Cuando la humanidad busc¨® las piedras que unieran el cielo y el mar
Una investigaci¨®n geol¨®gica y arqueol¨®gica identifica y bautiza como Arte Natural Megal¨ªtico el uso con fines simb¨®licos de rocas con estructuras espec¨ªficas creadas por la naturaleza


Hace algo m¨¢s de 4.000 a?os, la zona m¨¢s elevada junto a lo que hoy es Sevilla se hab¨ªa convertido en un lugar sagrado, el de mayor relevancia del Calcol¨ªtico (Edad del Cobre) en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. El estuario del Guadalquivir permit¨ªa un flujo extraordinario de personas que empezaban a dominar el entorno. De ese intercambio nacieron muestras de artesan¨ªa desconocidas hasta entonces. Y tambi¨¦n una nueva forma de creaci¨®n que ge¨®logos y arque¨®logos de las universidades de Sevilla y Huelva han bautizado como Arte Natural Megal¨ªtico. Se trata de la b¨²squeda de piedras de diferentes or¨ªgenes (sedimentarias e ¨ªgneas), algunas procedentes de lugares situados a decenas de kil¨®metros y con marcas y estructuras resultado de la actividad de organismos o de procesos sedimentarios originales. Estas se disponen en los monumentos megal¨ªticos (tholoi) con una intencionalidad ornamental y simb¨®lica que podr¨ªa atribuirse a un intento de conectar el mar, el cielo y la tierra.
En el verano, el sol del atardecer entra por el ¨²nico acceso del tholos de La Pastora de Valencina para inundarlo de luz. Es un estrecho pasillo de techo bajo, de 45 metros de longitud y que termina en una c¨¢mara de 2,5 metros de di¨¢metro. En la mitad del pasillo m¨¢s pr¨®xima a la estructura circular se alternan en el techo, de una forma que obliga a descartar la aleatoriedad, grandes losas de granito con peque?os bloques de arenisca cuarc¨ªtica (cuarzoarenita) y caliza. Una pauta que se repite tambi¨¦n en el tholos de Matarrubilla.
¡°El 95% de los monumentos megal¨ªticos se orienta al orto solar [alba]. Este es uno de los pocos ejemplos de una orientaci¨®n al ocaso, sin duda un dise?o intencionado hacia la puesta del sol, un elemento clave en las creencias prehist¨®ricas y posteriores¡±, resalta Leonardo Garc¨ªa Sanju¨¢n, catedr¨¢tico de Arqueolog¨ªa y Prehistoria de la Universidad de Sevilla.
Esa orientaci¨®n particular se completa con una localizaci¨®n y disposici¨®n de materiales y estructuras asociadas que ahora, seg¨²n la investigaci¨®n publicada en Archaeological and Anthropological Sciences, se demuestra que eran intencionadas. Las rocas utilizadas se buscaron de forma premeditada porque expresaban algo que sus constructores quer¨ªan resaltar. Son objetos naturales que, en estos casos, sustituyen a las pinturas y grabados empleados en otros megalitos porque son creados por la naturaleza como si fuera un di¨¢logo interno entre sus elementos.

