?Por qu¨¦ se producen terremotos de gran magnitud en la zona de Turqu¨ªa y Siria?
La confluencia de cuatro placas tect¨®nicas y dos fallas de gran longitud propicia que se puedan producir se¨ªsmos de mucha intensidad, hasta 50 en el ¨²ltimo siglo
?Qu¨¦ ocurre en este rinc¨®n del Mediterr¨¢neo oriental? Que se da la confluencia de cuatro placas tect¨®nicas, las de Anatolia, Ar¨¢biga, Euroasi¨¢tica y Africana; esas piezas m¨®viles del puzle que conforma la litosfera terrestre. La placa de Anatolia, con forma de yunque, se ve presionada al este por la Placa Ar¨¢biga, al norte por la Placa Euroasi¨¢tica y al sur por la Placa Africana. El movimiento lento y gradual de las placas tect¨®nicas provoca la acumulaci¨®n de importantes esfuerzos en sus bordes qu...
?Qu¨¦ ocurre en este rinc¨®n del Mediterr¨¢neo oriental? Que se da la confluencia de cuatro placas tect¨®nicas, las de Anatolia, Ar¨¢biga, Euroasi¨¢tica y Africana; esas piezas m¨®viles del puzle que conforma la litosfera terrestre. La placa de Anatolia, con forma de yunque, se ve presionada al este por la Placa Ar¨¢biga, al norte por la Placa Euroasi¨¢tica y al sur por la Placa Africana. El movimiento lento y gradual de las placas tect¨®nicas provoca la acumulaci¨®n de importantes esfuerzos en sus bordes que van deformando progresivamente las rocas de la corteza hasta su fracturaci¨®n. Son las fallas, esas suturas de debilidad, las que pueden liberar de manera instant¨¢nea grandes cantidades de energ¨ªa el¨¢stica acumulada, originando un terremoto.
Turqu¨ªa es una de las regiones s¨ªsmicas m¨¢s activas del mundo porque est¨¢ atravesada por dos grandes fallas: la falla de Anatolia septentrional, que limita con la placa Euroasi¨¢tica, y se extiende desde el altiplano armenio hasta el mar de M¨¢rmara; y la falla de Anatolia oriental, que limita con la placa Ar¨¢biga, y que dibuja en cierto modo la frontera de Turqu¨ªa con Siria hasta enlazar con el arco de Chipre. Ambas fallas son de gran longitud (1.000 km y 700 km, respectivamente), lo que determina que puedan producir terremotos de gran magnitud (el tama?o s¨ª importa).
Adem¨¢s, son fallas transformantes, que en el argot geol¨®gico quiere decir que las placas tect¨®nicas se desplazan de manera lateral una respecto a la otra. Para colmo, en las fallas transformantes los terremotos suelen ser m¨¢s superficiales, lo que puede hacerlos m¨¢s peligrosos y da?inos. Un ejemplo muy famoso de falla transformante es la de San Andr¨¦s, que discurre a lo largo de 1.300 kil¨®metros desde M¨¦xico hasta Oreg¨®n, donde confluyen las placas del Pac¨ªfico y la Norteamericana; otra zona de grandes terremotos.
Los epicentros de los terremotos de esta semana se ubican sobre la falla de Anatolia oriental. El mayor de ellos (de magnitud 7,8) tuvo el epicentro localizado en un segmento meridional de esta falla, cerca de la frontera con Siria. Horas despu¨¦s lleg¨® el segundo (de magnitud 7,5), localizado m¨¢s al norte, en otro segmento de la citada falla. Si uno observa la disposici¨®n de las numerosas r¨¦plicas que han tenido lugar, ver¨¢ que se alinean a lo largo de estos dos segmentos de la falla de Anatolia Oriental, siguiendo un camino tect¨®nico que marcan tambi¨¦n las cadenas monta?osas del sureste de Turqu¨ªa. El paisaje es un reflejo de la geolog¨ªa.
Como norma general, los terremotos son recurrentes en una misma falla, es decir, son repetitivos. En cuanto termina uno, el movimiento continuo de las placas tect¨®nicas vuelve a acumular tensiones y deformar las rocas, hasta la pr¨®xima rotura. Esta es la historia de la vieja Anatolia, que atesora 50 terremotos de magnitud igual o superior a 6 durante los ¨²ltimos 100 a?os. Las marcas de grandes terremotos est¨¢n en el ingente patrimonio cultural de Turqu¨ªa y en la memoria de sus gentes. Como ejemplo de adaptaci¨®n geol¨®gica, recordar el avanzado dise?o antis¨ªsmico de Santa Sof¨ªa de Estambul, que ha sobrevivido a m¨¢s de 1.500 a?os de terremotos.
En el mundo se producen m¨¢s de 300.000 terremotos cada a?o que pueden ser percibidos por la poblaci¨®n. De ellos, solo unos pocos son de gran magnitud y pueden generar cuantiosos da?os y v¨ªctimas mortales cuando tienen lugar en regiones pobladas. Desgraciadamente, es lo que ha ocurrido en la zona fronteriza de Turqu¨ªa y Siria, uno de los lugares de mayor peligrosidad s¨ªsmica de la Tierra.
?Hay contextos geol¨®gicos similares a Anatolia? Jap¨®n bien podr¨ªa representar uno de ellos, con varias placas tect¨®nicas (cuatro tambi¨¦n) convergiendo en el Pac¨ªfico. En nuestra reciente memoria perduran a¨²n los terremotos de Kobe (1995) y el de T?hoku (2011), este ¨²ltimo con un tsunami devastador que arras¨® la costa noreste de Jap¨®n, ocasionando la tragedia nuclear de Fukushima.
Dec¨ªa el ge¨®logo ingl¨¦s Derek V. Ager que ¡°la historia de la Tierra es como la vida de un soldado, largos periodos de aburrimiento y breves momentos de terror¡±. Hay lugares de nuestro planeta donde los momentos de terror son m¨¢s frecuentes; instantes que desgraciadamente nos recuerdan la fragilidad humana ante la fuerza de la din¨¢mica terrestre.
Rosa Mar¨ªa Mateos es Profesora de Investigaci¨®n del Centro Nacional Instituto Geol¨®gico y Minero de Espa?a del CSIC.
Nosotras respondemos es un consultorio cient¨ªfico semanal, patrocinado por la Fundaci¨®n Dr. Antoni Esteve y el programa L¡¯Or¨¦al-Unesco ¡®For Women in Science¡¯, que contesta a las dudas de los lectores sobre ciencia y tecnolog¨ªa. Son cient¨ªficas y tecn¨®logas, socias de AMIT (Asociaci¨®n de Mujeres Investigadoras y Tecn¨®logas), las que responden a esas dudas. Env¨ªa tus preguntas a nosotrasrespondemos@gmail.com o por Twitter #nosotrasrespondemos.
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