malignas que pudo incluir pr¨¢cticas can¨ªbales.
Un descubrimiento prehist¨®rico es un logro. Que este sea relevante para comprender de d¨®nde venimos es a¨²n m¨¢s dif¨ªcil porque hay que reconstruir el pasado a partir de indicios, de piezas de un puzle incompleto del que no se tiene una imagen general que sirva de gu¨ªa. Es el trabajo que realiza Garc¨ªa Rivero con apoyo del Ministerio de Ciencia e Innovaci¨®n y de las universidades de Sevilla y Coimbra, junto a especialistas de estas y de otras muchas universidades, como ahora las de Oviedo y Valencia.
Este equipo investiga la vida de los humanos de hace m¨¢s de seis milenios con los restos hallados en la Cueva de la Dehesilla. Esta cavidad ya revel¨®, en un enclave denominado Locus 2, la presencia una mujer trepanada y decapitada junto a un hombre entre los a?os 4800 y el 4500 antes de Cristo, un entorno y un periodo donde las inhumaciones m¨¢s habituales eran individuales. Esa investigaci¨®n, publicada en Plos One, ya permit¨ªa adivinar que el yacimiento de C¨¢diz es relevante. La sospecha ha sido refrendada por un reciente estudio, publicado en Documenta Praehistorica, que desvela otro excepcional hallazgo en el enclave Locus 1 y que permite situar la cueva gaditana como uno de los yacimientos m¨¢s importantes del Neol¨ªtico Antiguo.
La b¨®veda craneal est¨¢ datada entre los a?os 5222 y 5036 antes de Cristo. Se corresponde con la de un hombre adulto, viejo, de unos 45 a?osDaniel Garc¨ªa Rivero, arque¨®logo de la Universidad de Sevilla
En Locus 1 se han hallado restos muy fragmentarios de un menor y de mujeres. Pero lo m¨¢s relevante es una vasija completa vac¨ªa tapada por un cr¨¢neo humano y oculta con piedras. La presencia de material cer¨¢mico o de s¨ªlex junto a restos de plantas y animales, entre los que destaca una concha de n¨¢yade (molusco bivalvo acu¨¢tico), es relativamente habitual en los contextos funerarios neol¨ªticos. Es com¨²n encontrar algunos de estos restos aislados o en dep¨®sitos accidentales, como ha ocurrido en otros enclaves analizados en la investigaci¨®n. Sin embargo, seg¨²n relata Garc¨ªa Rivero, la asociaci¨®n directa de los elementos mencionados, especialmente de la botella cer¨¢mica y la b¨®veda craneal, cubiertos por rocas con la intenci¨®n de ocultarlos y hallados en una zona profunda y rec¨®ndita de la cueva, confiere al dep¨®sito una significaci¨®n especial: un escenario ritual ¨²nico.
¡°La b¨®veda craneal est¨¢ datada entre los a?os 5222 y 5036 antes de Cristo. Se corresponde con la de un hombre adulto, viejo, de unos 45 a?os¡±, explica el arque¨®logo para aclarar que la longevidad media de la ¨¦poca no sobrepasaba los 40 a?os. Los restos muestran marcas de cortes intencionados en la zona de la sien derecha. Seg¨²n Garc¨ªa Rivero, se produjeron en un momento cercano a la muerte, seg¨²n evidencian la ausencia de se?ales de regeneraci¨®n ¨®sea y otras caracter¨ªsticas del resto.
Uno de los instrumentos de s¨ªlex hallados muestra huellas de desgaste y un patr¨®n de marca que permiten inducir que se usaron con tejidos blandos, posiblemente en la carne del cr¨¢neo hallado.
La vasija tapada con el cr¨¢neo y ocultada con rocas no fue utilizada como utensilio de cocina ni de almacenaje, sino que, probablemente, se hizo exclusivamente para el fin ritual
Que la vasija est¨¦ vac¨ªa es relevante. De los fragmentos cer¨¢micos encontrados, uno conten¨ªa restos de grasas animales que se utilizaron para iluminar la cueva. En cambio, la vasija tapada con el cr¨¢neo y ocultada con rocas no presenta restos de residuos org¨¢nicos ni ninguna huella de uso, lo que lleva a pensar, seg¨²n explica el investigador, que no fue utilizada previamente como utensilio de cocina ni de almacenaje, sino que, probablemente, se hizo exclusivamente para el fin ritual.