En el hallazgo han participado hasta siete cient¨ªficos de diferentes especialidades (Paleontolog¨ªa, Mineralog¨ªa, Geomorfolog¨ªa, Petrolog¨ªa y Arqueolog¨ªa) que han analizado de forma exhaustiva las rocas que componen el monumento megal¨ªtico. ¡°Algunas de estas estructuras se hab¨ªan interpretado como resultado de la acci¨®n del hombre, pero no es as¨ª, son de origen natural y pueden tener la misma edad de la roca, unos seis millones de a?os. Este es el caso de unas estructuras circulares muy frecuentes y otras alargadas presentes en las losas de arenisca y que responden a la acci¨®n de cangrejos y erizos durante la formaci¨®n de estas rocas¡±, resalta Fernando Mu?iz, profesor de Cristalograf¨ªa y Mineralog¨ªa de la Universidad de Sevilla. Igualmente, otras de las estructuras estudiadas, con una gran abundancia y significado, son las que se hallan sobre todo en las losas del techo u ortostatos.?Se trata de peque?as oquedades bioerosivas realizadas por almejas marinas perforantes. Dentro de las mismas se conservan todav¨ªa las valvas blancas de estos organismos. Estas peque?as manchas resaltan en la roca de tonos m¨¢s oscuros y recuerdan lo que bien podr¨ªa ser un cielo estrellado.
Tambi¨¦n se ha demostrado que no eran elementos arquitect¨®nicos que encontraban en el entorno m¨¢s cercano. Teodosio Donaire, ge¨®logo (petr¨®logo) de la Universidad de Huelva, detalla que ¡°la mamposter¨ªa de cuarcitas y arenisca procede de la zona de la Media Fanega [a 30 kil¨®metros al norte de Valencina]; la arenisca del techo y del suelo, de Coria del R¨ªo [15 kil¨®metros al sur]; y el granito, de Gerena [tambi¨¦n a unos 25 kil¨®metros]¡±.
¡°Es la primera vez que se determina y se le pone nombre a una forma de arte inadvertida que consiste en escoger de forma intencionada los elementos ornamentales creados por la naturaleza, sin manipulaci¨®n humana, para una construcci¨®n megal¨ªtica. La profusi¨®n y variedad hallada en los monumentos de Valencina es ¨²nica¡±, resalta Luis Miguel C¨¢ceres, profesor de geolog¨ªa de la Universidad de Huelva. ¡°El dise?o del monumento y los materiales empleados estaba previsto desde el primer momento¡±, a?ade..

La importancia de los monumentos megal¨ªticos del ¨¢rea de Valencina es un indicador de la relevancia de la zona entre el Neol¨ªtico y la Edad de Bronce. El yacimiento, con unas 400 hect¨¢reas, mucho m¨¢s extenso que otros asentamientos de la ¨¦poca (de un m¨¢ximo de cinco hect¨¢reas), demuestra que esta elevaci¨®n sobre el Guadalquivir fue un centro de encuentro, de peregrinaci¨®n y de intercambio con culturas de ?frica y Oriente, un enclave, seg¨²n Garc¨ªa Sanju¨¢n, de extraordinario poder simb¨®lico, pol¨ªtico, social y religioso. Las puntas de jabalina halladas en la puerta del tholos de La Pastora, de unos 25 cent¨ªmetros, se realizaron con cobre local, pero con una morfolog¨ªa de la que no hay ejemplos en el resto de Europa y de la que, por el contrario, s¨ª se han encontrado muestras parecidas en Turqu¨ªa y el Levante mediterr¨¢neo.
Hay muchas evidencias de que Valencina fue capital en la ¨¦poca y un lugar de encuentro. ¡°En la zona megal¨ªtica¡±, detalla Garc¨ªa Sanju¨¢n, ¡°se han encontrado huevos de avestruz y piezas de marfil procedentes de colmillos de elefantes africanos y asi¨¢ticos. Tambi¨¦n pigmentos hechos a partir de cinabrio procedente de la zona de Almad¨¦n, cuentas de variscita de Zamora y ¨¢mbar de Sicilia¡±.
¡°Incluso se han hallado peque?as l¨¢minas de oro repujadas con motivos denominados oculados, una forma y un metal que hacen referencia al ojo, al sol y a la luz¡±, resalta el arque¨®logo para defender Valencina como un santuario especial dentro de una ¡°cosmovisi¨®n¡± t¨ªpica de las sociedades neol¨ªticas que permaneci¨® en la zona y traspas¨® las barreras de la prehistoria.
Los tholoi de La Pastora y Matarrubilla, cada uno con caracter¨ªsticas singulares, presentan elementos de este Arte Natural Megal¨ªtico, que fue el modelo elegido frente al vecino tholos de Montelirio, donde s¨ª figuran pinturas y grabados.
En el estudio? han participado Luis Miguel C¨¢ceres, Juan Manuel Vargas, Fernando Mu?iz, Teodosio Donaire, Leonardo Garc¨ªa Sanju¨¢n, Carlos Odriozola y Joaqu¨ªn Rodr¨ªguez-Vidal.
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