Sentido del ritual
El estudio de los hallazgos particulares de C¨¢diz en el marco del registro etnogr¨¢fico y arqueol¨®gico del Neol¨ªtico europeo y del Pr¨®ximo Oriente permite descartar que se trate de un ritual llevado a cabo como trofeo de guerra. Seg¨²n la investigaci¨®n, ¡°este tipo de deposici¨®n suele ser socialmente visible para la poblaci¨®n en general, en lugar de llevarse a cabo en un lugar oculto y secreto y una parte remota de una cueva¡±.
Tambi¨¦n se ha descartado que se trate de un rito fundacional relacionado con la ocupaci¨®n y el establecimiento de poblaciones. Seg¨²n la investigaci¨®n, ¡°la dataci¨®n del cr¨¢neo es notablemente posterior a la primera evidencia neol¨ªtica en la cueva¡±. Aunque no se descarta que pudiese estar relacionado con la incorporaci¨®n de un nuevo grupo a la poblaci¨®n existente.
Otra de las interpretaciones que ha barajado el equipo de arque¨®logos es la de un lugar de festejos o celebraciones sociales. Sin embargo, la investigaci¨®n aclara que ¡°no hay evidencia directa de sacrificio o consumo¡±.
Por la asociaci¨®n de elementos y su ubicaci¨®n rec¨®ndita, se trata de un lugar relacionado con pr¨¢cticas apotropaicas (que, por su car¨¢cter m¨¢gico, se cree que aleja el mal o propicia el bien) o ceremonias simb¨®licas que pududieron incluir pr¨¢cticas can¨ªbales, en funci¨®n de las marcas de cortes intencionados halladas en el cr¨¢neo
La posibilidad con m¨¢s evidencias que la avalen es que se trata, por la asociaci¨®n de elementos mencionada y su ubicaci¨®n rec¨®ndita, de un lugar relacionado con pr¨¢cticas apotropaicas (que, por su car¨¢cter m¨¢gico, se cree que aleja el mal o propicia el bien) o ceremonias simb¨®licas (donde destaquen personajes viejos y sabios) que pudieron incluir pr¨¢cticas can¨ªbales, en funci¨®n de las marcas de cortes intencionados halladas en el cr¨¢neo.
En este sentido, Garc¨ªa Rivero explica: ¡°Lo m¨¢s probable es que la vasija tapada con un cr¨¢neo simbolice el encierro de elementos sobrenaturales. Lo normal es que la superstici¨®n los llevara a pensar en la existencia de fuerzas malignas de las que ten¨ªan que defenderse o a las que ten¨ªan que disuadir. Pero esta interpretaci¨®n, sumada a la presencia de marcas en el cr¨¢neo y elementos de corte, como el s¨ªlex, no descarta que se llevaran tambi¨¦n a cabo pr¨¢cticas can¨ªbales simb¨®licas, no agresivas, ya que el registro antropol¨®gico general del sitio no evidencia se?ales de violencia¡±.
La misma investigaci¨®n aclara que ¡°en la actualidad, es imposible ofrecer una ¨²nica reconstrucci¨®n firme y deben dejarse abiertos varios escenarios antropol¨®gicos que podr¨ªan explicar este hallazgo de manera plausible, incluyendo el canibalismo ritual, los ritos relacionados con ancianos o l¨ªderes de la poblaci¨®n y los cultos a entidades o fuerzas sobrenaturales¡±.
Otros investigadores ajenos a la investigaci¨®n de Garc¨ªa Rivero ya se?alaban pr¨¢cticas can¨ªbales rituales detectadas en otros yacimientos neol¨ªticos. Miguel Botella, catedr¨¢tico de Antropolog¨ªa F¨ªsica de la Universidad de Granada, ya se?al¨® que ¡°era una actividad sistem¨¢tica y ritual en el M¨¦xico prehisp¨¢nico y durante el Neol¨ªtico pr¨¢cticamente en toda Europa¡±. Vestigios de esta actividad parecen haber sido hallados en yacimientos del sur de Espa?a, como los de Tontas, Carig¨¹ela, Malalmuerzo, May¨®licas, Honda y Azuelas (provincia de Granada) as¨ª como en El Toro (provincia de M¨¢laga).
Garc¨ªa Rivero concluye: ¡°En cualquier caso, y a la espera de las pr¨®ximas investigaciones, no cabe duda de que Cueva de la Dehesilla constituye uno de los enclaves arqueol¨®gicos neol¨ªticos m¨¢s relevantes de Espa?a y que, a lo largo de los a?os venideros, ayudar¨¢ a desvelar el conocimiento sobre las creencias simb¨®licas y tradiciones culturales de las primeras poblaciones campesinas y ganaderas de la pen¨ªnsula ib¨¦rica. Seguramente el esfuerzo merezca la pena¡±.
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